La decisi¨®n pendiente de Ancelotti
El t¨¦cnico del Madrid, que en Kiev recurri¨® por primera vez al tr¨ªo cl¨¢sico de Casemiro-Kroos-Modric tras los malos resultados previos, alinea siete combinaciones distintas en el medio en 11 partidos
Hace un a?o, el paso por Kiev marc¨® un punto de inflexi¨®n en el centro del campo del Madrid. Tras esa derrota angustiosa, un Zinedine Zidane muy cuestionado por la c¨²pula resolvi¨® que, mientras pudiera, ya no habr¨ªa otra formaci¨®n en el medio que los tres de siempre: Casemiro-Kroos-Modric. Curiosamente, hace cuatro d¨ªas en el mismo estadio ucraniano, su sucesor, Carlo Ancelotti, aline¨® por primera vez en el curso a este tri¨¢ngulo despu¨¦s de los malos resultados previos al par¨®n, de sus m¨²ltiples cambios en la medular y de reconocer p¨²blicamente antes del partido ante el Shakhtar que hab¨ªa llegado a una conclusi¨®n: el 4-3-3 es el mejor sistema para esta plantilla.
A la espera de comprobar de aqu¨ª en adelante y al margen del cl¨¢sico de este domingo (16.15, Movistar) c¨®mo afecta nombre por nombre esta confesi¨®n y si el t¨¦cnico italiano sigue los mismos pasos que el franc¨¦s, lo cierto es que los movimientos en la zona ancha han resultado constantes en los dos primeros meses de la temporada. M¨¢s all¨¢ de la explosi¨®n imprevista de Vinicius, la permanente mutaci¨®n de esta parcela ha sido la gran novedad con el cambio de inquilino en el banquillo. Del monocultivo innegociable de Zizou se ha pasado, al menos en este inicio, a la mudanza continua con Carletto.
En los 11 encuentros de esta campa?a, el equipo blanco ha presentado siete centros del campo diferentes. Desde la goleada al Mallorca (6-1), en la que faltaron de arranque los tres de siempre (solo hab¨ªa ocurrido en cinco duelos de Liga y Champions en el ¨²ltimo lustro), cada jornada ha comparecido una combinaci¨®n distinta. Y Casemiro, que en las dos temporadas previas apenas hab¨ªa sido suplente cuatro veces (en una sal¨ªa de la covid y en otra fue reservado para un cl¨¢sico), en esta ya ha empezado en dos ocasiones desde la banda. Su menor influencia en el juego en varios momentos la ha sufrido ¨¦l y todo el conjunto. Un paisaje global muy distinto al de la temporada pasada, cuando, despu¨¦s de ese patinazo en Kiev, en 20 de las 27 citas siguientes (hasta que el f¨ªsico resisti¨®), ZZ no se sali¨® de su sant¨ªsima trinidad.
Las lesiones de Kroos (no regres¨® hasta la noche del Sheriff) y Modric (se perdi¨® dos duelos al inicio) ayudan a explicar esta noria, pero solo en parte. Los nuevos planes, e incluso nombres, que ha manejado Ancelotti tambi¨¦n han contribuido. Por la incorporaci¨®n de Camavinga, que cay¨® de pie (le marc¨® al Celta a los seis minutos de debutar), el intento de rehabilitar a Isco (titular dos veces ante la ausencia del croata), las probaturas con Asensio en esa zona, y no menos importante, por las soluciones t¨¢cticas del italiano. Cada vez que el Madrid ha ido perdiendo (Levante, Valencia, Sheriff y Espanyol), la reacci¨®n del entrenador ha sido la misma: adelgazar el medio a dos integrantes, abrir el campo con dos extremos y doblar la delantera con Jovic. Un recurso que solo le ha salido a medias, pero al que ha acudido siempre que ha debido remontar. En Mestalla, la ¨²nica que vez que los blancos lograron voltear (1-2), acabaron con una pareja tan sorprendente como Isco y Camavinga, inimaginable hace medio a?o. El que no ha se ha desplegado todav¨ªa en la medular es Alaba, que s¨ª jug¨® ah¨ª en el Bayern, y que, de momento, solo ha sido objeto de las probaturas en la defensa.
Camavinga y Valverde
En suma, una acumulaci¨®n de factores de todo tipo que ha causado una sacudida general en esa parcela, clave para entender la nueva fachada del Madrid en este comienzo de campa?a. Sin el tri¨¢ngulo cl¨¢sico al completo, un rendimiento de Casemiro y Modric menguado en muchas fases, y la agitaci¨®n de nombres, ha resultado un equipo con menos control del juego y orden, como admiti¨® Ancelotti el pasado lunes. Un d¨¦ficit que solo ha podido aliviar con el liderazgo de Benzema y el estallido anotador de Vinicius, que ha adquirido la forma de una aparici¨®n mariana.
