Historia de la gran rebeli¨®n de la Superliga
Las 48 horas que frustraron a los 12 clubes, liderados por Florentino P¨¦rez, en su batalla contra la UEFA por el poder y la riqueza en el f¨²tbol
Entre el domingo 18 de abril y el martes 20, el f¨²tbol vivi¨® un terremoto que sacudi¨® a todos sus estamentos. Se desat¨® una batalla encarnizada por el control del millonario negocio de las competiciones europeas. El complot que origin¨® el se¨ªsmo se engendr¨® en las alturas de los despachos de 12 de los clubes m¨¢s importantes del mundo, liderados por el Real Madrid y su presidente, Florentino P¨¦rez, decididos a crear una Superliga en la que 15 clubes, los 12 fundadores m¨¢s otros tres que deb¨ªan sumarse en junio (supuestamente Bayern M¨²nich, Borussia Dortmund y PSG), tendr¨ªan derecho vitalicio a participar. Otros cinco equipos deber¨ªan acceder mediante una segunda competici¨®n europea, si la UEFA la aceptaba, o una carta de invitaci¨®n. Fueron 48 horas fren¨¦ticas en las que afloraron la traici¨®n, las mentiras, el espionaje y el contraespionaje.
El caldo de cultivo de la algarada se gener¨® el pasado jueves, cuando los clubes que pretend¨ªan asaltar el monopolio sobre las competiciones europeas e internacionales que ostentan la UEFA y la FIFA tuvieron conocimiento de que el viernes el organismo europeo ten¨ªa pensado aprobar un nuevo formato de la Champions, que no les convenc¨ªa, que aumentaba los equipos de 32 a 36, los partidos de 125 a 227 y proporcionaba m¨¢s enfrentamientos entren los grandes clubes en la primera fase. Esto desencaden¨® que entre Florentino P¨¦rez y Andrea Agnelli, due?o de la Juventus y presidente de la Asociaci¨®n Europea de Clubes (ECA en sus siglas en ingl¨¦s), decidieran acelerar el plan alternativo que llevaban meses afinando para crear la Superliga. P¨¦rez ya hab¨ªa intentado algo similar en 2019, esa vez con el presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin, como aliado. Ahora es su ac¨¦rrimo enemigo.
El jueves tambi¨¦n ocurri¨® un hecho crucial. Javier Tebas, presidente de la LaLiga, tuvo una comida con Joan Laporta, recientemente elegido presidente del Barcelona. Tebas, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico, fue al encuentro avisado ya de lo que se avecinaba. El dirigente azulgrana le confirm¨® todas sus sospechas. Tebas le comunic¨® a Ceferin que la escisi¨®n era real. Desde ese momento, los dos bandos entraron en acci¨®n. Por un lado, los clubes rebeldes, ocho en ese momento, se dedicaron al reclutamiento hasta sumar 12. Miguel ?ngel Gil, propietario del Atl¨¦tico de Madrid, recibi¨® una llamada en la que se le invitaba a participar en el rompedor proyecto del que se le dieron a conocer todos los detalles y se le garantizaba que el Bayern de M¨²nich, el Dortmund y el PSG de Nasser Al-Khelaifi entrar¨ªan en junio. Los cimientos del torneo estaban respaldados por la inversora Key Capital, participada por dos grandes amistades de Florentino P¨¦rez, el expresidente de Endesa Borja Prado, y el empresario franco-marroqu¨ª Anas Laghrari. Seg¨²n fuentes conocedoras de las negociaciones, este ¨²ltimo ha sido fiel acompa?ante de P¨¦rez en muchas de las reuniones previas organizadas por Europa para sumar adeptos a la causa.
El respaldo de la banca JP Morgan, comprometida con un cr¨¦dito inicial de 3.525 millones de euros a devolver por los fundadores con el pago de 264 millones durante 23 a?os, y la intenci¨®n de obtener 4.000 millones de euros de la venta de los derechos de televisi¨®n, era otra base sobre la que se sustentaba el acuerdo.
La misma llamada que Miguel ?ngel Gil recibieron los due?os del City, el Tottenham y el Chelsea. Todos bajo la presi¨®n de que estaban ante un tren ya en marcha que no se detendr¨ªa m¨¢s ante ellos. Seg¨²n fuentes conocedoras de los preparativos de la Superliga, hasta enero el Paris Saint-Germain hab¨ªa participado de manera muy activa en los trabajos exploratorios. Sin embargo, por entonces prefiri¨® echarse a un lado. Cuando se aceler¨® el proceso para poner en marcha la estructura de la Superliga, los cabecillas del cisma ni hicieron un ¨²ltimo intento por convencerle. El Atl¨¦tico firm¨® ante el temor de que el proyecto saliera adelante y de que el Sevilla pudiera ocupar su lugar. Los tres clubes ingleses tambi¨¦n lo hicieron. Con 12 equipos se pod¨ªa jugar la partida. La UEFA, ya alertada de la divisi¨®n, pon¨ªa su maquinaria en marcha aprobando el viernes en su Comit¨¦ de Competiciones la nueva Champions. Los clubes de la ECA, entre los que se encontraban los rebeldes, tambi¨¦n hab¨ªan refrendado el acuerdo, aunque supeditado, seg¨²n deslizaban, a negociar una sociedad en la que se compartieran los derechos de explotaci¨®n de la competici¨®n y a revisar el formato. Si esas condiciones no se daban, no participar¨ªan en la nueva Champions.
