El Bar?a renace en Mestalla
Los azulgrana firman una desesperada remontada con dos goles de Messi y uno de Griezmann y aguardan el s¨¢bado al Atl¨¦tico en la lucha por el t¨ªtulo
Ninguna jornada escapa del diab¨®lico guion de la Liga. Los partidos son un carrusel de emociones, por agitados y cambiantes, y tambi¨¦n por inciertos, m¨¢s propios de la Copa. El control emocional es imposible para clubes temperamentales como el Bar?a. A veces es un equipo ensimismado, que no para de dar vueltas sobre s¨ª mismo, incapaz de dar con la porter¨ªa rival, expuesto a cualquier adversidad; y en ocasiones resulta vertical e incontenible, tambi¨¦n goleador, aspirante al t¨ªtulo, dispuesto a discutir el s¨¢bado el liderato al Atl¨¦tico por m¨¢s que le venga bien al Madrid.
Los azulgrana solucionaron en un momento un encuentro que parec¨ªa no tener remedio ante el Valencia en Mestalla. El equipo hipotenso que se desped¨ªa de la Liga por un gol de Paulista encontr¨® en un penalti fallado y despu¨¦s rematado por Messi la mecha para encender su comprometida candidatura desde la derrota con el Granada. No es el Bar?a un equipo fiable y, sin embargo, se niega a claudicar sino que se sobrepone a la derrota, m¨¢s c¨®modo como perseguidor que como cabeza de la Liga.
Afirmado futbol¨ªsticamente alrededor de su l¨ªnea de centrocampistas, Pedri-Busquets-De Jong, la suerte del Bar?a depende de su contundencia en las ¨¢reas, demasiado err¨¢tico en la suya y en la contraria entregado a Messi, acompa?ado por Griezmann. No resuelve sus dudas en su defensa de tres ¡ªAraujo jug¨® por Mingueza¡ª y en la demarcaci¨®n de lateral derecho: Dest o Sergi Roberto. La incertidumbre alimenta las expectativas de los adversarios, sobre todo de los t¨¦cnicos intervencionistas como Javi Gracia, especialista en complicar los partidos de los azulgrana en Pamplona, M¨¢laga y ahora con el Valencia. Apost¨® tambi¨¦n Gracia por dos carrileros y una zaga con Paulista-Guillam¨®n-Lato para cerrar por dentro y negar el juego interior generado por Messi.
La in¨¦dita armadura del Valencia, sin embargo, qued¨® expuesta poco despu¨¦s que sacara de centro Messi. A Pedri se le abri¨® la porter¨ªa y su tiro ni siquiera exigi¨® a Cillessen. No atin¨® el canario un remate f¨¢cil propiciado por el control y presi¨®n del Barcelona. Apretaban los azulgrana y no sal¨ªa de su cancha el Valencia, sostenido por su portero, excelente en un rechazo a remate de Araujo.
Mal repliegue
El desacierto barcelonista, falto de pies y manos para culminar su buena cintura, tan paciente como din¨¢mico, anim¨® al Valencia. No repliega bien el Bar?a, muy expuesto cuando no dispone del bal¨®n, y concede ocasiones en cada salida del rival, sobre todo por los flancos y en especial por el de Dest, desbordado por Gay¨¢. No ten¨ªa pegada el equipo de Koeman.
El Valencia gan¨® confianza con la candidez del Bar?a, que cada vez era menos profundo y m¨¢s plano, sin picante ni tiro, sin un solo delantero que soplara la pelota cuando pasaba por delante de la l¨ªnea de meta de Cillessen. La sensaci¨®n de peligro era tan manifiesta como la ausencia de oportunidades del Bar?a. Pedri sal¨ªa volteado en cada jugada, incluso en el ¨¢rea, taloneado por Soler.
El partido ten¨ªa al descanso la misma pinta de muchos de los que ya ha jugado el Bar?a. No para de revolotear con el bal¨®n hasta que se cansa de s¨ª mismo para suerte de un contrario que aguarda su ocasi¨®n como pas¨® ante el Granada y tambi¨¦n en Mestalla. Ter Stegen achic¨® de forma espl¨¦ndida una llegada de Guedes en la acci¨®n previa al gol de Paulista. El central cabece¨® solo, liberado de la marca de Lenglet, el saque de esquina provocado por la intervenci¨®n del meta del Bar?a. Correia, el mismo que hab¨ªa bloqueado a Ter Stegen en el 1-0, perdon¨® el 2-0. Al rescate azulgrana acudi¨® Messi. El 10 pic¨® un bal¨®n para De Jong que fue interceptado por la mano de Lato. Aunque fall¨® el penalti por la intervenci¨®n de Cillessen, buen conocedor del repertorio del argentino, el capit¨¢n remach¨® el bal¨®n despu¨¦s de la intervenci¨®n de Busquets, Pedri y Alba.
El remonte lleg¨® por el oportunismo de Griezmann, que empuj¨® un rechazo de Cillessen a un imponente cabezazo de De Jong despu¨¦s de un centro de Alba. A favor de marcador, hasta Messi encontr¨® el arco en un golpe franco, 21 faltas despu¨¦s, excelente en el golpeo que dio en el palo izquierdo de Cillessen. Un golazo de Soler, sin embargo, devolvi¨® el suspense al encuentro por la falta de temple y personalidad de un Bar?a en cualquier caso candidato al t¨ªtulo porque la Liga parece encantada con equipos pasionales como el azulgrana y el Atl¨¦tico, pr¨®ximos rivales para satisfacci¨®n del cuerdo Madrid.
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