La dolorosa realidad f¨ªsica de Nadal
Pese al deseo de competir con regularidad, el cuerpo erosionado del mallorqu¨ªn le obliga a multiplicar la prevenci¨®n con vistas a la exigencia de la gira sobre tierra
Despu¨¦s de firmar la en¨¦sima heroicidad en Australia, donde el pasado 30 de enero elev¨® su 21? grande en forma de una resurrecci¨®n deportiva inesperada por ¨¦l mismo, Rafael Nadal insisti¨® en trasladar un mensaje que iba mucho m¨¢s all¨¢ del ¨¦xito puntual. Entonces, dec¨ªa y subrayaba, su prioridad era volver a sentir la adrenalina diaria del profesionalismo y competir otra vez con la regularidad que le hab¨ªa faltado durante las dos campa?as previas, en las que apenas pudo disputar siete torneos en cada una debido al prolongado par¨®n de la pandemia (2020) y al azote f¨ªsico del pie izquierdo el a?o pasado.
Al comenzar este curso, el balear se reuni¨® con su equipo para dise?ar la hoja de ruta y, siempre en la l¨ªnea de la precauci¨®n, se marc¨® el objetivo de volver a disputar el m¨¢ximo n¨²mero de torneos posible, atendiendo, por supuesto, a la respuesta instant¨¢nea de su f¨ªsico. ¡°?Dosificarme m¨¢s? Si lo hiciera, dejar¨ªa de ser tenista¡±, razonaba tras ganar en Australia. De ah¨ª salt¨® a Acapulco, con dos t¨ªtulos ya en el bolsillo, y despu¨¦s de engarzar el tercero y de poder guerrear en la pista sin limitaciones, se encontr¨® con dos desagradables baches en el exigente trazado de Indian Wells, donde cedi¨® ante Taylor Fritz en la final (6-3 y 7-6(5).
El dolor en el pie izquierdo, en el que padece una lesi¨®n cr¨®nica desde los 18 a?os, sorte¨® el tratamiento que lleva a cabo el balear y le lanz¨® una advertencia durante el partido de octavos contra Reilly Opelka. ¡°No voy a mentir ni a ocultar cosas, me ha molestado m¨¢s. Ahora debo hacer un ¨²ltimo esfuerzo y confiar en que pueda aguantar¡±, indic¨®.
Previamente hab¨ªa logrado superar dos espinosos cruces con Sebastian Korda (a tres sets, 2h 36m) y Daniel Evans (1h 42m), y en los cuartos se top¨® con la versi¨®n buena de Nick Kyrgios, que tambi¨¦n le oblig¨® a jugar tres mangas. Exigido en cada ronda y pendiente de controlar el pie, en las semifinales apareci¨® un enemigo nuevo; un dolor punzante en el pectoral izquierdo que requiri¨® de la atenci¨®n m¨¦dica en el duelo contra Carlos Alcaraz y que menos de veinticuatro horas despu¨¦s se recrudeci¨® en la final ante el estadounidense Fritz.
El pie y las costillas
Pese al da?o que le provocaban los aguijonazos decidi¨® saltar a la pista, pero el asunto fue a mayores y tuvo que ser asistido en dos ocasiones. Se ech¨® la mano al pecho en varias ocasiones y mientras el fisio le masajeaba sobre el cemento, apretaba los dientes del dolor. ¡°Me costaba respirar. No s¨¦ si es algo en las costillas... Es como tener una aguja ah¨ª dentro, todo el rato. Me duele, es muy inc¨®modo y me limita mucho. Me mareo un poco porque es doloroso¡±, detall¨®, precisando que la estrechez de tiempo entre la semifinal y la final le impidi¨® acometer la lesi¨®n como es debido; ¡°m¨¢s que triste por la derrota, algo que acept¨¦ de inmediato, e incluso antes de que terminara el partido, se trata de que estoy sufriendo un poco, sinceramente¡±.
La dimensi¨®n ten¨ªstica de Nadal le permite en muchas ocasiones salvar partidos en los que no necesita llevar al l¨ªmite a su cuerpo. En Indian Wells, sin embargo, no encontr¨® tregua y el peaje f¨ªsico del choque con Alcaraz, 17 a?os menor que ¨¦l (35-18), termin¨® de perjudicarle hasta alcanzar un grado pr¨¢cticamente insoportable, por m¨¢s que su umbral del dolor sea superior al de la media. En lugar de echar el freno de mano y renunciar a la final, hizo un acto de fe e incluso estuvo cerca de ganarle un set a Fritz, compitiendo muy por debajo de sus posibilidades reales, lejos del cien por cien.
A su regreso a Espa?a, puesto que antes de este ¨²ltimo percance ya hab¨ªa anunciado que no participar¨ªa en Miami con el objetivo de dosificarse, Nadal evaluar¨¢ la lesi¨®n y proceder¨¢ para llegar lo mejor posible a la gira de tierra batida, que comienza el 10 de abril en Montecarlo. En un principio contemplaba hacer el trazado completo, del Principado a Barcelona, de ah¨ª a Madrid, parada en Roma y Roland Garros como culminaci¨®n; no obstante, probablemente tenga que reconsiderar el plan y descartar algunas de las citas, en funci¨®n de c¨®mo reaccione su cuerpo al estr¨¦s de la competici¨®n continuada.
A pesar de que la arcilla sea menos corrosiva que el asfalto en t¨¦rminos f¨ªsicos, el a?o pasado el pie empez¨® a darle guerra en la primavera y trunc¨® por completo su planteamiento. Ahora es el pecho, y ma?ana no se sabe, as¨ª que el balear debe multiplicar el celo para salvaguardar el chasis y cumplir ese deseo de intervenir con frecuencia, y no a tirones.
¡°Es duro tener estas sensaciones cualquier d¨ªa, pero en una final es muy, muy feo. Hoy [por el domingo] es un d¨ªa duro, pero los dos ¨²ltimos meses han sido incre¨ªbles¡±, se?al¨® antes de abandonar el Valle de Coachella y poner rumbo a casa; ¡°ahora es el momento de intentar solucionar este problema lo antes posible, e intentar empezar en la tierra. Lo que me preocupa ahora es lo que me est¨¢ pasando, lo que tengo que hacer para recuperarme y cu¨¢nto tiempo me va a llevar¡±.
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