Nadal contra Alcaraz, maestro contra heredero
El balear tumba al ind¨®mito Kyrgios (7-6(0), 5-7 y 6-4) y el murciano despacha al ¨²ltimo campe¨®n, Norrie (6-4 y 6-3), por lo que garantizan un finalista espa?ol
Se relame el aficionado al tenis porque se avecina una cita grande en Indian Wells. No es in¨¦dita entre ellos, pero s¨ª especial. Por primera vez en la historia, dos jugadores espa?oles chocar¨¢n en las semifinales y el pulso, este s¨¢bado a las 19.00, tendr¨¢ un marcado aroma generacional. El maestro frente al heredero, Rafael Nadal contra Carlos Alcaraz. El mallorqu¨ªn, de 35 a?os, noque¨® al australiano Nick Kyrgios (7-6(0), 5-7 y 6-4, tras 2h 46m) y enlaz¨® su 19? victoria consecutiva este a?o; despu¨¦s, el murciano, de 18, despach¨® (6-4 y 6-3, en 1h 44m) al ¨²ltimo campe¨®n del torneo, Cameron Norrie, y accedi¨® por primera vez a la antepen¨²ltima ronda de un Masters 1000.
En consecuencia, el choque garantiza la presencia de un representante espa?ol en la final masculina del domingo y servir¨¢ de baremo para Alcaraz, que ya ret¨® a Nadal en la ¨²ltima edici¨®n del torneo de Madrid. Poco tiene que ver aquel duelo con el venidero, ya que el murciano, en plena eclosi¨®n hoy d¨ªa y que festejaba la mayor¨ªa de edad ese 5 de mayo, estaba entonces muy verde. Tanto que se agarrot¨®, tuvo que ser atendido del abdomen y se fue satisfecho por los tres juegos que logr¨® ara?ar (6-1 y 6-2). Hoy, la sensaci¨®n ser¨ªa muy diferente. El chico figura ya entre los 15 mejores del mundo y no se pone l¨ªmites, sino que insiste en la idea de que m¨¢s pronto que tarde quiere ser el n¨²mero uno.
¡°Tiene la pasi¨®n, la humildad, el talento y el f¨ªsico¡±, destac¨® Nadal; ¡°en muchas cosas, me recuerda mucho a mi yo de 17 ¨® 18 a?os. Creo que es imparable y ser¨¢ un gran rival tanto ahora como en los pr¨®ximos meses¡±.
De momento, sigue en liza en Indian Wells, donde la cronolog¨ªa remite a 2019 para dar con un semifinalista tan joven; entonces Felix-Augger Aliassime, con 18 a?os y 8 meses, dos menos que ahora Alcaraz. El del Palmar se deshizo de Norrie ofreciendo otra buena muestra de su calidad. No es futuro, puro presente. Piernas para todo, imaginaci¨®n de sobra y una mente gran¨ªtica para engancharse a los partidos con crampones. Le quebr¨® dos veces el saque el brit¨¢nico en el primer set, pero dio igual. Tambi¨¦n demarr¨® dos veces en el segundo, pero la respuesta fue igual de rotunda. 38 winners mediante, Alcaraz le abras¨® y sigue sin ceder un solo set.
Fue otra actuaci¨®n brillante, aunque el plato fuerte lleg¨® en el turno previo. Kyrgios, el Dos Caras del tenis moderno, debati¨® la victoria hasta el final, pero Nadal le contuvo y registra ya 19 este a?o. Es decir, el espa?ol conserva el pleno. No hay quien le frente esta campa?a, sea cual sea la circunstancia. Ven¨ªa el balear de tres pruebas duras en las estaciones previas (Korda, Evans y Opelka) y con el pie izquierdo d¨¢ndole avisos, y aun as¨ª, con la versi¨®n espl¨¦ndida del australiano enfrente, logr¨® imponer galones y marcar otra vez territorio.
