Illescas, la ciudad que brilla en educaci¨®n a trav¨¦s del ajedrez
El deporte mental es una herramienta transversal e interdisciplinar en las siete escuelas p¨²blicas de la urbe toledana
El proyecto Ajedrez en la escuela, una estrategia educativa, desarrollado en Illescas (Toledo) desde 2016, ha sido seleccionado para su presentaci¨®n en el Congreso Internacional de Ciudades Educadoras de Andong (Corea del Sur). Las siete escuelas p¨²blicas de esa ciudad de 30.000 habitantes utilizan el ajedrez como herramienta transversal (inteligencia emocional y educaci¨®n en valores) e interdisciplinar (en clase de matem¨¢ticas, ciencias sociales, lengua, educaci¨®n f¨ªsica¡). EL PA?S visit¨® recientemente cinco de ellas y pudo comprobar que el nivel de satisfacci¨®n es alt¨ªsimo, incluso en el centro Mart¨ªn Chico, donde dos tercios del alumnado proceden de familias inmigrantes.
¡°Algunos de los ni?os musulmanes se negaban a jugar con ni?as cuando llegaron. Les dijimos que si no cambiaban de actitud jam¨¢s jugar¨ªan al ajedrez, y en un par de meses se arregl¨® el problema¡±, recuerda F¨¦lix Toribio, director de la asociaci¨®n Nuestro Ajedrez en Europa, contratada por el Ayuntamiento de Illescas, durante la visita a tres aulas del Mart¨ªn Chico. Y a?ade: ¡°El alcalde [Jos¨¦ Manuel Tofi?o] nos advirti¨® de que este colegio era un gran reto, porque aqu¨ª hab¨ªan fracasado otros proyectos innovadores. Pero el ajedrez es un lenguaje universal e iguala a todo el mundo. Docentes, alumnos y padres est¨¢n muy contentos. Cuando el alcalde lo comprob¨®, dio la misi¨®n por cumplida¡±.
El alcalde hace gala de que el rendimiento acad¨¦mico en las escuelas de Illescas es uno de los mejores de Castilla-La Mancha, como han comprobado desde la Consejer¨ªa de Educaci¨®n del Gobierno regional. Emplea una met¨¢fora ¨C¡±En algunas familias se utilizan s¨¢banas de lino; en otras, de esparto¡±¨C para resaltar la ¡°gran contribuci¨®n del ajedrez¡± a ese logro: ¡°Necesitamos herramientas que equilibren esas diferencias sociales, que de lo contrario se traducen en deficiencias educativas. Eso es precisamente lo que nos aporta el ajedrez¡±, apunta Tofi?o.
Parad¨®jicamente, Castilla-La Mancha no est¨¢ entre las diez comunidades aut¨®nomas que han introducido el ajedrez en horario lectivo de una manera u otra (Catalu?a, Arag¨®n, Canarias, Andaluc¨ªa, Baleares, Galicia, Cantabria, Navarra, Madrid y Murcia) y han convertido a Espa?a en miembro de la vanguardia mundial en ese ¨¢mbito. Illescas es un oasis en tal contexto, y adem¨¢s con un m¨¦todo muy distinto al m¨¢s habitual (formar en ajedrez elemental a los maestros para que ellos lo utilicen como prefieran): son los monitores de Nuestro Ajedrez en Europa quienes elaboran presentaciones en Power Point de las aplicaciones transversales e interdisciplinares, y dan las clases en el aula junto al docente titular, quien aporta lo que desee.
Trabajar la inteligencia abstracta
De modo que, si uno entra en cualquier aula de Primaria de esos siete centros p¨²blicos, es probable que vea c¨®mo se recurre al ajedrez para explicar cosas tan variopintas como los principales r¨ªos de Espa?a o de Europa, o trabajar las potencias en clase de matem¨¢ticas: por ejemplo, como la dama vale nueve puntos, cuatro damas en un tablero significan nueve elevado a la cuarta potencia. As¨ª se trabaja la inteligencia abstracta, adem¨¢s de una rama concreta de las matem¨¢ticas.
O las met¨¢foras en clase de lenguaje, o ejercitar la velocidad y los reflejos en educaci¨®n f¨ªsica, corriendo para agarrar piezas situadas en un banquillo o en el centro de la cancha de baloncesto. Una clase de educaci¨®n en valores puede tener como punto de partida esta frase del polaco Savielly Tartakower, uno de los mejores ajedrecistas del mundo hace cien a?os: ¡°Si el error no existiera, habr¨ªa que inventarlo¡±. Estimulados y moderados por el monitor y el docente, los alumnos debaten sobre la autocr¨ªtica o la necesidad de que se produzcan errores para que una partida de ajedrez sea bella, porque esos fallos de un jugador producen una combinaci¨®n brillante del rival para aprovecharlos.
Es habitual que los ¨²ltimos 15 o 20 minutos de una clase te¨®rica se completen con partidas por parejas, para fomentar la cooperaci¨®n. Y el m¨¦todo se ha consolidado tanto que Toribio imparte a veces clases multidisciplinares: muestra una ruleta con diferentes ¨¢reas (matem¨¢ticas, lenguaje, arte, historia¡); el alumno elige y debe responder entonces a una pregunta conectada con el ajedrez.
Este peri¨®dico habl¨® con una veintena de docentes de Illescas durante una visita de dos d¨ªas a los siete centros. La frase m¨¢s repetida fue: ¡°Piensan y aprenden mientras juegan¡±. Y la siguiente: ¡°Los alumnos est¨¢n deseando que les hablemos de ajedrez para explicar lo que sea¡±. Toribio, que procede del ajedrez competitivo, tiene muy claro que el educativo es mucho m¨¢s rico: ¡°Integrar a todos los alumnos a trav¨¦s del ajedrez es m¨¢s dif¨ªcil que convertir a un gran talento en gran maestro¡±.
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