Miedo.

¡°El Tour es una monta?a rusa¡±, dice Enric Mas. ¡°Un d¨ªa me siento genial, al d¨ªa siguiente, una casta?a. El psic¨®logo me dice, que los d¨ªas de euforia, no me crezca, que los d¨ªas malos, no me hunda, que emocionalmente lleve siempre la misma l¨ªnea. Y as¨ª¡±.

Ganar el Tour de Francia es derrotar al miedo. Correr el Tour para ganarlo, para disputar la general, para todas las noches repasar con una lupa la marcha de la clasificaci¨®n general y acostarse repasando mentalmente el perfil del d¨ªa siguiente, las posibles emboscadas mientras el orfidal comienza a hacer efecto, es convivir con el miedo. Tres semanas seguidas, 21 d¨ªas, de adrenalina y lo que se llama ahora estr¨¦s, tensi¨®n. Temor a una tos rara, a un dolorcito que no parece nada, a no estar bien colocado en el pelot¨®n cuando empieza a soplar viento, a no acordarse de si la rotonda se coge mejor por la derecha o por la izquierda, a que el compa?ero que le lleva a la cabeza no encuentre bien el camino. Temor a no poder responder cuando ataque el m¨¢s fuerte. Temor a quedarse antes que aquel con el que se juega un puesto. Temor a 10 gramos de m¨¢s en la balanza. A una heridita que no le deja darse bien la vuelta en la cama. Temor a dormir mal y levantarse ¨¢spero el s¨¢bado, el d¨ªa del viento en el puente, los 18 kil¨®metros del Gran Cintur¨®n. Miedo. Miedo la v¨ªspera del pav¨¦s de Roubaix a no estar a la altura de los compa?eros, a quedarse en blanco a la hora de responder a una pregunta cuya respuesta cree saber desde que de joven aprendi¨® a correr en la cantera del Quick Step, y le daban adoquines para desayunar. Excitaci¨®n y miedo la v¨ªspera de Alpe d¡¯Huez, la de Hautacam, las dos etapas m¨¢s duras de monta?a. El miedo se transforma en estr¨¦s fisiol¨®gico, en fatiga, en el horror.

As¨ª es el Tour que ser¨¢ el tercero de Pogacar; el podio, al fin, de Mas.

Tadej Pogacar, que nunca ha tenido un problema en el Tour, ni una mala ca¨ªda, ni un catarro, dos corridos, dos ganados, desprecia el miedo. Tiene 23 a?os. ¡°La vida se vive en el presente¡±, dice. ¡°No pienso en la historia, en el lugar que dicen que ocupo o puedo ocupar. No tengo tiempo ni ganas para eso. Ya veremos, despu¨¦s de ir d¨ªa a d¨ªa, ad¨®nde he llegado¡±.

Primoz Roglic, rey de las desgracias en el Tour, una derrota el ¨²ltimo d¨ªa, una ca¨ªda el primero, borra la palabra miedo de sus discursos, hace ver que no existe, no quiere pensar en ¨¦l. Tiene 32 a?os. Son el gran favorito y el primer rival designado para el Tour que comienza un viernes, 1 de julio, con una contrarreloj de 13 kil¨®metros recorriendo las vistas m¨¢s tur¨ªsticas de Copenhague, la capital de Dinamarca, y hace calor.

Thibaut Pinot y Romain Bardet, las ¨²ltimas grandes esperanzas frustradas de que despu¨¦s de Bernard Hinault en 1985, hace 37 a?os, un franc¨¦s volviera a ganar el Tour de su pa¨ªs, acaban de cumplir 32 a?os y ambos celebran haber podido escapar del miedo. Ya no piensan en ganar el Tour, en terminar en el podio, en resistir, resistir. Piensan en gozarla. En meterse en fugas, en ganar un d¨ªa, en olvidarse de la general el resto. Entran en el territorio en el Mathieu van der Poel es dios y Simon Yates su profeta, y suspiran aliviados.

Son felices, pero Enric Mas no les envidia, sigue, dice, encontrando m¨¢s placer en la pelea cotidiana, la resistencia, que en el triunfo ef¨ªmero que podr¨ªa llegar despu¨¦s de haber abandonado la lucha.

