Jon Rahm, el ni?o que gan¨® un grande
La victoria del espa?ol en el US Open, su primer ¡®major¡¯, es la culminaci¨®n de un proceso de madurez a los 26 a?os que une la paternidad con la gesti¨®n de su car¨¢cter
Jon Rahm comenz¨® a ganar el US Open cuando era un ni?o que jugaba en el club de golf Larrabea, en ?lava. Sus padres, ?ngela y Edorta, hab¨ªan alquilado una casa para los fines de semana y el verano dentro del club y el menor de los dos hermanos se olvidaba hasta de comer y beber mientras practicaba durante horas en el putting green frente a la terraza. A menudo se le hac¨ªa de noche, hasta que el gerente del club le mandaba a casa casi como si le estuviera castigando. Eduardo Celles, su primer entrenador personal, recuerda especialmente cuando en un trayecto en coche el chico le solt¨® de repente, con una firmeza que le dej¨® helado, que iba a ser el n¨²mero uno del mundo. ¡°Habr¨¢ que trabajar¡±, le ret¨®. Y de nuevo se qued¨® impresionado con la determinaci¨®n de ese chico corpulento de Barrika (Bizkaia) que hab¨ªa practicado el f¨²tbol, el pirag¨¹ismo y el kung fu hasta que el golf se le meti¨® en las venas. En cierta ocasi¨®n Celles le mand¨® como ejercicio practicar 100 putts. ¡°He hecho 850¡±, le solt¨® Rahm la siguiente vez que se vieron. El preparador pens¨® que el adolescente le estaba vacilando. Hasta que cuando acudi¨® al green de Larrabea vio unas marcas sobre el c¨¦sped. Eran las huellas de Jon Rahm. Hab¨ªa estado pateando tanto tiempo seguido que la forma de sus zapatos se hab¨ªa quedado grabada.
Y de Larrabea a Torrey Pines. ¡°Esos putts que met¨ª en los dos ¨²ltimos hoyos los he tirado millones de veces en Larrabea. Sab¨ªa que pod¨ªa meterlos, ten¨ªa mucha confianza¡±, explic¨® Rahm la noche del domingo sobre los dos birdies seguidos en el 17 y el 18 con los que abroch¨® el t¨ªtulo en el US Open, su primer grande, su mayor ¨¦xito deportivo a los 26 a?os, adornado con el regreso al n¨²mero uno de la clasificaci¨®n mundial. Dos putts como esos 850. ¡°Hoy era otra vez el mismo ni?o que estaba pensando en ganar un grande, y he dejado que ese ni?o tirase los dos ¨²ltimos putts¡±, cont¨® Rahm.
¡°Se lo he dicho a Adam [Hayes, su caddie], cuando est¨¢bamos al final. Vamos a por ello. S¨¦ que el US Open es un torneo que muchas veces se gana por cometer menos errores, pero tambi¨¦n s¨¦ que hay que ir a por los grandes, hay que atacar si los quieres ganar y eso es lo que he hecho en los ¨²ltimos hoyos¡±, explic¨® Rahm sobre su ambiciosa estrategia en ese tramo donde se deciden los campeones. En lugar de ser conservador, el vasco fue a por todas, baj¨® hasta seis bajo par y mand¨® toda la presi¨®n al sudafricano Louis Oosthuizen, el ¨²nico rival que le sosten¨ªa el ritmo, a un golpe de distancia con cuatro hoyos por jugarse. Ya no pudo alcanzarle y Jon Rahm se convirti¨® en el primer espa?ol que logra el abierto estadounidense, la novena corona de Grand Slam para el golf espa?ol despu¨¦s de las cinco conseguidas por Seve Ballesteros (Open Brit¨¢nico en 1979, 84 y 88 y Masters 80 y 83), el doblete en Augusta de Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal (1994 y 99) y la chaqueta verde de Sergio Garc¨ªa (2017).
¡°Siempre me he cre¨ªdo lo que puedo conseguir. No es que sea una persona chula, es que s¨¦ de lo que soy capaz¡±, explic¨®; ¡°para los que sean como yo, que tienen esa rabia dentro, hay que ser quien eres en el campo de golf, pero que no te afecte a la persona que eres fuera. Ojal¨¢ hubiese entendido c¨®mo cambiar antes. Ha pasado como ten¨ªa que pasar. El nacimiento de mi hijo me ha ayudado. Tengo esa rabia y esa competitividad, pero ahora soy m¨¢s sereno en el campo. Un d¨ªa te miras al espejo y notas el cambio. Yo no estoy orgulloso de muchas cosas que he hecho en el campo de golf, pero sin esos momentos no ser¨ªa quien soy ahora¡±.
