Vuelve Laporta para lo bueno y lo malo
El riesgo es que el amiguismo se imponga al profesionalismo y los ejecutivos m¨¢s solventes sigan el camino de Reverter
Justo cuando el barcelonismo se preparaba para el anuncio de un contrato de patrocinio millonario con Spotify, muy celebrado en el club despu¨¦s de la p¨¦rdida de Messi y la eliminaci¨®n de la Champions, se supo que el director general Ferran Reverter hab¨ªa decidido abandonar el Camp Nou. El contrato con la plataforma, que no pasa por su mejor momento despu¨¦s de no cancelar un podcast antivacunas con insultos racistas, fue el detonante de la salida del ejecutivo despu¨¦s de mantener serias discrepancias desde hace tiempo con el presidente Joan Laporta. Reverter quiso poner distancia con la directiva, marcar un antes y despu¨¦s de un acuerdo sobre cuyo montante final hay serias dudas, mientras no sea confirmado por la compa?¨ªa y por el Bar?a. Las negociaciones expresan al fin y al cabo la disparidad de criterios que a menudo se suceden entre el aparato ejecutivo y el consejo directivo a la hora de gestionar el FC Barcelona con independencia de la clasificaci¨®n del equipo en la Liga, ahora mismo cuarto y en el mejor momento despu¨¦s de ganar al Atl¨¦tico.
El margen de maniobra de Laporta hab¨ªa estado limitado hasta ahora por los avalistas desde que anunci¨® que se presentaba a las elecciones en 2020. No pudo retener a Messi, perdi¨® al que ten¨ªa que ser vicepresidente econ¨®mico, Jaume Gir¨®, y necesit¨® de la garant¨ªa de Audax, Mediapro y Banc de Sabadell para volver al palco del Camp Nou. No se puede entender su contencioso con LaLiga y oposici¨®n al cr¨¦dito de CVC ni su alianza con el Madrid sobre la Superliga si no se tiene en cuenta la quiebra del club y el papel de Reverter y del vicepresidente Eduard Romeu. La sinton¨ªa con Florentino P¨¦rez, presidente del Madrid, y las negociaciones con el Gobierno, a trav¨¦s del ministro Miquel Iceta, permitieron que el Bar?a pudiera alcanzar su vieja aspiraci¨®n de que en enero se eliminara el aval del 15% del presupuesto que deb¨ªan presentar los clubes que no eran SAD. La cancelaci¨®n signific¨® la liberaci¨®n de Laporta. El presidente ha aspirado desde que fue reelegido a blindar su mandato con directivos, asesores y empleados fieles para evitar las crisis vividas en 2005 y en 2008.
El riesgo es que el amiguismo se imponga al profesionalismo y los ejecutivos m¨¢s solventes sigan el camino de Reverter. Aunque el director general es el m¨¢s significativo, no es el ¨²nico de los que han abandonado o abandonar¨¢n la entidad puesto que la pol¨ªtica de contrataciones y el modelo de gobernanza han provocado serios contenciosos entre la direcci¨®n del club y el ¨¢rea de Laporta. Reverter no estaba de acuerdo con los t¨¦rminos acordados por el presidente con Spotify y decidi¨® salir despu¨¦s de negociar la deuda del club con Goldman Sachs. Quien dimiti¨® en 2008 fue Anna Xicoy, la directora general que, al igual que ahora Reverter, discrepaba del modus operandi de Laporta. Ambas son calificadas como crisis de reputaci¨®n provocadas por el presidencialismo de Laporta, incontestable emocionalmente y discutible desde el punto de vista racional que defiende Reverter, el hombre de la llave de la caja del Bar?a. Hay quien no quiere poner su firma a un acuerdo que no comparte y se desmarca de los cargos de confianza impuestos desde el palco del Camp Nou.
Laporta ha vuelto para lo malo y para lo bueno sin ser el mismo de 2003. El barcelonismo no olvida que afront¨® una moci¨®n de censura antes de celebrar el sextete de Guardiola. La salida de Reverter es un serio contratiempo en la reconstrucci¨®n del club, cuyo modelo de propiedad es el motivo de la discusi¨®n, y supondr¨¢ un cambio de relaciones con organismos como LaLiga. Hoy puede que nadie le llevar¨ªa la contraria y Laporta renovar¨ªa a Messi.
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