A los Warriors les basta un espectacular tercer cuarto para vapulear a los Celtics

Fieles a su estilo, los Golden State Warriors enderezaron el rumbo del segundo partido de la final de la NBA en el tercer cuarto. Hasta entonces, la cosa les hab¨ªa salido m¨¢s bien espesa, pero lleg¨®, como siempre, Stephen Curry, y como a veces, Jordan Poole, y se acab¨® la discusi¨®n a base de triples. El ¨²ltimo lo anot¨® Poole sobre la bocina y casi desde el medio campo. Total, que los Boston Celtics acabaron 21 puntos abajo, y al t¨¦rmino del partido el marcador (107-88) hablaba este domingo por la noche con elocuencia.

El ¨²ltimo cuarto confirm¨® la debacle para el equipo entrenado por Ime Udoka que, desde el banquillo de la impotencia, hasta se llev¨® una falta t¨¦cnica por protestar a los ¨¢rbitros. Enseguida el abismo se ensanch¨® en el marcador hasta los 29 puntos, y los Celtics poco menos que bajaron los brazos.

Pero lo cierto es que eso tampoco hizo justicia a su desempe?o; los de Boston en realidad hab¨ªan sujetado el marcador con determinaci¨®n en la primera mitad del partido. Por un momento, pareci¨® que iban a lograr lo (casi) imposible. Solo dos equipos en la historia de la NBA, los Chicago Bulls en la temporada 92-93 y los Houston Rockets de dos a?os despu¨¦s, ganaron los dos primeros partidos de la final (y, spoiler, tanto unos como otros se acabaron llevando el anillo). Tras dar la sorpresa el jueves pasado derrotando en campo enemigo, el reluciente Chase Center de San Francisco, a los Warriors en el primero de los siete asaltos, los Celtics regresan ahora casa con la eliminatoria igualada.

Si el sue?o son¨® moment¨¢neamente posible fue gracias a una brillante actuaci¨®n de Jayson Tatum. Junto a Jaylen Brown llev¨® el peso de su equipo en el primer cuarto; juntos marcaron 26 de los 30 puntos de los Celtics en los 12 minutos inaugurales, que acabaron con los visitantes un punto arriba.

Luego, Brown decidi¨® darse de baja, como Al Holford, el primer dominicano que se ve en esta tesitura en la historia, que en realidad lo tra¨ªa decidido de casa: marc¨® 26 puntos en el primer encuentro, y en este segundo, solo dos (los mismos que otros de los que se esperaba m¨¢s: Marcus Stuart y Robert Williams III). Tatum, en cambio, sigui¨® a lo suyo. Acab¨® el partido con 28 puntos y fue el segundo m¨¢ximo anotador. El primero, con 29, fue Curry.

Tambi¨¦n result¨® decisivo durante un rato Derrick White. Fue ese rato en el que se peg¨® a Curry como el alquitr¨¢n. Una vez liberaron al base de los Warriors de su carga, todo volvi¨® a parecer extremadamente f¨¢cil en sus manos (y sus pies). De esa manera, los suyos se pusieron por delante, y la rivalidad pas¨® a la historia.

Antes de dar por iniciadas las hostilidades, la noche hab¨ªa empezado con un honroso gesto compartido por ambos contrincantes. Sus entrenadores y jugadores se presentaron en la cancha con camisetas naranjas con el mensaje ¡°Terminen con la violencia armada¡±, en respuesta a la epidemia de tiroteos masivos que azota desde hace un mes el pa¨ªs, y al t¨¦rmino de un fin de semana que ha sido especialmente terrible en las calles estadounidenses. A esas horas ya se hab¨ªan contabilizado, como resultado de una noche de s¨¢bado especialmente tr¨¢gica, 11 ataques de este tipo en ciudades como Filadelfia, Chattanooga o Grand Rapids: esos incidentes se cobraron la vida de al menos 16 personas e hirieron a otras 61.

El siguiente asalto de la final de la NBA ser¨¢ el mi¨¦rcoles en Boston, una ciudad deseosa de que el baloncesto vuelva a casa. Los Celtics son ese equipo legendario que sigue confiando demasiado en la memoria de sus aficionados. Tienen 17 anillos en sus vitrinas, pero solo han ganado un campeonato desde 1986. Fue en el lejano 2008. La historia de ¨¦xito de los Warriors est¨¢ mucho m¨¢s fresca. Han jugado seis de las ¨²ltimas ocho finales. Tres de sus seis anillos los lograron desde 2015.

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