Pocos curas, muchos santos
La vinculaci¨®n entre f¨²tbol y religi¨®n ha sido especialmente profunda en las islas brit¨¢nicas, sobre todo desde que se diferenci¨® del rugby y empez¨® a recibir el apoyo de la Iglesia
Aceptamos el reglamento con la misma disciplina con la que un creyente venera las Sagradas Escrituras. Exhibimos nuestra devoci¨®n en los estadios como si estuvi¨¦ramos en un templo. Adoramos a los jugadores como a dioses y ellos se?alan al cielo como si tuvieran comunicaci¨®n directa con El Alt¨ªsimo. Coleccionamos (coleccion¨¢bamos¡) cromos de futbolistas como si fueran estampas de santos. Los ingleses peregrinan a Wembley como quien viaja a Tierra Santa. Y, sobre todo, nos sentimos parte de una comunidad: la que forman los hinchas de nuestro equipo, est¨¦n donde est¨¦n, sean de donde sean. El f¨²tbol es una religi¨®n. Opio del pueblo, dicen los que no lo entienden. Una religi¨®n con muchos santos, muchos m¨¢rtires y algunos milagros. Aunque el milagro propio suele exigir la desdicha ajena.
La vinculaci¨®n entre f¨²tbol y religi¨®n ha sido especialmente profunda en las islas brit¨¢nicas, sobre todo desde que, a partir de 1840, el f¨²tbol se diferenci¨® del rugby y empez¨® a recibir el apoyo de la Iglesia y de movimientos como el llamado cristianismo musculoso, que defend¨ªa la importancia del ejercicio f¨ªsico para alejar al hombre de las tentaciones de la carne y acercarlo a Dios. Aunque el cristianismo musculoso tambi¨¦n defend¨ªa valores menos m¨ªsticos, como el imperialismo brit¨¢nico, impuesto con el rifle en una mano y la Biblia en la otra¡
El origen de muchos clubes ingleses est¨¢ en la industria o en la Iglesia. El Arsenal (the gunners, los ca?oneros) nace a la sombra de la industria militar; el West Ham (the hammers, los martillos) procede de la industria del metal; el Sheffield United (the blades, el filo de la navaja) est¨¢ vinculado a la industria cuchillera. Muchos otros clubes nacen a partir de equipos de las parroquias locales, como el Aston Villa, el Bolton Wanderers, el Southampton (Los Santos), el Everton.
La influencia de la religi¨®n explica que los partidos en Inglaterra se jugaran en s¨¢bado porque el domingo era el d¨ªa del Se?or. Cuando el Arsenal se traslad¨® en 1913 de su sede original en el sur de Londres a Highbury, en el norte, arrend¨® el campo del Colegio de la Divinidad de San Juan, que impuso como condici¨®n contractual que no se jugaran partidos en domingo y no se sirviera alcohol al p¨²blico. El Arsenal tuvo que comprar el campo en 1925 para poder saltarse esas exigencias.
Liverpool es la ciudad inglesa donde viven m¨¢s cat¨®licos, pero eso no significa que sea la ciudad con m¨¢s sectarismo religioso del f¨²tbol brit¨¢nico. Muchos creen que el Everton representa a los cat¨®licos y el Liverpool a los protestantes. Otros creen lo contrario. En realidad, el Everton fue fundado por la Iglesia metodista (o sea, protestante) de Santo Domingo y el Liverpool naci¨® como una escisi¨®n del Everton por razones sobre todo econ¨®micas. A mediados del siglo XX se consideraba que muchos cat¨®licos de Liverpool apoyaban al Everton, pero no hay ning¨²n tipo de divisi¨®n religiosa entre la hinchada. Y a¨²n hoy, como ocurri¨® desde el primer d¨ªa, hay un templo incrustado f¨ªsicamente en Goodison Park, la iglesia anglicana (protestante) de San Lucas Evangelista, que mantiene unas relaciones soberbias con el club y con la hinchada. Si hay alg¨²n club de marcado perfil protestante en la Premier quiz¨¢s sea el Chelsea. O el Manchester United.
El mayor exponente del sectarismo religioso en el f¨²tbol brit¨¢nico es el eterno duelo escoc¨¦s entre el cat¨®lico Celtic y el protestante Rangers. Pero ese aspecto religioso es hoy difuso y si algo queda es el anticatolicismo de los hinchas radicales del Rangers, m¨¢s que su protestantismo.
En general, todo el pa¨ªs hace ya tiempo que abraza las rutas del secularismo e incluso en la muy religiosa y muy dividida Irlanda del Norte el sectarismo est¨¢ perdiendo terreno: el 85% de los norirlandeses cree que el deporte es una buena herramienta para romper barreras entre cat¨®licos y protestantes. Quiz¨¢s por todo eso apenas quedan curas en el f¨²tbol, aunque sigue habiendo santos. Muchos santos.
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