Habla Jon Rahm de Kepa, su hijo, nacido el 3 de abril, poco antes del Masters de Augusta (el d¨ªa de la final copera entre su Athletic y la Real Sociedad) y que, dice, en tan poco tiempo ya le ha cambiado. Sobre todo relativizando los malos momentos. As¨ª convirti¨® en ¡°algo positivo¡± la enorme decepci¨®n de hace dos semanas en el torneo de Jack Nickalus, cuando tuvo que abandonar al final de la tercera jornada, con el t¨ªtulo casi en las manos, porque hab¨ªa resultado contagiado con covid. Rahm se aisl¨® en su casa, practic¨® en el simulador, y sufri¨® sobre todo porque no pudo estar presente en el momento en el que sus padres conoc¨ªan por fin a su nieto. Hac¨ªa m¨¢s de un a?o que Rahm no pod¨ªa verlos, hasta que pudieron viajar a Estados Unidos. Justo para el torneo en el que Jon hizo historia.
La escena fue de ¡°cuento de hadas¡±, como el protagonista contaba con l¨¢grimas en los ojos. Segundos despu¨¦s de embocar el ¨²ltimo putt, el Rahm salvaje que celebr¨® con pasi¨®n y pu?os al aire ese birdie que val¨ªa medio US Open se convirti¨® en el pap¨¢ Jon que cog¨ªa en sus brazos con delicadeza a su beb¨¦ y no dejaba de darle besos en la cabeza. Junto a ¨¦l estaba su mujer, Kelley Cahill, y sus padres. La familia unida precisamente en ese campo de Torrey Pines, en San Diego, California, un lugar m¨¢gico. All¨ª fue donde Rahm consigui¨® su primera victoria profesional, el Farmers Insurance Open del circuito americano en enero de 2017, y all¨ª se comprometi¨® con Kelley. ¡°Ha sido muy especial ganar este grande con tres generaciones de Rahm en el campo, mi padre, mi hijo y yo. Quer¨ªa que Kepa se sienta orgulloso de lo que he hecho¡±.
Es esa paternidad la que ha sellado un proceso de madurez que en Rahm, como muchas otras cosas en su vida (dejar Barrika por la Blume en Madrid, luego dar el salto a la universidad en Estados Unidos), ha sido una lecci¨®n a toda velocidad. ¡°Jon es un tipo supermaduro para su edad. Sabe lo que quiere, cu¨¢ndo y c¨®mo, y tener un hijo le ha despertado sensaciones que ha trasladado muy pronto al campo de golf¡±, explica su preparador mental, Joseba del Carmen.
De la covid al ¨¦xito
¡°Su madurez viene de hace tiempo. Confinamiento, un hijo... Tener familia impacta. Hemos trabajado la frustraci¨®n y la rabia y un cambio en el putt le ha hecho tener m¨¢s confianza y energ¨ªa para competir c¨®mo a ¨¦l le gusta. Jon es ganador, va a ser valiente, va a arriesgar. Ahora ha encontrado el punto y ha cuadrado todo. El ejemplo es c¨®mo se ha enfrentado a dar positivo por covid, sin quejarse, d¨¢ndole la vuelta desde la tranquilidad. Y todo siendo fiel a s¨ª mismo, con car¨¢cter y con esa rabia suya. Eso lo ha usado para competir¡±, completa Del Carmen.
Esa parte humana y sentimental tambi¨¦n sali¨® cuando, en el momento de mayor felicidad, se acord¨® del periodista Jos¨¦ Manuel Cortizas, Corti, recientemente fallecido por covid, amigo de la familia: ¡°Le hubiera encantado escribir esta historia¡±.
Una historia que comenz¨® en Larrabea. All¨ª, la pe?a de amigos de Jon Rahm tiene unos 300 socios. En una de las paredes del club, en un rinc¨®n de la cafeter¨ªa, cuelgan los recuerdos del h¨¦roe. Un bander¨ªn de su primer Masters de Augusta, otro de su primer Open Brit¨¢nico, la tarjeta de resultados de su ¨²ltimo campeonato como amateur, precisamente un US Open, en 2016... y el driver con el que gan¨® su primer torneo profesional. Fue en Torrey Pines, en San Diego. Fue donde este domingo se hizo grande. Fue pateando como un ni?o.
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