No hay, probablemente, dos personajes m¨¢s antag¨®nicos que Nadal y Kyrgios en el circuito. El uno es la dedicaci¨®n y el buen hacer, deportista mod¨¦lico y ejemplar dentro y fuera de la pista, puro m¨¦todo y tributo a la superaci¨®n; el otro, al que la naturaleza le concedi¨® unas virtudes f¨ªsicas y t¨¦cnicas extraordinarias, se empe?a d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n, temporada tras temporada, en desechar el talento y echar por tierra su carrera a base de dispersi¨®n, desapego por su deporte ¨Cel curso pasado disput¨® 15 partidos y en este totaliza cinco¨C y malos modos, de un desprecio recurrente contra el profesionalismo.
No obstante, esta vez al australiano le apetec¨ªa jugar. Aunque ¨²ltimamente ha suavizado los mensajes hacia el espa?ol, ten¨ªa por delante un caramelo tan tentador como el de convertirse en el hombre que pusiera fin a la secuencia vencedora de Nadal esta temporada. Por eso, comenz¨® aplicado y centrado como pocas veces, incontestable con el servicio y abriendo gas en los peloteos, llevando la iniciativa y cogiendo el tim¨®n del duelo. El mallorqu¨ªn, mientras, no terminaba de estar c¨®modo. A remolque y con gesto fr¨ªo. Hasta ah¨ª, sin se?ales negativas del pie; no perceptibles, al menos. Pero no flu¨ªa.
Raquetazos y un grito a destiempo
Despu¨¦s de una largu¨ªsima hibernaci¨®n ¨Cen realidad, permanente¨C, a Kyrgios (26 a?os, 132? del mundo) le dio por competir y lo agradeci¨® el espect¨¢culo. Beneficiado por una doble falta de Nadal, se anot¨® el primer break y sirvi¨® para adjudicarse el primer parcial, pero perdi¨® m¨ªnimamente el hilo y su mente hizo clic. El espa?ol, al que le basta con un me?ique para seguir aferrado a la cornisa del precipicio, aprovech¨® el despiste e igual¨® en el d¨¦cimo juego. Puso el cepo, y Kyrgios cay¨®. Raqueta al suelo, otra destrozada y un pu?etazo al cubo del banquillo. El show tradicional.
Le reproch¨® al juez, Carlos Bernardes, los reiterados sonidos emitidos desde la grada y explot¨®. En el tie-break desconect¨®, y solo volvi¨® a tierra para soltar un exabrupto que le cost¨® (por otra advertencia previa) la p¨¦rdida del ¨²ltimo punto. Generalmente, la situaci¨®n hubiera sido el anticipo de que se fuera definitivamente del partido, pero en esta ocasi¨®n lo pele¨®. Exigi¨® de principio a fin a Nadal, siempre a lo suyo y siempre enchufado el de Manacor, aunque fallando en algunas maniobras que no suele fallar y penalizado por las dobles faltas (7) en algunos instantes delicados.
Un paso en falso propici¨® la rotura que concedi¨® el segundo set Kyrgios, y al final el pulso se dirimi¨® en un atractivo tira y afloja en el que tanto emocional (l¨®gico y previsible) como estrat¨¦gicamente, Nadal (rotura para 4-3, jaque mate y smash en la r¨²brica) estuvo por encima. Condicionado en los apoyos y algunas frenadas por el pie lastimado, se sobrepuso a las molestias y redujo finalmente al australiano, castigado por una doble falta decisiva y que denunci¨® amargamente el desafortunado grito de un aficionado justo cuando iba a servir. Ah¨ª ya s¨ª, se inclin¨®.
Con 30 golpes ganadores (frente a 29), pericia en la red (16 aciertos en 20 subidas) y otro ejercicio de supervivencia, Nadal desembarc¨® por und¨¦cima vez en las semifinales del torneo californiano. Sin tregua, sosiego ni paz alguna en ninguno de los cuatro compromisos que ha disputado hasta ahora, el campe¨®n de 21 grandes sigue desafiando a los n¨²meros y a s¨ª mismo. Del 1 de enero a hoy, no hay quien le tosa. ?Ser¨¢ Alcaraz el que lo haga?
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