Para el s¨¢bado, la gran traici¨®n que desemboc¨® en las 48 horas m¨¢s convulsas de la historia del f¨²tbol ya estaba en marcha. Ceferin trat¨® de ponerse en contacto con Agnelli, de una de cuyas hijas es padrino. Seg¨²n revel¨® el presidente de la UEFA, el magnate italiano le neg¨® el s¨¢bado la escisi¨®n, pero cuando pretendi¨® que este redactara un comunicado desminti¨¦ndola, apag¨® el tel¨¦fono. Ceferin, que viajaba en coche desde Eslovenia a Suiza, ya no tuvo dudas de que la rebeli¨®n no ten¨ªa marcha atr¨¢s.
El domingo, los 12 clubes filtraron que sobre la medianoche anunciar¨ªan la Superliga. La UEFA se adelant¨® con un comunicado en el que reiteraba su amenaza conjunta con la FIFA de expulsar a las entidades y a sus jugadores de todas las competiciones internacionales, pero no fren¨® el anuncio del nacimiento del torneo. El lunes, en las dependencias de ambos organismos, se recibi¨® una carta en la que se les comunicaba que los miembros de la Superliga hab¨ªan interpuesto una demanda y solicitado medidas cautelares en el Juzgado de lo Mercantil n?17 de Madrid contra el monopolio que ejercen sobre las competiciones y ante cualquier intento de frenar la Superliga. El despacho Clifford Chance, con sucursal en Madrid, ejecut¨® el movimiento legal en nombre de la European Superleague Company SL. El siguiente paso fue, el lunes por la noche, una entrevista del presidente de la Superliga, Florentino P¨¦rez, que escogi¨® el plat¨® de El chiringuito pese a las opiniones en contra de varios asesores. La intervenci¨®n de P¨¦rez mostr¨¢ndose como el salvador del f¨²tbol no fue bien acogida, seg¨²n aseguran varios de los clubes fundadores. Fue el principio del fin.
El martes por la ma?ana, ya hab¨ªa noticias de que el Manchester City y el Chelsea se planteaban el abandono. El primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, hab¨ªa contactado con los clubes ingleses para advertirles de que les pondr¨ªa todas las trabas posibles, fiscales y organizativas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tambi¨¦n expres¨® su oposici¨®n. A su vez, Karl-Heinz Rummenigge, presidente del Bayern de M¨²nich, confirmaba que su club no participar¨ªa. Adem¨¢s, apunt¨® contra el apocal¨ªptico mensaje de P¨¦rez sobre la necesidad de crear la Superliga para evitar el colapso de la industria: ¡°No creo que la Superliga vaya a solucionar los problemas econ¨®micos por el coronavirus. M¨¢s bien, todos los clubes de Europa deber¨ªan trabajar de forma solidaria para garantizar que la estructura de costes, especialmente los salarios de los jugadores y los honorarios de los asesores, se ajusten a los ingresos para que todo el f¨²tbol europeo sea m¨¢s racional¡±.
¡°Esto no es deporte¡±
La andanada de Rummenigge fue definitiva. Tambi¨¦n las declaraciones de Pep Guardiola, entrenador del Manchester City: ¡°Esto no es deporte¡±. Y del t¨¦cnico del Liverpool, J¨¹rgen Klopp: ¡°Los due?os toman decisiones sin preguntar¡±. Esas palabras, sumadas a las manifestaciones de los hinchas ingleses, precipitaron el fracaso. La imagen de Petr Cech, exguardameta del Chelsea, ahora empleado del club, baj¨¢ndose del autob¨²s para dialogar con los hinchas que imped¨ªan el acceso a Stamford Bridge fue la imagen ic¨®nica del derrumbamiento.
Ese mismo martes por la tarde, Miguel ?ngel Gil acudi¨® al entrenamiento del Atl¨¦tico para explicar a los jugadores y a Simeone los pasos que hab¨ªa dado y ya expres¨® las dudas que ten¨ªa sobre que el proyecto tuviera futuro. Gil ya conoc¨ªa que el City y el Chelsea lideraban la desbandada en bloque de los ingleses. Ni siquiera la admisi¨®n de las medidas cautelares ni las cl¨¢usulas compensatorias por no respetar el contrato frenaron el goteo que se produjo el mi¨¦rcoles despu¨¦s de la fuga de los ingleses. Solo el Real Madrid, el Barcelona, la Juventus y el Milan no han renunciado abiertamente a formar parte de ella.
El mi¨¦rcoles, en una entrevista en la Cadena SER, Florentino P¨¦rez acus¨® al City, sin nombrarlo, de haber liderado el boicot. En las ¨²ltimas horas, algunos de los fundadores han dudado tambi¨¦n sobre la posibilidad de que el PSG ayudase con informaci¨®n a la UEFA a desactivar el argumentario que hab¨ªan preparado. Cuando los propietarios estadounidenses del Liverpool y el Manchester United aterrizaron en Europa, les sorprendi¨® que una parte significativa del negocio que generaban sus inversiones y sus futbolistas terminara en las arcas de la UEFA y la FIFA. Sus estudios de opini¨®n identificaron, adem¨¢s, que contaban con reputaciones muy discutibles salpicadas por la corrupci¨®n. Pero antes de que pudieran empezar a hablar, la UEFA ya hab¨ªa actuado. La batalla estaba perdida.
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