Busquets y De Jong, s¨®lido versus gaseoso
Los dos centrocampistas del Barcelona de renombre mundial mezclan como agua y aceite. No mezclan
El Bar?a, que a?os atr¨¢s fue una m¨¢quina de precisi¨®n, contin¨²a su laborioso proceso de ajuste, hasta ahora con graves contratiempos. Una mezcla de desorientaci¨®n y sospechas preside los dos ¨²ltimos a?os de un club que no termina de encajar sus piezas. El equipo simboliza el desajuste general, y entre los desencuentros destaca el de Busquets y De Jong, dos centrocampistas de renombre mundial que mezclan como agua y aceite. No mezclan.
La gente se pregunta por qu¨¦ Busquets juega muy bien en la selecci¨®n ¡ªen la reciente Liga de las Naciones fue elegido mejor futbolista del torneo¡ª y mal en el Bar?a, premisa falsa porque la nota del veterano centrocampista es muy superior a la media general del equipo. Frente al Madrid jug¨® un partidazo. Le falt¨® ayuda alrededor. Faltaron Gavi, in¨¦dito en su primer cl¨¢sico, y Frenkie de Jong, que confunde hacer jugadas con jugar al f¨²tbol. En esta ocasi¨®n, tambi¨¦n se olvid¨® de las jugadas.
Busquets y De Jong representan dos perfiles diferentes de centrocampista. Uno es met¨®dico, minimalista y astuto, una sorprendente aleaci¨®n de jugador de barrio y cartesiano de dise?o. Nunca se le ha considerado para los galardones de final de a?o, pero el mundillo del f¨²tbol sabe que Busquets ha sido un mediocentro de ¨¦poca. Cuando las circunstancias le favorecen, todav¨ªa lo es. Si el equipo est¨¢ junto, ordenado y atento a su brillante batuta, Busquets lo dirigir¨¢ con maestr¨ªa.
A Busquets le flanquearon Iniesta y Xavi durante d¨ªas felices en el Bar?a. Sin aquellos dos genios, empez¨® un injusto proceso de descr¨¦dito. La rueda de centrocampistas no ha dejado de girar desde entonces, unos para acompa?ar a Busquets ¡ªRakitic, Andr¨¦ Gomes¡ª, alg¨²n que otro para ocupar su posici¨®n. Arthur fue uno. El fichaje de Frenkie de Jong iba m¨¢s lejos: estaba destinado a erigirse en la m¨¢xima autoridad del cambio generacional en el Bar?a.
Colch¨®n de seguridad
Busquets requiere un equipo compacto y dominante, con inteligentes interiores situados cerca de su altiva presencia y la menor cantidad de espacio libre a su espalda. Maestro del quite, es evidente su sufrimiento en los largos regresos defensivos. Busquets disfruta de estas garant¨ªas en la selecci¨®n, que a la vez aprovecha la sabidur¨ªa de su fenomenal mediocentro. Aunque Pedri asoma como socio en el Bar?a, De Jong no funciona.
Precedido por la misma fama que acompa?¨® a los j¨®venes De Ligt, Van de Beek y Ziyech en el Ajax ¡ªel rendimiento de los tres en la Juve, Manchester United y Chelsea ha sido discreto en el mejor de los casos, inexistente en el caso de Van de Beek¡ª, De Jong lleg¨® al Bar?a como un fichaje infalible. Todav¨ªa hoy se beneficia de aquella temprana fama, colch¨®n de seguridad que le coloca a resguardo de las cr¨ªticas. La realidad se impone en su tercera temporada. Frente al Real Madrid, se le observ¨® de nuevo su dispersi¨®n, los d¨¦ficits defensivos y un criterio err¨¢tico del juego. No son pocas las veces que elige lo contrario de lo que pide el juego. Lleg¨® para ocuparse de la conducci¨®n del equipo, ha pasado por media docena de posiciones y ahora se le elogia como llegador. Los n¨²meros no le avalan: cinco goles en 74 partidos de Liga.
A Busquets se le agota el tiempo. De Jong, 24 a?os, tiene toda la carrera por delante. Sus partidarios dir¨¢n que el Bar?a necesita m¨¢s el f¨²tbol expansivo del holand¨¦s que el met¨®dico de Busquets. Por el momento, De Jong es un jugador epid¨¦rmico. Cuando todo esto acabe, Busquets quedar¨¢ en la memoria del f¨²tbol como un mediocentro de magnitud hist¨®rica. En cuanto a De Jong, todo indica que s¨®lo permanecer¨¢ el aroma de sus vistosas correr¨ªas.
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