Los deberes de Vinicius
El brasile?o, sorprendentemente desatado ante el gol en Valencia, recibe los consejos p¨²blicos de Ancelotti para mejorar sus problemas ante la porter¨ªa rival
No hay jugador del Real Madrid al que Carlo Ancelotti le haya puesto m¨¢s deberes p¨²blicamente que a Vinicius en este arranque de curso. En su presentaci¨®n, hace dos meses, le reclam¨® goles, en general. Luego ha ido concretando la petici¨®n. Hace una semana, en Vitoria, le advirti¨® de que era ¡°muy dif¨ªcil encontrar delanteros que metieran tras cuatro, cinco o seis toques¡±, en referencia a sus cl¨¢sicas conducciones. Y este domingo le demand¨® m¨¢s acciones como la de su primer tanto al Levante (3-3), ¡°desbordando, atacando la l¨ªnea, porque tiene m¨¢s velocidad¡±, explic¨® el italiano.
Vinicius y el gol. Una cuesti¨®n recurrente en un equipo blanco que no ha venido nadando precisamente en la abundancia en los ¨²ltimos tiempos en ataque (2020 lo cerr¨® con 91 tantos, la peor cifra desde 2005) y en la que el brasile?o ha reflejado, seguramente mejor que nadie, las penurias colectivas. ¡°El regate es m¨¢s f¨¢cil que el gol¡±, confes¨® ¨¦l mismo a este peri¨®dico. Datos no faltan para ilustrarlo: apenas 17 dianas en 120 partidos como merengue, y tres de ellas en las dos ¨²ltimas citas. En ese mismo periodo, desde septiembre de 2018, Benzema se ha apuntado 89 y Casemiro, mediocentro defensivo, 16.
En medio de este paisaje tan seco, sorprende el arranque goleador del extremo. Por el n¨²mero (tres en dos ratos contra el Alav¨¦s y Levante; es el Pichichi de la Liga junto al atl¨¦tico Correa); el valor que han tenido, rescatando a los suyos de la quiebra defensiva en el Ciutat de Val¨¨ncia; y especialmente la dificultad. Este fin de semana, en su primer acierto respondi¨® al an¨¢lisis de Ancelotti en Mendizorroza recibiendo en carrera, conduciendo el bal¨®n con varios toques y cruz¨¢ndosela a Aitor. Y, en su segundo bingo, se sac¨® un fino golpeo con la punterita al palo largo. De repente, Vinicius convertido en un killer mostrando potencia y sutileza.
El pasado reciente invita, eso s¨ª, a la prudencia. En abril, en la ida de los cuartos de Champions, ya logr¨® otro doblete contra el Liverpool, pero aquello no pas¨® de un episodio fugaz. En los 12 duelos que siguieron a ese fogonazo, todos menos uno saliendo como titular, se qued¨® a cero. Solo realiz¨® ocho remates a puerta en todo ese tramo final. En este inicio de curso, mientras, en menos de una hora sobre el campo, cuatro tiros a puerta y tres tantos. ¡°Yo sigo trabajando todos los aspectos, como desde que llegu¨¦ a Madrid. No solo la definici¨®n¡±, explic¨® el domingo cuando le preguntaron por las razones de esta fiebre anotadora.
De toda la camada de j¨®venes que ha llegado al Bernab¨¦u recientemente, ¨¦l es, posiblemente, el miembro con m¨¢s estatus. Por la agitaci¨®n que provoc¨® su entrada a finales de 2018 en un vestuario abatido y porque la c¨²pula lo apunt¨® con el dedo. ¡°Ni se toca¡±, proclam¨® Florentino P¨¦rez hace unos meses.
Profesor-alumno
Su f¨²tbol y, sobre todo sus dotes goleadoras, han estado siempre a debate, motivo en ocasiones de burla por sus fallos antes el marco rival, pero ¨¦l ya avis¨® de que es un tipo insistente. ¡°Yo voy siempre, es lo mejor que hago. Fallo una y la pr¨®xima voy otra vez. Tengo personalidad¡±, confes¨® la campa?a pasada tras una buena noche europea contra el Atalanta. A Zidane, que tampoco le regal¨® los o¨ªdos, le lleg¨® a pedir que le diera clases particulares de remate al terminar los entrenamientos. A esas alturas, en 2019, sus problemas con el gol empezaban a ser muy evidentes. Tanto que despu¨¦s romper una racha negativa acab¨® en el suelo llorando tras un tanto a Osasuna.
¡°?l nunca ha dejado de trabajar en la definici¨®n¡±, comentan desde Valdebebas. ¡°Es cierto que Ancelotti ha cogido el toro por los cuernos y siempre tuvo claro que no solo quer¨ªa un Vini m¨¢s resolutivo, lo que quer¨ªa es otro Vini. Que cambiara su concepto del f¨²tbol de ataque. Habla mucho con ¨¦l, le aplaude, le rega?a. Es una relaci¨®n profesor-alumno. Se trata de ver si, con el paso de los entrenamientos y los partidos, ese nuevo Vini se consolida. Las pistas son buenas¡±, a?aden cautos desde las bambalinas del d¨ªa a d¨ªa. Hasta ahora, la estad¨ªstica dice que ha rematado a porter¨ªa en el Real Madrid una vez cada 84 minutos, seg¨²n cifras de la empresa Opta, mientras Benzema, desde una posici¨®n m¨¢s centrada, lo ha hecho cada 54.
De momento, el trabajo entre el t¨¦cnico y Vinicius transcurre en el anonimato de la Ciudad Deportiva y, en las dos ocasiones en que el equipo se ha puesto bajo los focos, ha sido Hazard el inquilino de la banda izquierda, sin grandes resultados. A falta de una semana para el cierre del mercado, la ausencia de fichajes, m¨¢s all¨¢ del retorno de Bale, obliga al entrenador italiano a reinventar la plantilla y buscar nuevos pozos de donde sacar agua en ataque porque las penurias en los ¨²ltimos tiempos han llevado al equipo al l¨ªmite. Elevar la producci¨®n del brasile?o y sacarla de la fugacidad es uno de sus objetivos personales y del club, ya en la cuarta campa?a del jugador en Espa?a.
Sin embargo, lo que m¨¢s removi¨® a Ancelotti en Valencia no fueron los tantos bals¨¢micos de Vinicius, sino la defensa agrietada. As¨ª que, cuando le preguntaron si el extremo todav¨ªa estaba a tiempo de ser un gran goleador, el italiano balbuce¨® unos segundos, busc¨® una respuesta y se mostr¨® esc¨¦ptico. ¡°No lo s¨¦ porque le gusta jugar por la banda. Dentro del ¨¢rea es m¨¢s complicado para ¨¦l. No tiene este tipo de calidad¡±, sentenci¨®. La instrucci¨®n contin¨²a.
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