Sacchi: ¡°El f¨²tbol no es eso que hicieron la Juventus y el Villarreal¡±

Las radios de Tur¨ªn extend¨ªan el chascarrillo de los hinchas del Torino, este jueves en la ma?ana gris y lluviosa del Piamonte. La Juventus, dec¨ªan, ya no era La Vecchia Signora. Tras quedar eliminada por tercer a?o consecutivo en los octavos de final de la Champions, su apodo era Otavia.

El festival de los 40.000 hinchas juventinos que peregrinaron al estadio para presenciar el renacimiento de su equipo qued¨® clausurado en seco. Transformado a partir del minuto 80 en la peque?a fiesta que agit¨® a las decenas de seguidores del Villarreal congregadas en la esquina vallada. Encabezados por Danjuma, los jugadores salieron del vestuario en chanclas, atravesaron el campo y se fueron a bailar frente al coro que los saludaba cantando en la grada. El 0-3 (4-1 en el global de la eliminatoria) no merec¨ªa menos.

Andrea Agnelli, el presidente de la Juventus, tridente del proyecto secesionista de la Superliga junto con Florentino P¨¦rez y Joan Laporta, observaba la escena con el gesto tenso desde el palco. Fumaba y, quiz¨¢s, pensaba que la Champions es demasiado cruel con los ricos y demasiado generosa con los esforzados como el Villarreal, que jam¨¢s habr¨ªan tenido un hueco en la Superliga, al menos en su versi¨®n primigenia, que es la ¨²nica que se conoce. Los 100 millones de euros en fichajes invertidos este invierno, principalmente en Vlahovic, no hab¨ªan servido para superar al club de un pueblo de Castell¨®n con tantos habitantes como aficionados caben en el Juventus Stadium.

A pie de campo, los jugadores de la Juventus procesionaban como penitentes de televisi¨®n en televisi¨®n. ¡°El m¨ªster nos dijo que movi¨¦ramos la pelota para crear espacios pero ellos estaban bien organizados y cerrados y no nos dejaron¡±, dec¨ªa Cuadrado, en perfecto italiano. ¡°As¨ª es que solo pudimos colgar centros¡±.

El m¨ªster al que se refer¨ªa Cuadrado era Massimiliano Allegri, el hombre sobre cuya cabeza pesaba la eliminaci¨®n, tercer entrenador de la Juve en tres temporadas despu¨¦s de Sarri y Pirlo, se?al de las vueltas incoherentes que da la instituci¨®n en busca de definirse futbol¨ªsticamente.

Arrigo Sacchi, decano de los entrenadores italianos que apuestan por la innovaci¨®n de un f¨²tbol anquilosado, se?al¨® que la eliminaci¨®n es consecuencia de un proyecto retr¨®grado que no tiene nada que ver con aquello que lanz¨® a Italia hacia la conquista de la ¨²ltima Eurocopa. ¡°Para llegar lejos en Europa se necesita m¨¢s¡±, dijo Sacchi en La Gazzetta dello Sport. ¡°Mucho m¨¢s de lo que propusieron la Juventus y el Villarreal. Fue un partido muy t¨¢ctico, con poca emoci¨®n, poco ritmo y poca presi¨®n. Los dos pensaron principalmente en no encajar goles. El f¨²tbol no es esto. Estoy convencido de que se ha dado un paso atr¨¢s. Si no hay innovaci¨®n, coraje y conocimiento no se puede pensar en jugar bien. Y en este partido no vi ni innovaci¨®n, ni coraje, ni conocimiento. La Juve parec¨ªa salir de la senda del italianismo. Pero cuando durante 30 d¨ªas te comportas de un modo, llegado el 31 har¨¢s lo mismo que los otros 30¡å.

¡°Algo de suerte¡±

Durante semanas, los capitanes de la Juventus propagaron la idea de que si el Chelsea hab¨ªa ganado la ¨²ltima Champions practicando algo equiparable al catenaccio, eso significaba que este torneo estaba abierto a los equipos de segunda l¨ªnea. ¡°La Champions no la ganan siempre los mejores¡±, dijo Chiellini esperanzado, como si as¨ª se abriera una puerta a la mediocridad.

El resultado fue una eliminatoria estancada entre dos equipos que optaron por evitar las agresiones y dejar que transcurriera el tiempo. Remat¨® 14 veces la Juventus por ocho el equipo espa?ol. Pero como casi siempre ocurre en estos casos, los azares del juego determinaron al vencedor cuando Rugani calcul¨® mal e hizo penalti sobre Coquelin. Dos actores secundarios resultaron decisivos. ¡°Tuvimos algo de suerte¡±, admiti¨® Emery, vencedor de una partida t¨¢ctica que coloca al Villarreal en los terceros cuartos de Champions en su historia y hunde a la Juventus en el abismo de una crisis que no cesa.

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