Mas, de 27 a?os, abraza el miedo. Lo acuna y busca dominarlo. Le gu¨ªa su voluntad, su determinaci¨®n, su deseo. Es un hombre de generales (dos veces segundo en la Vuelta, quinto y sexto en el Tour) y no piensa renunciar. Le ayuda un psic¨®logo. Le prepara un maestro de descensos que le ense?a a bajar mejor gastando menos, sin olvidar el miedo, pero liberado del recuerdo de las ca¨ªdas este a?o en la Tirreno, la Itzulia y la Dauphin¨¦ que le obligaron a retirarse cuando tan bien peleaba.

¡°No, no, no se me ha pasado ninguna vez por la cabeza el pensar en poder correr sin intentar ganar las generales. He hecho esto casi desde que pas¨¦ a profesionales¡±, promete. ¡°Cuando corr¨ª la Dauphin¨¦ y me ca¨ª despu¨¦s de que el equipo hubiera dado el 100% por m¨ª, para m¨ª lo m¨¢s duro fue ver c¨®mo el peque?o pelot¨®n en el que estaba se me escapaba, pues a m¨ª me encanta correr en punta. Es normalmente por donde pasan menos cosas, donde hay menos ca¨ªdas y donde menos riesgo tienes. Y el equipo siempre est¨¢ ah¨ª delante. Ya s¨¦ que detr¨¢s tienes menos estr¨¦s y te puedes relajar, y no te importa perder tiempo. Pero, por ahora, no quiero ir ah¨ª. Y espero que este pensamiento me dure hasta que dejar la bici¡±.

Antes de la Dauphin¨¦, en Andorra, bajando puertos sin parar, Enric Mas trabaj¨® con ?scar Saiz, el especialista en descensos de mountain bike, uno al que le maravilla lo poco aprendidos que est¨¢n los ciclistas profesionales de carretera y que ya trabaj¨® con Pinot, Gesink, Michael Woods o Roglic; uno que ense?a no tanto a bajar bien para no caerse como a bajar bien para gastar menos, para ir m¨¢s r¨¢pido, para no sufrir agarrado a los frenos. ¡°Siempre me he preguntado por qu¨¦ bajaban tan mal la mayor¨ªa de los ciclistas, demasiado precavidos, y m¨¢s inseguros¡±, dice. ¡°Empec¨¦ a dar cursos y con ellos demostr¨¦ que se gana seguridad, se evitan ca¨ªdas, se ahorra energ¨ªa, derroches de vatios a lo Van der Poel¡­ El estr¨¦s es malo para todo. En 1,5 kil¨®metros de descenso puedes sacar hasta 10s solo curveando, en seis curvas. El que baja tenso, mal, gasta 300 vatios, el artista, como Bilbao, Nibali, Mohoric, solo 80¡­¡±

Y a Mas, al que tambi¨¦n el psic¨®logo le acompa?a en las clases de descenso, le habla del miedo, le recuerda que los mejores ahorran energ¨ªa extra porque no desarrollan estr¨¦s, la tensi¨®n brutal que otros acumulan. Y no reconocen esos miedos. Y al final van m¨¢s r¨¢pido. El bajar ya no es un problema. Se dotan de recursos t¨¦cnicos. Manejo del freno, trayectorias¡­

¡°Hemos trabajado junto con ?scar. S¨ª que es verdad que me ha ayudado mucho. Hace un poco de todo¡±, dice. ¡°Un poco de trabajo t¨¦cnico y un poco de cabeza. Pero yo creo que van al 50%, la cabeza y la t¨¦cnica. Y la verdad es que creo que me ha ido muy bien¡­¡±

Limpia la cabeza, y ya sin casi pelo tambi¨¦n, Mas afronta el tercer Tour como l¨ªder del Movistar, el primero como l¨ªder ¨²nico. Los dos primeros, quinto y sexto termin¨®, fueron ¡°medios¡±, dice. ¡°Ya s¨¦ que parece m¨¢s, pero para m¨ª, eso no es suficiente¡±. En el tercero, claro, el podio.

¡°Me retirar¨ªa si tuviera covid¡±

El Tour obliga a hacer test de ant¨ªgenos pero a los corredores que den positivo les deja libertad para retirarse o seguir. Varios ciclistas con covid, aun asintom¨¢ticos, se han borrado antes de empezar. No se sabe si alguno positivo sigue, porque nadie lo dir¨ªa, pero Enric Mas lo tiene claro, ¨¦l se retirar¨ªa aunque no tuviera ni una d¨¦cima de fiebre.

