Con la capa de superh¨¦roe
El talento diferencial de Mirotic desiguala con 20 puntos un partido card¨ªaco cuando el duelo se volv¨ªa m¨¢s f¨ªsico, en la segunda mitad
Un encuentro clave, de nervios, duro como se esperaba, decidido en las dos ¨²ltimas posesiones por un jugador diferencial como es Mirotic. As¨ª es la final¨ªsima de nuestra Liga de baloncesto, para vivirla con un desfibrilador al lado porque donde no llegue el acierto, o incluso las piernas, a estas alturas de la temporada solo puede llegar el coraz¨®n.
Decidir un t¨ªtulo a cinco partidos puede parecer un plan a largo plazo, o en el que al menos va a haber margen para reaccionar. Pero en el ¨¢mbito de una final de Liga Endesa puede ser un error definitivo no ir a cada encuentro como si se tratara del ¨²ltimo. As¨ª sali¨® el Real Madrid en el primer partido de la serie y as¨ª se preve¨ªa que intentar¨ªa entrar el FC Barcelona en un duelo que para los hombres de Saras era a vida o casi muerte porque nunca en una final de Liga se ha levantado un 0-2.
Pronto se intuy¨® un cambio de din¨¢mica, o al menos se percibi¨® una energ¨ªa distinta de la del lunes. Sucedi¨® aunque el Madrid comenzara dominando porque ley¨® muy bien la situaci¨®n de Sanli, que no est¨¢ en su mejor momento con problemas de lateralidad despu¨¦s de su lesi¨®n, y atacaba bien sobre sus bloqueos adem¨¢s de repetir en el bot¨ªn que se obtiene al rebote.
La salida de Davies vari¨® esa t¨®nica porque con ¨¦l metido en partido los interiores azulgrana arrastran mejor a las defensas y los exteriores encontraban mejor situaci¨®n en el tiro. Creciendo en ataque, tambi¨¦n mejoraron prestaciones defensivas rompiendo el timing de los pases y la circulaci¨®n del Real Madrid. El equipo visitante vio lastrado su tiro con una selecci¨®n mala que le llev¨® a un 2 de 15 en lanzamientos de tres. Demasiados ataques sin sumar para los blancos que buscaban acciones muy r¨¢pidas pero casi siempre desde fuera y no con tanta verticalidad al aro como en la primera jornada.
Atr¨¢s s¨ª que el Madrid manten¨ªa el nivel defensivo que le permit¨ªa robar hasta cinco balones gracias en este caso a esos cambios con los que consigue adelantarse muy bien sobre el pase. Los locales hab¨ªan mejorado respecto al primer partido aspectos evidentes. Pero su rival manten¨ªa el tono con ese oficio que caracteriza a los madridistas en las grandes citas, le falte quien le falte. Con una presentaci¨®n de partido as¨ª, durante los primeros veinte minutos de duelo qued¨® muy claro que iba a ser un segundo punto de la final a cara de perro.
Se confirm¨® en la segunda mitad. Lo de ver minutos de alumnos contra profes, o ni?os contra hombres, qued¨® relegado al rinc¨®n de aquel primer encuentro. Si cabe fueron 20 minutos aun m¨¢s f¨ªsicos, con muchos nervios, enganchones, tensi¨®n, con el rebote ya igualado, y con un Real Madrid m¨¢s coral aunque sus porcentajes bajaron, y en los que apareci¨® el factor diferencial de Mirotic, que se puso la capa de Superman. As¨ª sum¨® 20 puntos con los que da vida a un Barcelona que iguala el pulso.
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