As¨ª es Medvedev: recital, pitos y Rusia a la final

Para cuando quiere darse cuenta, Jan-Lennard Struff ya est¨¢ dentro de la coctelera, agitado y meneado de un lado a otro, de arriba abajo y de izquierda a derecha. Sin parar. As¨ª durante los 66 minutos en los que le domina, le retuerce y le marea Daniil Medvedev, que rubrica el pase de la Federaci¨®n Rusa a la final (doble 6-4) y, como ya hiciera alg¨²n que otro d¨ªa y sobre todo aquellas noches de Nueva York, hace dos a?os, busca alimento en la provocaci¨®n. El gigant¨®n, al que le va la marcha, extiende los brazos, se dirige a la grada y se?ala con los ¨ªndices la tierra conquistada este s¨¢bado: aqu¨ª estoy yo, Madrid.

El ruso, tan bueno como alborotador, algunas veces, remata la faena de su equipo, que aterriz¨® en la competici¨®n como principal favorito y va cumpliendo los plazos y despachando adversarios. S¨®lida desde el principio, Rusia se encuentra ya en el lugar en el que se auguraba antes del pistoletazo de salida, sin apenas rasgu?os y firme en la gran final, este domingo (16.00, #Vamos) frente a Croacia. Apunta, pues, a su tercera Ensaladera ¨Clas dos previas acontecieron en 2002 y 2006, tiempos de los Kafelnikov, Davydenko y Safin¨C y subraya el fabuloso momento de su tenis, de trofeo en trofeo por equipos.

Este, de producirse, llevar¨ªa el sello inigualable de Medvedev, que cuenta por victorias sus intervenciones y este s¨¢bado derriba a Struff en un visto y no visto, con sigilo, con ese juego aparentemente inerme que en un abrir y cerrar de ojos ya ha consumido al rival. Sin apenas errores (6), por encima del 80% con el servicio ¨C83% con primeros y 80% con segundos, exactamente¨C y con siete aces en la hoja de servicios, tan solo abre la puerta una vez para el alem¨¢n, en el ¨²ltimo juego del partido. Ah¨ª, Struff dispone de su ¨²nica bola de break, el p¨²blico le jalea y ¨¦l responde a su manera. Stop.

Desafiante y retador, pide calma a los asistentes y festeja, porque antes Andrey Rublev ha logrado al sprint el primer punto contra Dominik Koepfer (6-4 y 6-0, en 49 minutos), y los tenistas rusos se retiran raudos al vestuario. No hay tiempo que perder. Croacia obtuvo el pase a la final la noche anterior y cada segundo cuenta. Entretanto, Medvedev, p¨ªcaro, se explica antes de abandonar la pista del Madrid Arena, enojados los asistentes por la escena final: ¡°Es una broma que tenemos en el equipo cuando jugamos a las cartas, una celebraci¨®n de Cristiano Ronaldo. Pens¨¦ que pod¨ªa ser divertido, quiz¨¢ me he equivocado¡±.

Y el n¨²mero dos continu¨® expres¨¢ndose: ¡°En la vida soy m¨¢s calmado, pero en la pista hay mucha adrenalina, muchas emociones. Odio perder. No he querido provocar a la gente¡±.

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