A Sandra S¨¢nchez, la peque?a gigante de los katas, no le caben m¨¢s oros

La pandemia y el continuo suspenderse o aplazarse de las competiciones internacionales ha hecho que todos perdieran las referencias de sus rivales directos. Sin medirse, verse, enfrentarse no ha habido manera en los ¨²ltimos 14 meses de saber c¨®mo estaba tal deportista, ni c¨®mo le hab¨ªa afectado el confinamiento y el par¨®n, ni tampoco si hab¨ªa perdido velocidad, fuerza, reflejos, concentraci¨®n, potencia, agilidad, seguridad o confianza. Queriendo o no, todos han ido escondiendo las cartas. Ha pasado en casi todos los deportes: judo, taekwondo, gimnasia, pirag¨¹ismo, nataci¨®n¡­ salvo en karate. Porque en el tatami, pandemia o no pandemia, la dominadora de los katas sigue siendo Sandra S¨¢nchez. El kata es un combate contra un rival imaginario.

Nada parece frenar a la espa?ola, incansable, que este s¨¢bado en Porec (Croacia) ha conseguido su sexto oro europeo consecutivo. Dami¨¢n Quintero, que persegu¨ªa el mismo metal, fue plata. S¨¢nchez ha ganado a la turca Dilara Bozan en un ejercicio de potencia, arrancada y concentraci¨®n. La diferencia, abismal, qued¨® reflejada en el resultado: (27,2 por 25,7 de la turca). Quintero se enfrent¨® a Ali Sofuoglu, tambi¨¦n turco, su eterno rival a nivel europeo y que se encontrar¨¢ tambi¨¦n en los Juegos, y fue plata: 27,06 frente a 27,24. Fue una final muy ajustada.

La foto del podio de los katas es la misma desde 2015. En el escal¨®n m¨¢s alto siempre est¨¢ Sandra, que ahora, con la mascarilla en el podio, se r¨ªe con los ojos. Nadie ha conseguido bajarla de ah¨ª. Ni la pandemia. No se cansa de ganar a las ¨®rdenes de Jes¨²s del Moral, que apenas le concede respiro. Quintero, 37 a?os en julio y S¨¢nchez, que cumplir¨¢ 40 en septiembre, aguardan el tatami de Tokio y luchar¨¢n con los japoneses (Kiyuna y Shimizu) por el oro ol¨ªmpico. Ser¨ªa el primero de la historia. El karate debuta en estos Juegos y no estar¨¢ en Par¨ªs 2024.

Sandra S¨¢nchez, que pas¨® de estar fuera de la selecci¨®n (abandon¨® en su d¨ªa el CAR para cuidar de su madre enferma y sin que nadie le diera ning¨²n tipo de argumentos dejaron de contar con ella) y a irse a Australia para aprender ingl¨¦s dando clases a ni?os, desde que decidi¨® volver a la alta competici¨®n no ha parado de ganar. Testaruda donde las haya, ha luchado hasta llegar a lo m¨¢s alto y por saborea cada instante que le brinda el tatami.

No desfalleci¨® en su empe?o ni siquiera en los d¨ªas m¨¢s duros del confinamiento, cuando los deportistas de ¨¦lite no pod¨ªan entrenarse y cuando no se sab¨ªa qu¨¦ pasar¨ªa con los Juegos. ¡°Admirable, es admirable, no s¨¦ c¨®mo lo hace, pero siempre ha mantenido la misma motivaci¨®n e ilusi¨®n¡­ mientras los dem¨¢s ten¨ªamos que tener cuidado a no engordar o a dejarnos ir...¡±, la piropeaba el gimnasta Ray Zapata. En diciembre de 2019, antes del tsunami de la covid, le hab¨ªa regalado a sus padres, de Talavera, los billetes para Tokio. ¡°?Y esto para qu¨¦ es!¡±, exclamaron al abrir el sobre¡­ No se hab¨ªan dado cuenta de que era el viaje para ir a verla en los Juegos. No habr¨¢ p¨²blico extranjero finalmente en las gradas, ni los familiares podr¨¢n ver en directo a los deportistas. Nadie duda de que Sandra y Dami¨¢n pelear¨¢n por el oro como llevan haciendo a?o tras a?o.

¡°Ser campe¨®n ol¨ªmpico¡±, contestaba Quintero en Guadalajara en 2019 (el ¨²ltimo Europeo que se disput¨®) cuando se le pregunt¨® si ten¨ªa un sue?o recurrente. Lleva 19 a?os en la ¨¦lite y en la selecci¨®n y el pasado mes de enero confesaba a este peri¨®dico que no ve¨ªa la hora de que terminara ¡°este suplicio¡±. Entre constantes cambios de chip y rumores de cancelaciones de los Juegos, el ciclo ol¨ªmpico de cinco a?os se le ha hecho muy largo.

¡°Llevamos cuatro a?os preparando los Juegos, se me est¨¢ haciendo pesado y largo. S¨®lo quiero que haya Juegos, con o sin p¨²blico ya me da igual mientras los haya. En vez de estar disfrutando del camino a Tokio, que es lo que hay que disfrutar porque los Juegos en realidad luego es un d¨ªa y nada m¨¢s, se me est¨¢ poniendo cuesta arriba. Lo ¨²nico que quiero es que llegue la cita ol¨ªmpica, competir y ya est¨¢. Y que se acabe este suplicio¡±, dec¨ªa. A dos meses de la cita ol¨ªmpica, con el proceso de vacunaci¨®n en marcha y un calendario que parece haber vuelto a la normalidad, Quintero regresa a Espa?a con otra medalla m¨¢s, que se ir¨¢ directa a casa de sus padres en M¨¢laga, que atesoran todos sus metales. Conociendo su car¨¢cter competitivo, es una plata que le sabr¨¢ muy amarga.

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