El Rayo gana cuatro meses despu¨¦s
Un tanto de Sergi Guardiola da el primer triunfo desde diciembre al equipo de Iraola y certifica la permanencia de forma virtual
El Espanyol navega sin saber muy bien qu¨¦ es lo que busca. Con Europa en el horizonte ¡ªdemasiado lejos¡ª y la permanencia en el bolsillo, los de Vicente Moreno recib¨ªan a un Rayo Vallecano que se jugaba, un d¨ªa m¨¢s, certificar la salvaci¨®n. Los de Iraola, que acumulaban 124 d¨ªas sin conocer la victoria en liga, rompieron la racha con un solitario gol de Sergi Guardiola al borde del descanso. En una jugada embarullada, en la que el VAR revis¨® un posible fuera de juego rayista, el delantero vole¨® un bal¨®n dividido con la pierna izquierda y, con ayuda de Diego L¨®pez, puso a su equipo por delante. Fue lo m¨¢s destacado de una primera parte repleta de circulaciones lentas, pases previsibles y acciones que no saldr¨ªan en ning¨²n resumen del partido.
Solo dos futbolistas intentaron llevar la contraria. En el Rayo, con un Trejo irreconocible, todo empieza y termina en Isi. El murciano, omnipresente ¡ªrecorri¨® m¨¢s de 11 kil¨®metros¡ª, fabrica ocasiones, roba balones y tira desmarques que sus compa?eros no siempre ven. En el otro frente, quien corta los bostezos de la grada es Sergi Darder. La tranquilidad del ¡®10¡ä con el bal¨®n en los pies es impropia de un partido que decide la permanencia en la categor¨ªa.
Ante m¨¢s de 29.000 asientos vac¨ªos ¡ªuna de las entradas m¨¢s pobres de la temporada en el RCDE Stadium¡ª, ambos equipos saltaron con otro aire a la segunda mitad. El Rayo, dispuesto a defender tres puntos que, sumados a los 34 que acumulaba antes del pitido inicial, le serv¨ªan para rozar la permanencia matem¨¢tica. El Espanyol, con ganas de demostrar por qu¨¦ ni Real Madrid ni Barcelona han ganado en Cornell¨¢ esta temporada.
En esas, el partido subi¨® de temperatura tras la reanudaci¨®n. La intensidad de ambos equipos, y de ambos banquillos, desemboc¨® en un aumento de tarjetas y discusiones que Mateu Lahoz solvent¨® con tres amarillas y una expulsi¨®n (Daniel Pend¨ªn, segundo entrenador de los blanquiazules) antes de llegar a la hora de partido. Tras el arre¨®n inicial, en el m¨¢s amplio sentido del t¨¦rmino, el partido comenz¨® a tomar color franjirrojo.
Con el Espanyol cada vez m¨¢s cobijado en su campo, los de Iraola sacaron destellos de lo que fue un inicio de temporada glorioso y trataron de controlar el ritmo del bal¨®n a su antojo.
La m¨¢s clara de la segunda mitad fue un zurdazo de ?lvaro Garc¨ªa que se estrell¨® en el poste derecho de Diego L¨®pez. Antes, en el mismo palo, Ra¨²l de Tom¨¢s hab¨ªa hecho lo propio en la primera mitad. El delantero madrile?o, in¨¦dito en la mayor¨ªa del encuentro, no fue capaz de conectar los pases de sus compa?eros, no siempre precisos, con la porter¨ªa rival.
Antes de la conclusi¨®n, Mateu Lahoz tuvo que sacar m¨¢s tarjetas ¡ªocho en total¡ª para calmar los ¨¢nimos de un partido que se calent¨® por momentos m¨¢s de lo que deber¨ªa. Al final, el Rayo viaja de vuelta a Madrid con una botella de ox¨ªgeno que ansiaba desde navidades y el Espanyol, con 39 puntos, sigue en tierra de nadie a cinco jornadas de finalizar el campeonato.
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