Neymar se reencuentra con el ¡®diablo¡¯
Kevin de Bruyne, contrapunto futbol¨ªstico de la estrella del PSG que visita este martes el Etihad, provoc¨® su mayor trauma cuando le elimin¨® del Mundial de Rusia
Kevin de Bruyne hizo un partido memorable la noche que los Diablos Rojos eliminaron a Brasil de la Copa del Mundo, el 6 de julio de 2018, en Kaz¨¢n. Para la mayor¨ªa de los aficionados el duelo quedar¨¢ archivado como un suceso lateral en el gran curso de los acontecimientos futbol¨ªsticos. Para la carrera de Neymar J¨²nior la derrota ante B¨¦lgica (2-1) represent¨® el descenso al inframundo. Despu¨¦s de a?os construyendo una imagen y una reputaci¨®n en virtud de la expectativa de la conquista del Mundial y su presumible coronaci¨®n como sucesor de Messi, el diez m¨¢s famoso que ha dado Brasil desde Pel¨¦ sinti¨® que ya no ten¨ªa horizontes. Su familia lleg¨® a preocuparse por su salud, de tan deprimido que le vieron, y ¨¦l mismo desliz¨® que ya no le apetec¨ªa seguir jugando al f¨²tbol. ¡°Es dif¨ªcil encontrar fuerzas para volver¡±, dijo.
Neymar regres¨®. Lentamente. No hizo nada relevante en 2019 pero en 2020 llev¨® al PSG a la final de la Champions. Ahora, a sus 29 a?os, parece convencido de que el mercado no puede ofrecerle mejor lugar que Par¨ªs para cerrar su ciclo en este oficio que tanto dinero, distracciones y sinsabores le ha producido. ¡°Aprend¨ª¡±, declar¨® la semana pasada, tras reconocer que negocia la prolongaci¨®n de su v¨ªnculo con el PSG.
Resuelta su crisis existencial, Neymar atravesaba su mejor momento desde que le contrat¨® Al-Khelaifi cuando el destino le devolvi¨® al pasado. Esta noche le espera Kevin de Bruyne. Esta vez en el Etihad, en semifinales de Champions a la cabeza del Manchester City, un equipo que refleja todo aquello que caracteriza a De Bruyne. Una forma de liderar, jugar, y vivir, que est¨¢ en las ant¨ªpodas de todo lo que significa Neymar y su PSG. Que ambos clubes se financien con petrod¨®lares es solo el punto de partida de dos realidades opuestas.
Lo explic¨® De Bruyne tras la remontada en el Parque de los Pr¨ªncipes: del 1-0 al 1-2. ¡°Empezamos a jugar bien porque a los 25 minutos cambiamos la forma de hacer la presi¨®n¡±, dijo, en referencia al salto de 20 metros que dio su equipo para robar la pelota. La organizaci¨®n defensiva es una de las diferencias m¨¢s acusadas entre el City y el PSG. Mientras que el equipo que dirige Mauricio Pochettino se caracteriza ¡ªya desde los tiempos de Tuchel¡ª por esperar en el mediocampo y explotar el contragolpe, permitiendo as¨ª la dosificaci¨®n de esfuerzos de sus ¨ªdolos Neymar y Mbapp¨¦, el City se vivifica trabajando en campo contrario. Ah¨ª, en el eje de las maniobras de presi¨®n destaca De Bruyne, seg¨²n Opta, el jugador de la Champions que m¨¢s balones roba en los ¨²ltimos 40 metros de campo (cinco por partido), frente a Neymar, que roba un promedio de tres en esa zona.
¡°Ganamos la pelota m¨¢s arriba¡±, dijo Guardiola para argumentar la remontada. ¡°Eso es consecuencia de ser m¨¢s agresivo con el bal¨®n; por eso ataque y defensa es la misma cosa. No se pueden separar. Cuanto m¨¢s agresivo juegas con bal¨®n, m¨¢s agresivo eres sin bal¨®n¡±.
En la ida, el City recuper¨® 16 balones en los ¨²ltimos 40 metros de cancha. El PSG no pas¨® de cuatro. Nada que no confirmara la existencia de un plan que cada uno ejecuta desde hace meses. De todos los equipos que compitieron en los octavos de final de Champions, el conjunto ingl¨¦s fue el que m¨¢s balones recuper¨® en el ¨²ltimo tercio del terreno de juego: un total de 139, ocho de media por partido. El PSG fue el que m¨¢s atr¨¢s defendi¨®, con una media de cuatro robos en campo rival, solo por delante del Lazio y el Oporto.
¡°?Nadie puede controlar el caos!¡±
¡°Con Neymar es muy f¨¢cil¡±, dijo Pochettino antes de la ida. ¡°Yo jugu¨¦ con Ronaldinho. Los brasile?os necesitan sentirse felices para jugar bien¡±.
No est¨¢ demostrado que Neymar alcance la dicha presionando tras p¨¦rdida sino inventando lo impensable. Todos los t¨¦cnicos del PSG, desde Emery a Pochettino, han procurado adaptar el equipo a un genio cuyo potencial creativo promete compensar el desequilibrio t¨¢ctico con triunfos. La cuesti¨®n es: ?compensa?
¡°Ellos son un equipo extraordinario¡±, avis¨® Guardiola este lunes; ¡°con jugadores capaces de hacer por s¨ª mismos cosas que nadie espera y ganar los partidos¡±.
El discurso de Guardiola revel¨® preocupaci¨®n por controlarlo todo, comenzando por las emociones de sus jugadores. ¡°Como futbolista, controlar las emociones significa ser consciente de que estos partidos se desarrollan de forma completamente distinta a como lo esperas¡±, advirti¨®; ¡°no vas a jugar 90 minutos bien. Habr¨¢ momentos de sufrimiento. Lo importante no es estudiar m¨¢s al PSG. Ya hablamos de ellos hace una semana, y los jugadores tienen muy presente lo que vivieron en el campo; ahora tenemos que hablar de nosotros, nosotros, nosotros... Pochettino es muy listo y sabe c¨®mo alterar la forma de sus equipos. Inventar¨¢ algo que no esperamos. Nos sorprender¨¢. Por lo tanto, tenemos que estar tranquilos y concentrarnos en lo que nosotros debemos hacer... ?Nadie puede controlar el caos!¡±.
Esta noche en el Etihad se enfrentan dos mundos. De un lado el m¨¦todo, el orden calculado, la estructura y el sacrificio de aquellos que saben que no pueden pero intentan evitar el caos. De otro, el vestigio m¨¢s puro de improvisaci¨®n que le queda al f¨²tbol. Neymar J¨²inior contra el demonio de la ciencia.
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