Un Bar?a drogado con promesas
Dejen de hablar del modelo mientras no sea ¨¦l quien hable por ustedes
Hace mucho que al Bar?a le sobra palabrer¨ªa: todos hablan, todos manosean conceptos, todos prometen aquello que no pueden cumplir. No hay un solo d¨ªa de tregua. Nadie se toma un segundo en pensar fr¨ªamente lo que debe decir porque todos creen estar seguros de lo que el p¨²blico quiere escuchar: modelo, cruyffismo, Masia¡ Pocos clubes son capaces de ir haciendo camino con tan poco y ninguno como el blaugrana a la hora de cerrarse puertas en pos de la nada. ?Por qu¨¦? Pues porque todo vale mientras vaya acompa?ado de algunas etiquetas reconocibles que, por cierto, son una de las claves del ¨¦xito de Instagram.
Un ejemplo de esto que digo: el d¨ªa que Bartomeu present¨® a Quique Seti¨¦n, uno de los hashtags que m¨¢s lo pet¨® en las redes sociales fue aquello de #cruyffista. Por el mismo precio podr¨ªa haber sido #gatete. O #playita, qu¨¦ s¨¦ yo. Cualquier t¨¦rmino de f¨¢cil digesti¨®n y buena aceptaci¨®n habr¨ªa cumplido el objetivo primordial de ilusionar al respetable. Pero se opt¨® por la opci¨®n m¨¢s complicada: una que te obliga a demostrar con hechos lo que previamente anunciaste con palabras. El resultado es bien conocido y todo cuanto sucedi¨® despu¨¦s viene a redundar en la idea de que nadie es capaz de sostener un proyecto deportivo en base, ¨²nicamente, al relato. ?Quieren hacerle un favor al sacrosanto modelo? Pues dejen de hablar del modelo mientras no sea ¨¦l quien hable por ustedes.
Porque ayer era su santo y porque la echo de menos, me pas¨¦ todo el d¨ªa ¨Dy medio partido¨D recordando a mi abuela Concha en su cocina. Era una mujer que guisaba como los ¨¢ngeles y remataba todos los platos triscando los dedos sobre la cazuela con un sonoro ¡°chis, chis¡±. Pues a eso parece reducido hoy el legado de Cruyff y Guardiola: a decir ¡°chis, chis¡± sobre cualquier engrudo creyendo que ah¨ª resid¨ªa el secreto de su ¨¦xito, incapaces de valorar las horas de trabajo y el grado de conocimiento que requirieron sus obras. El f¨²tbol profesional es un negocio complicado que no funciona a base de conjuros y p¨®cimas. No es una pel¨ªcula de Harry Potter, no basta con desearlo con todas tus fuerzas y repetir las palabras m¨¢gicas. Por eso conviene evitar la infantilizaci¨®n del mensaje y llamar a las cosas por su nombre.
El Bar?a, sus responsables actuales, necesitan tiempo para corregir una labor casi perfecta de demolici¨®n sobre lo anteriormente construido: esto s¨ª es un hecho. Y tambi¨¦n ingresos, m¨²sculo financiero, dinero contante y sonante que les permita reforzar la plantilla en aquellas posiciones que no sea capaz de cubrir con plenas garant¨ªas la producci¨®n propia. Trabajo en equipo y trabajo bien hecho, en definitiva: una ecuaci¨®n sencilla de formular y dif¨ªcil de resolver cuando uno se ha acostumbrado a confundir el conocimiento con el uso de ciertas palabras. Porque ¨Dy ah¨ª s¨ª va una seria advertencia final¨D lo de drogarse con promesas y dormir en los coches solo le funcion¨® a Enrique Urquijo y en un plano estrictamente art¨ªstico: ¨¦l, que era la ant¨ªtesis de la palabrer¨ªa y, por supuesto, de los jingles.
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