Premio a la constancia para Aleix Espargar¨®, que logra en el GP de Argentina la primera victoria de su vida

200 grandes premios en MotoGP. 32 a?os. 16 temporadas completas en el Mundial y unas cuantas carreras sueltas. Tres podios y tres pole, la ¨²ltima la tarde del s¨¢bado. Y dos hijos, Max y M¨ªa, que apenas acaban de aprender a ir en bici. Pero la hoja de servicios de Aleix Espargar¨® estaba incompleta. Hasta este domingo. Cuando se plant¨® en la primera posici¨®n de la parrilla de salida, a las tres de la tarde en Argentina, bajo un c¨¢lido sol, era el ¨²nico de los 24 pilotos en formaci¨®n que nunca hab¨ªa ganado una carrera.

Por eso, y por todo aquello que esconden los datos, le cost¨® contener la emoci¨®n al piloto de Granollers, al chico que creci¨® en un pueblo desde el que se escucha el rugir de las motos en el vecino Montmel¨®, cuando cruz¨® la meta en primer lugar. Y se adjudic¨® la primera victoria de su vida. La primera tambi¨¦n para Aprilia, la f¨¢brica m¨¢s modesta del campeonato, cuyo trabajo, tras pruebas y m¨¢s pruebas, tras a?os de abandonos, ca¨ªdas y motores que tiraban menos que los de una moto el¨¦ctrica subiendo a Montjuic, toma forma este a?o en una m¨¢quina equilibrada, regular, ¨¢gil y veloz, que ni siquiera sufri¨® al medirse en la recta a la Ducati de Jorge Mart¨ªn.

Si Aleix, el mayor de los hermanos Espargar¨® ¨Clos dos pilotos, y por poco no estuvieron los dos en el podio: fall¨® Pol, que se cay¨® tras 14 giros¨C gan¨® el GP de Argentina, una carrera soleada, sin contratiempos, ni desequilibrios causados por los (a veces) tan criticados neum¨¢ticos Michelin, es todo culpa suya. Y de la f¨¢brica de Noale, que ha dado por fin con la tecla. Y present¨® ya en Qatar la herramienta con la que aspira a romperles los esquemas a los poderosos. Como hizo en Termas de R¨ªo Hondo, donde se impuso a la potente Ducati, se desliz¨® mejor que la Suzuki y la Yamaha y dej¨® en el olvido a Honda o KTM.

Lo hizo todo bien Espargar¨®, pese a ceder la primera plaza en la salida, lanzado como iba Mart¨ªn por el estratosf¨¦rico dispositivo de salida de la Desmosedici, la moto m¨¢s vanguardista de la categor¨ªa desde hace a?os. El de Aprilia sab¨ªa que ten¨ªa un ritmo envidiable. Y ya comprob¨® en Qatar, donde termin¨® cuarto, que esa moto era constante y respond¨ªa a sus exigencias. As¨ª que nunca perdi¨® la confianza. Y sigui¨® la rueda del madrile?o, su amigo, ese chaval al que se llev¨® a entrenar e invit¨® a cenar tantas veces cuando no era m¨¢s que una promesa salida de la Rookies Cup. Sab¨ªa que el Mart¨ªn del 2022, que ya es campe¨®n del mundo y cuyo palmar¨¦s le supera, le dar¨ªa una rueda fabulosa que le guiar¨ªa hasta el triunfo.

¡°Nunca hab¨ªa gestionado una situaci¨®n as¨ª¡±, se confesaba Aleix al terminar la carrera. Corri¨® con el freno echado durante 20 vueltas. Esperando su momento. Asom¨® la patita en la curva cinco y a falta de ocho giros. Lo volvi¨® a intentar, en el mismo punto al cabo de dos vueltas. Y repiti¨® a falta de cinco. A la tercera fue la vencida. Apur¨® un poco menos la frenada, cerr¨® bien la direcci¨®n. Y conserv¨® el interior de la curva. Las dos d¨¦cimas que apenas separaban entonces a los dos pilotos fueron ampli¨¢ndose curva a curva. Supo bien pronto Mart¨ªn que no ten¨ªa nada que hacer m¨¢s que conformarse con el segundo puesto y contentarse con que fuera su amigo quien ganara la carrera.

Se llev¨® as¨ª Espargar¨® el premio a la constancia en Termas. Debut¨® en el Mundial en la ¨²ltima carrera del a?o 2004, como invitado, y con apenas 15 a?os. Le cost¨® encontrar la regularidad. Y el sitio adecuado. Especialmente aquel 2009 en que, despu¨¦s de dos temporadas completas en 250cc, se qued¨® sin equipo e hizo apariciones espor¨¢dicas: corri¨® con una Aprilia de 250cc y con una Ducati de MotoGP; tuvo luego que dar un paso atr¨¢s y volver a Moto2 antes de regresar a la categor¨ªa reina. Diez a?os despu¨¦s de aquello dudaba sobre cu¨¢l era su sitio. Tras una dura lesi¨®n, se planteaba si aquella era la vida que quer¨ªa mientras buscaba refugio en los puertos de monta?a y subido siempre a una bici. Lo habl¨® con Laura, su mujer. No era feliz. ¡°Terminaba el 18 en cada carrera¡±, recordaba este domingo. Pero persisti¨®. ¡°Jam¨¢s en pista tir¨¦ la toalla; siempre le he demostrado a Aprilia que nunca han tenido a un piloto m¨¢s trabajador que yo¡±, a?ad¨ªa. Pasional, lenguaraz y de l¨¢grima f¨¢cil, Espargar¨® ha encontrado por fin su recompensa.

Y subi¨® al podio en un domingo tremendo para el motociclismo espa?ol, que ya no est¨¢ tan acostumbrado como antes a copar el podio del Mundial, menos el de la categor¨ªa reina. Lo consiguieron ayer tres pilotos que son amigos y comparten buenos ratos en Andorra, donde residen, pues se sum¨® tambi¨¦n Alex Rins, subido al tercer escal¨®n del podio tras una muy buena carrera. Insuficiente, sin embargo, para seguirle el ritmo al hombre del d¨ªa.

Ahora Aleix solo sue?a con volver a repetir la haza?a. Y se imagina peleando por el campeonato. ¡°No es imposible¡±, se lanza, atrevido. Tiene moto para hacerlo.

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