Por fin se va el hombre m¨¢s odiado del Manchester United

Al conocerse la noticia, el d¨ªa de Reyes, su hija se ech¨® a llorar, su mujer descorch¨® una botella de champ¨¢n para celebrarlo y la prensa empez¨® a publicar las necrol¨®gicas que ten¨ªan escritas desde hac¨ªa meses: Ed Woodward (51 a?os), el hombre m¨¢s odiado por la afici¨®n del Manchester United, el banquero que ayud¨® a los Glazer a tomar el club y luego se convirti¨® en su mano derecha, se ir¨¢ por fin el 1 de febrero. Su marcha estaba dictada desde abril del a?o pasado, cuando el proyecto de crear una liga europea le estall¨® en las manos y se vio forzado a anunciar su futura renuncia. Pero, adicto confeso al United, nunca acababa de irse.

Woodward se va con el prestigio de gestor econ¨®mico intacto: ha sabido hacer crecer el potencial comercial de la marca Manchester United en tiempos de crisis. Pero ¡°f¨²tbol es f¨²tbol¡±, que dec¨ªa Boskov, y no ha podido superar la realidad de que el club m¨¢s laureado de Inglaterra desde que se cre¨® la Premier lleva ya nueve temporadas sin ganarla (incluyendo esta, en la que est¨¢ a 22 puntos del l¨ªder). Ese ocaso, adem¨¢s, ha coincidido con el auge del despreciado vecino, el Manchester City, y el despertar del odiado Liverpool, el gran rival hist¨®rico.

F¨ªsico reconvertido a contable y banquero de inversiones, Woodward se gan¨® la confianza de los Glazer cuando desde 2003 les asesoraba en nombre de JP Morgan en la adquisici¨®n del United. En 2007 le pusieron al frente del departamento comercial y en 2013 fue el elegido para sustituir a David Gill al frente del club. Pero se llev¨® la sorpresa de que sir Alex Ferguson le anunciara en su primer encuentro que tambi¨¦n ¨¦l se ir¨ªa a final de temporada. La primera, en la frente.

Cr¨ªtica y p¨²blico le acusan de haber gestionado mal las contrataciones de entrenadores y de jugadores a pesar de que los Glazer, siempre acusados de r¨¢canos, han invertido m¨¢s de 1.000 millones de libras en fichajes desde que se retir¨® Ferguson. El primer entrenador lleg¨® impuesto: sir Alex hab¨ªa sugerido que su sucesor fuera David Moyes, otro escoc¨¦s, que estaba triunfando en el Everton. Pero a Moyes no le dio el poder suficiente para ganarse la autoridad de su predecesor y tampoco tiempo: le ech¨® a los ocho meses. Ferguson hab¨ªa tardado cuatro a?os en ganar su primera Copa y siete su primera Liga.

Woodward estableci¨® que el futuro del United deb¨ªa basarse en f¨²tbol de ataque con jugadores con el factor-X, cantera, un equipo arrogante en el campo pero modesto fuera de la cancha y, claro, con mentalidad ganadora. El elegido para implementar esos mandamientos fue Van Gaal, cuyo f¨²tbol de ataque hab¨ªa evolucionado a un f¨²tbol de posesi¨®n que requer¨ªa jugadores que el United no ten¨ªa. Luego lleg¨® Mourinho, que no es exactamente un ejemplo ni de modestia ni de f¨²tbol de ataque y al que no dieron los defensas que ped¨ªa. Le sustituy¨® Solskjaer, un hist¨®rico cuya leyenda se cimenta en un instante de gloria en 1999 y que nunca hab¨ªa demostrado nada como entrenador. Ahora est¨¢ Ralf Rangnick, un alem¨¢n del que se espera que reinstaure en el vestuario la autoridad perdida desde la retirada de sir Alex.

Woodward ha fichado decenas de jugadores, pero con muy poco ¨¦xito. La lista es larga e incluye fracasos de la talla de Fellaini, Falcao, Di Mar¨ªa, Schweinsteiger, Depay, Schneiderlin, Martial, Lukaku, Bailly, Ibrahimovic, Mkhitaryan, Fred, Matic, Lindelof, Alexis S¨¢nchez o Pogba. Las cosas parecen haber mejorado (Jadon Sancho, Maguire, Varane, Bruno Fernandes) pese a una dudosa tendencia a viejas glorias a precios de saldo, como Cavani y Ronaldo.

Woodward ya no estar¨¢ para contarlo. Pero ha repartido alegr¨ªa por doquier: bajo su mandato, el Crystal Palace ha ganado en Old Trafford por primera vez desde 1989, el West Brom desde 1978, el Sheffield United desde 1973, el Newcastle desde 1972, el Sunderland desde 1968, el Burnley desde 1962, el Cardiff desde 1954 y el Swansea City por primera vez en su historia.

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