En las palabras del entrenador italiano en Kiev asumiendo el 4-3-3 como sistema m¨¢s fiable se adivin¨® la reflexi¨®n de fondo en la que qued¨® atrapado durante el reciente par¨®n de selecciones tras los patinazos ante el Villarreal, Sheriff y Espanyol. Escaldado especialmente por el fiasco en Cornell¨¤ (2-1), donde aline¨® a cuatro medios (Kroos, Modric, Valverde y Camavinga; a este ¨²ltimo lo quit¨® al descanso), en la vuelta a la competici¨®n Ancelotti sentenci¨® que el centro del campo solo tiene espacio para tres nombres. En Kiev apost¨® por la receta cl¨¢sica del Casemiro-Kroos-Modric y, junto a la instrucci¨®n de no salir a presionar tan arriba para no destaparse, el Madrid gan¨® en orden, una de las virtudes de la era ZZ que hab¨ªa perdido este curso.
Si el italiano sigue su norma de primar la experiencia en las jornadas m¨¢s espinosas, la apuesta deber¨ªa repetirse este domingo en el Camp Nou y para el futuro pr¨®ximo le quedar¨ªa pendiente la tarea de qu¨¦ hacer, sobre todo, con el emergente Camavinga y Valverde (titular en todos los partidos hasta Kiev, tambi¨¦n como lateral). El uruguayo, apreciado por Zidane, ya fue v¨ªctima el a?o pasado en varios momentos de la apuesta inamovible por la terna de veteranos: Casemiro, 29 a?os; Kroos, 31; Modric, 36.
En la previa del Shakhtar, a Ancelotti le preguntaron cu¨¢nto futuro m¨¢s ve¨ªa en la letan¨ªa feliz de ese tr¨ªo, la ¨²ltima asociaci¨®n viva del Madrid de las tres Champions consecutivas; sin embargo, el t¨¦cnico prefiri¨® hablar solo del presente. ¡°Siguen compitiendo y son top. Los j¨®venes empujan mucho, y tengo que tener en cuenta la edad de todos y la posibilidad de dar minutos a los j¨®venes para que sumen experiencia. El centro del campo puede competir contra todos¡±, afirm¨®. Tras dos meses de mucho movimiento de piezas en el centro y ya con todos los grandes nombres sanos, el italiano debe decidir, antes y despu¨¦s del cl¨¢sico, si imita el monocultivo de Zizou, lo suaviza o insiste en la agitaci¨®n.
Las visitas al Barcelona, una tortura para ¡®Carletto¡¯
El primer t¨ªtulo de Carlo Ancelotti con el Real Madrid lo levant¨® contra el Barcelona en la final de Copa de 2014, gracias a la galopada de Bale, pero su balance como entrenador ante el equipo azulgrana no es ni mucho menos bueno: tres victorias, tres empates y cinco derrotas. Si se tienen en cuenta los 31 conjuntos contra los que se ha enfrentado, al menos, 10 veces, solo le ha ido peor frente a la Juventus (seis triunfos, 12 empates y 11 derrotas).
Los n¨²meros del t¨¦cnico italiano resultan especialmente malos en el Camp Nou, de donde siempre se ha marchado como perdedor. Ha disputado cinco encuentros con tres equipos (Milan, PSG y Real Madrid) y nunca se fue con una sonrisa. En la fase de grupos de la 2004-05, su Milan cay¨® por un gran disparo de Ronaldinho en el ¨²ltimo suspiro. La temporada siguiente, en la vuelta de las semifinales, no pas¨® del 0-0, insuficiente tras el 0-1 cul¨¦ de la ida en San Siro. En aquel Milan estaban Pirlo, Gattuso, Seedorf, Kak¨¢, Inzaghi y Shevchenko.
Regres¨®, ya con el PSG, en la vuelta de los cuartos de la 2012-13, y se repiti¨® el guion: otro empate insatisfactorio (1-1) porque en Par¨ªs fue un 2-2. Esa noche Messi fue suplente y no sali¨® hasta el 62. Con el Real Madrid ha acudido en dos ocasiones en Liga y en ambas cay¨® derrotado. En la 2013-14, su decisi¨®n de poner a Sergio Ramos en el medio y a Bale como nueve acab¨® mal (2-1). Y en marzo de 2015, otra derrota por 2-1 result¨® decisiva para que esa Liga se quedara en Barcelona. Mathieu adelant¨® a los locales, Ronaldo igual¨® y Luis Su¨¢rez sentenci¨® al inicio de la segunda parte. M¨¢s de seis a?os despu¨¦s, Ancelotti regresa al Camp Nou con una cuenta pendiente.
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