¡°Este tema es un poco dedicado y complicado. Primero de todo, cada equipo tiene su m¨¦dico, su doctor, que aconsejar¨¢, pero, despu¨¦s, yo creo que aparte de la bicicleta hay otra vida. Cuando dejemos la bici pues hay otras cosas que hacer y si es verdad que sin s¨ªntomas pues normalmente la covid no genera nada, pero como un corredor tenga algo de s¨ªntomas y por forzar un poco pues tenga luego alg¨²n problema de coraz¨®n o de pulm¨®n...¡±, reflexiona el l¨ªder del Movistar. ¡°Ya te digo, aparte de ciclistas somos personas. Y yo creo que yo s¨ª, si diera positivo, pues sinti¨¦ndolo mucho por m¨ª, por el equipo, por todos, pues nos tendr¨ªamos que bajar de la bici, porque eso es un tema. No es una fiebre como hemos podido tener en los ¨²ltimos a?os, una fiebre normal una gripe normal. No la conocemos tan bien como conocemos otras enfermedades. Y ya te digo, es un tema delicado, creo yo... Nosotros nos hacemos ant¨ªgenos todos los d¨ªas, y por ahora todo bien. Esperemos que siga as¨ª hasta el final del Tour¡±.

Una contrarreloj sin sorpresas

El Tour, las 21 etapas, y tres d¨ªas de descanso y viaje, entre el 1 y el 24 de julio, inclusive, entre Copenhague y Par¨ªs, son 3.346,5 kil¨®metros, pero ninguno de ellos tan definidos, tan cuidadosamente estudiados, como los 13,2 primeros, los que recorrer¨¢n las vistas m¨¢s tur¨ªsticas de la capital de Dinamarca, y anuncian calor hasta las cinco, cuando empezar¨¢ a llover y el viento agitar¨¢ las hojas de los ¨¢rboles en los parques y alamedas. Por eso, aunque el Tour la ha programado de cuatro a siete de la tarde, con la intenci¨®n de que los mejores salgan al final y mantengan la emoci¨®n de la pel¨ªcula, los nueve protagonistas del primer d¨ªa han elegido salir en la primera hora, de cuatro a cinco, api?aditos ¨CVan der Poel, 16.11; Mas, 16.15; Roglic, 16.20; Vlasov, 16.39; Thomas, 16.41; Vingegaard, 16.42; Ganna, 17.03; Van Aert, 17.04, y Pogacar, 17.05--, con lo cual, para las cinco y 20 ya se habr¨¢ acabado el suspense. Si es que lo hay, porque, a menos que alguna ca¨ªda pavorosa, como la que sufri¨® Valverde cuando el Tour sali¨® con una contrarreloj de D¨¹sseldorf, algunos sabios hasta ya saben lo que pasar¨¢, y lo han publicado.

¡°En los 13 kil¨®metros hay como 16 curvas, una cada 800 metros, m¨¢s o menos. No ser¨¢ exageradamente t¨¦cnica, pero un poco s¨ª¡±, analiza en Twitter el brit¨¢nico Xavier Dolan, especialista en aerodinamismo. ¡°El ganador andar¨¢ por los 54 kil¨®metros por hora, unos 15 minutos, y a esas velocidades para ganar 10s hay que mover 15 vatios m¨¢s, que parece mucho pero no es m¨¢s que un 3,7% en diferencia de penetraci¨®n aerodin¨¢mica, y esa es la diferencia entre buenos y malos cascos y buzos de contrarreloj, y la diferencia entre buenos y malos neum¨¢ticos puede ser de hasta 22 vatios, unos 15s. El ganador ser¨¢ uno grandote capaz de mover 500 vatios [y Ganna o Van Aert parecen los elegidos] con una posici¨®n perfecta, hombros altos y cabeza bien clavada, lo que le dar¨¢ una ventaja de 20 vatios, o m¨¢s de 13s, sobre el que vaya m¨¢s relajado. Si los favoritos de la general van todos con material ¨®ptimo, la diferencia entre ellos no ser¨¢ mayor de 15s¡­¡±

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