Jap¨®n se abre paso en un golf sin due?o

¡°El n¨²mero uno del mundo en tenis gana el 90% de las veces, mientras que el n¨²mero uno en golf pierde el 90% de las veces. Los golfistas son magn¨ªficos perdedores¡±. Las palabras del exjugador Dave Feherty siguen tan vigentes hoy como cuando las pronunci¨® hace unos a?os. La competencia actual en el planeta golf es seguramente la m¨¢s elevada de la historia por el alt¨ªsimo n¨²mero de aspirantes de primer nivel con opciones de ganar cada domingo. Apostar a un vencedor es una ruleta rusa.

Hideki Matsuyama se convirti¨® el domingo en el primer japon¨¦s que gana un grande y en el primer asi¨¢tico que se viste con la chaqueta verde del Masters de Augusta. Tambi¨¦n fue el 27? ganador diferente este curso de un torneo en el circuito americano. Y se han disputado 28. Solo el pegador estadounidense Bryson DeChambeau ha repetido victoria esta temporada en la ¨¦lite. Todo lo dem¨¢s son porciones individuales de un enorme pastel. La lucha es feroz. Un n¨²mero tres del mundo como Jon Rahm, por ejemplo, todav¨ªa no se ha estrenado. Y Dustin Johnson, el primero de la clasificaci¨®n, ni siquiera pas¨® el corte en Augusta pese a ser el campe¨®n vigente y uno de los grandes favoritos.

En los grandes, solo el propio Johnson y Brooks Koepka han doblado como vencedores en los ¨²ltimos 20 majors. ¡°La competencia hoy es brutal¡±, analiza el exjugador Manolo Pi?ero, capit¨¢n ol¨ªmpico en R¨ªo 2016. ¡°En mi ¨¦poca sal¨ªamos 30 o 35 jugadores con opciones de ganar un torneo. Hoy son los 140 que participan los que tienen potencial y juego para vencer. El golf es el deporte que m¨¢s ha crecido en todos los aspectos en los ¨²ltimos a?os. Los j¨®venes de ahora con veintitantos est¨¢n s¨²per preparados t¨¦cnica, f¨ªsica y mentalmente. Son muy atrevidos. No tienen miedo a competir. Siguen idolatrando a las figuras, pero luego les pelean de t¨² a t¨². Y m¨¢s peque?os a¨²n, con 14 o 15 a?os, hay golfistas que ya son una maravilla¡±.

Ah¨ª est¨¢ el caso de Will Zalatoris, segundo en el Masters a un solo un golpe de Matsuyama cuando era su debut en el torneo y ni siquiera tiene la tarjeta del circuito americano. Un reci¨¦n llegado entre gigantes y a un paso de la gloria. Otro competidor de presente y de futuro.

Las abundantes bolsas de premios tambi¨¦n alimentan esta lucha sin tregua. Hace unos meses, el estadounidense Kevin Kisner, actual n¨²mero 41 del mundo, admiti¨® que no se ve¨ªa capacitado para ganar en ning¨²n torneo. Entonces, ?por qu¨¦ jugar?, le preguntaron. ¡°Porque dan un mont¨®n de dinero por quedar en el puesto n¨²mero 20¡±, zanj¨®.

Hace 20 a?os, Tiger Woods complet¨® el llamado Tiger Slam. Al conquistar el Masters en abril de 2001, pas¨® a ser el campe¨®n defensor de los cuatro grandes al mismo tiempo. Una haza?a de otra dimensi¨®n. Hoy los ganadores se dan la alternativa unos a otros. El ¨²ltimo es Matsuyama, a quien Tiger felicit¨® por su enorme ¡°impacto en el mundo entero del golf¡±. ¡°Es muy bueno que Jap¨®n ya tenga un grande por todo lo que est¨¢ creciendo el golf asi¨¢tico¡±, comenta Manolo Pi?ero.

En el club de las chaquetas verdes ya se habla japon¨¦s, idioma que us¨® Matsuyama para responder t¨ªmidamente a las preguntas cuando se coron¨® el domingo (un traductor le acompa?aba). ¡°Es muy emocionante pensar que hoy en Jap¨®n hay muchos ni?os vi¨¦ndome y que puedan competir en el futuro¡±, dijo el campe¨®n, a quien en su pa¨ªs ya esperan con una nueva misi¨®n: el oro en sus Juegos.

Poder asi¨¢tico en la ¨¦lite femenina

Entre los 100 mejores jugadores del mundo en categor¨ªa masculina solo hay seis golfistas asi¨¢ticos (Matsuyama es el primero, en el puesto 14). Entre las 100 mejores jugadoras, el n¨²mero de asi¨¢ticas asciende a 52 (las tres primeras son coreanas). Marta Figueras Dotti, presidenta del circuito europeo femenino, ve dos razones en esta enorme diferencia: ¡°Una es por gen¨¦tica. Ellas tienen una sensibilidad en las manos que no tienen el resto de las jugadoras, es impresionante. Y la otra es cultural. Sus familias les obligan a sacar adelante a todos con su profesi¨®n, y esa presi¨®n es muy dura para ellas. Yo ya he conocido varios casos de jugadoras de 22-23 a?os que han querido suicidarse por la tremenda presi¨®n que tienen, y por eso se retiran tan pronto, tienen una vida profesional muy corta. En el caso de los hombres, les frena el servicio militar y por eso es muy raro ver a un golfista asi¨¢tico entre los mejores del mundo¡±.

Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.