Klopp, al Real Madrid: ¡°Cuanto m¨¢s ganas, m¨¢s posibilidades hay de perder¡±

A primera hora de la tarde, la muchachada del Liverpool empezaba a reproducirse en los alrededores de Saint-Denis. Clones unos de otros, hombres de mediana edad, gorra, pantalones cortos y barriga cervecera. Typical british fan. Toda una vida recorri¨¦ndose Europa con ese aspecto.

Con un ch¨¢ndal largo negro y tambi¨¦n con una gorra apareci¨® poco despu¨¦s en la sala de prensa del estadio su entrenador en jefe, J¨¹rgen Klopp. Una comparecencia que gir¨® alrededor del pasado: el gen¨¦rico, a cuenta de la abrumadora experiencia del Madrid en finales de Champions (solo dos perdidas de 16 y sin fallo en las siete ¨²ltimas); y el concreto, el que sucedi¨® en Kiev en 2018, cuando los blancos alzaron el t¨ªtulo ante los red (3-1). ¡°No ten¨ªamos el banquillo completo, lo que pas¨® con Mohamed Salah [retirado lesionado a la media hora por un enganch¨®n con Sergio Ramos], y nuestro portero [Karius, que la pifi¨® en el primer y tercer gol] ten¨ªa una conmoci¨®n y no deb¨ªa haber jugado. Pero hay que aprender a ganar¡±, apunt¨® el t¨¦cnico alem¨¢n.

Algo que hizo pronto, al a?o siguiente, al atrapar la orejona en Madrid contra el Tottenham. Esta de Par¨ªs ser¨¢ su tercera final de la Liga de Campeones en cinco temporadas, un balance m¨¢s que notable, el que suele distinguir a los conjuntos que marcan un periodo concreto de dominio, pero que ahora se cruza con el mandam¨¢s de la competici¨®n. ¡°Para algunos jugadores ser¨ªa el quinto t¨ªtulo y el cuarto del entrenador. El problema es que jugamos contra un equipo que no ha perdido¡±, indic¨® el alem¨¢n, casi como un lamento que acompa?¨® con un deseo: ¡°Cuanto m¨¢s ganas, m¨¢s posibilidades hay de perder. No s¨¦ si el Madrid lo piensa, pero ojal¨¢ ocurra¡±, solt¨® Klopp, que, tras alg¨²n rodeo, adjudic¨® un ligero favoritismo a los blancos. ¡°No podemos comprar su experiencia en una noche. Podr¨ªamos escribir un libro sobre los logros del Madrid, pero nosotros tambi¨¦n somos un buen equipo. Tenemos que ser nosotros mismos¡±, reclam¨® el entrenador del Liverpool.

Y, si se habla de pasado, nadie en el bando ingl¨¦s como Salah, martirizado por su lesi¨®n de 2018, que en cuanto conoci¨® que el Madrid le esperaba en la final pronunci¨® la palabra que m¨¢s se ha repetido recientemente: venganza. ¡°Hay muchas motivaciones para dar todo ma?ana. Esa podr¨ªa ser una, pero no la ¨²nica ni la m¨¢s importante¡±, matiz¨® Klopp, que en los ¨²ltimos d¨ªas recibi¨® el alivio por la mejor¨ªa f¨ªsica de Thiago y Fabinho. Ambos se entrenaron y podr¨ªan estar disponibles para la cita, extremo que estuvo en duda el pasado fin de semana en el caso del primero por una dolencia en el tend¨®n de Aquiles. En todo caso, el preparador germano anunci¨® que no habr¨¢ sorpresas. ¡°Los jugadores ver¨ªan que estoy nervioso¡±, coment¨®.

Un c¨¦sped nuevo

En su intervenci¨®n, el t¨¦cnico red se refiri¨® varias veces, y no con agrado, al cambio de c¨¦sped que se hizo este mi¨¦rcoles en Saint-Denis. ¡°Seguro que no es el mejor campo de nuestra vida. Espero que no haya noticias sobre ¨¦l. Si ganamos, esto no le interesar¨¢ a nadie¡±, coment¨® antes de que le preguntaran desde su pa¨ªs, en conexi¨®n telem¨¢tica, por la guerra. Esta final deb¨ªa haberse disputado en San Petersburgo, pero la guerra la deriv¨® a Par¨ªs. Klopp dud¨®, balbuce¨®, se qued¨® unos segundos en silencio y luego se arranc¨® brevemente: ¡°La vida sigue, aunque uno intente destruirla. Jugamos la final para toda la gente de Ucrania¡±, afirm¨®.

Antes, Andy Robertson y Trent Alexander-Arnold se detuvieron menos en el pasado y resolvieron el compromiso con la prensa sin tantos detalles. ¡°Las batallas individuales forman parte del partido, las habr¨¢ en cada parte del campo, pero este es un juego de equipo¡±, contest¨® el segundo cuando le plantearon la cuesti¨®n de su enfrentamiento con Vinicius, vencedor la temporada pasada en el duelo de cuartos.

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