Sterling cita al coco en Wembley
El delantero del City vuelve a marcar en un triunfo que permite a Inglaterra jugar en casa contra un rival del grupo de Alemania, Francia y Portugal
El gol lo arregla todo. Esta vez, cuando los ingleses se acercaron a ver a su gente al terminar, su gente todav¨ªa estaba all¨ª, no como contra Escocia; y all¨ª seguir¨¢ el pr¨®ximo martes, porque Inglaterra sigue en octavos en Wembley, a la espera de un rival del grupo de Alemania, Francia y Portugal. Sterling se aferr¨® al estadio que imagin¨® como el jard¨ªn de su casa, volvi¨® a marcar, y su selecci¨®n no se muda. Por el camino rescataron a Harry Kane, que volvi¨® a rondar el gol y a reengancharse al juego, en un partido en que los checos se conformaron con lo que ya ten¨ªan, el pase a los octavos.
En el atasco casi existencial en el que parec¨ªa encontrarse el ataque de Inglaterra, Southgate se encontr¨® con dos circunstancias lejanas a lo t¨¢ctico que le requer¨ªan cambiar. Mount se encuentra en cuarentena y Foden tiene una amarilla que lo pone en riesgo de suspensi¨®n. As¨ª que el seleccionador ingl¨¦s introdujo al deseado Jack Grealish y al joven de 19 a?os Bukayo Saka, y la sacudida sobrevenida produjo efectos en la delantera. Espabil¨®.
Empezando por Harry Kane, que se ha visto en la diana en los ¨²ltimos d¨ªas despu¨¦s de dos partidos en los que no acert¨® a enviar un tiro entre los tres palos. El capit¨¢n sali¨® a agarrar el encuentro desde el principio, sin importarle ad¨®nde tuviera que ir a buscarlo. Los primeros balones fue a reclamarlos bien dentro de su propio campo. Su carrera inaugural espolvore¨® en la grada un murmullo de peligro inminente como si pisara el ¨¢rea. Esas bajadas abr¨ªan latifundios en la defensa que esta vez s¨ª atacaron los otros puntas. Sterling se lanz¨® all¨ª a por una pelota con la que se encontr¨® a solas ante Vaclik, a quien super¨® con una sutil vaselina que fue al poste.
El ataque ingl¨¦s volv¨ªa a estar a la altura de sus nombres, como el d¨ªa de Croacia, aunque tambi¨¦n es cierto que los checos no se empleaban con el arrojo que lucieron los orgullosos escoceses en el segundo partido. Adem¨¢s de esos puntos menos de intensidad del rival y del empe?o de Kane, se vio algo m¨¢s que volvi¨® a conectar al delantero al equipo. Grealish tiene un punto de pausa, de falso lento, que desconcierta y desordena al contrario y descubre espacios para los suyo. Tambi¨¦n la pericia regateadora de Bukayo Saka, otro im¨¢n para rivales que hasta ahora viv¨ªan encaramados a la chepa de Kane.
El 0-1 contuvo casi todo eso. Saka dribl¨® y avanz¨® por la derecha con el apoyo de Kalvin Phillips hasta alcanzar el fondo, desde donde la cruz¨® al otro lado. All¨ª Grealish se la baj¨® a Kane, emplazado como boya, que la aguant¨® un instante y se la devolvi¨® con el aire necesario alrededor para que Grealish pudiera colgarla con delicadeza, casi una caricia, de nuevo al otro lado, donde Sterling cabece¨® solo a gol.
Desde ah¨ª, fue todo Inglaterra, los controles de Grealish, la exquisitez de sus toques, y la velocidad y el regate de Saka, un enigma para los checos, de quienes apenas se registraron noticias. Apenas un disparo lejano de Holes que despej¨® Pickford.
El meollo estuvo al otro lado, donde Kane se enganch¨® al festival de Saka y Grealish, recuper¨® el dominio del espacio y volvi¨® a ajustar la mirilla en la puerta: oli¨® sangre y oblig¨® varias veces a un excepcional Vaclik. Southgate volvi¨® a sonre¨ªr con los rescates, la reconciliaci¨®n y el empe?o de Sterling de no alejarse de casa, ahora para recibir al coco.
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