El adi¨®s multiplicado de Casemiro del Real Madrid
La Premier puede permitirse que un grande en horas bajas trate de reanimar a su afici¨®n duplic¨¢ndole el sueldo al mediocentro titular del campe¨®n continental y llev¨¢rselo a jugar a la Europa League
La marcha de Casemiro, tan feliz para todos salvo para los compa?eros de Casemiro, plantea modernas cuestiones.
La primera de ellas es, si nos atenemos a la versi¨®n oficial, la caballerosidad del Real Madrid: tras a?os de impresionante rendimiento y cinco Copas de Europa, se comunica que Casemiro, de 30 a?os, merece que sus deseos de salir sean satisfechos por el club. ?Cu¨¢ntos a?os hay que rendir y cu¨¢ntos t¨ªtulos hay que ganar para poder marcharse del Madrid? Da la impresi¨®n de que tener buen comportamiento y ganar t¨ªtulos te hace merecedor de una rebaja de condena.
La segunda tiene que ver con la CMK. La venta del jugador es tambi¨¦n la venta de una f¨®rmula: la del centro del campo titular del Madrid, y no un centro del campo cualquiera. No se pierde a Casemiro sino la conexi¨®n entre Casemiro, Modric y Kroos, que es una conexi¨®n incuantificable econ¨®micamente porque para entenderse de memoria no hace falta dinero, sino tiempo. Casemiro en la CMK era lo impl¨ªcito, lo sobreentendido, lo t¨¢cito; cuando se vende un jugador as¨ª, no s¨®lo se desprende uno de ¨¦l sino de las relaciones que ¨¦l ten¨ªa en el vestuario y en el campo, el sistema de comunicaciones levantado por ¨¦l durante el juego y fuera de ¨¦l, por eso hay ventas que pasan desapercibidas como la de Bale, y ventas particularmente sensibles como la de Casemiro.
Hay una tercera, tambi¨¦n preocupante pero en otra dimensi¨®n, al fin y al cabo Casemiro se iba a ir este a?o o dentro de cuatro, como se ir¨¢n todos; esta tercera tiene que ver con la Liga espa?ola, una competici¨®n de la que en condiciones normales jam¨¢s se querr¨ªa marchar el mediocentro titular del campe¨®n de Europa. Y tiene que ver tambi¨¦n con una cierta euforia detectada entre la afici¨®n por el excelente traspaso: se trata del reconocimiento de que las cosas est¨¢n cambiando al punto de que el Madrid, a¨²n en su segundo mejor ciclo hist¨®rico, puede ver c¨®mo un grande en horas bajas trata de reanimar a su afici¨®n duplic¨¢ndole el sueldo al mediocentro titular del campe¨®n continental y llev¨¢rselo a jugar a la Europa League. Por tanto dinero que a la afici¨®n del campe¨®n no le quede m¨¢s remedio que festejarlo. Eso es la Premier hoy y los lujos que puede permitirse respecto a la Liga.
Hay algo que no va a cambiar: la vida sigue y el Madrid seguir¨¢ igual. Uno mira al banquillo y al campo, y ve el partido de Bala¨ªdos, y entiende perfectamente que no haya ning¨²n drama en la salida de Casemiro. Pero quien crea que Tchoaumeni o Camavinga van a aportar las mismas cosas, en esta o en la siguiente temporada, no sabe de qu¨¦ va la fuerza de un vestuario y qui¨¦n la remueve. Y del mismo modo que es dif¨ªcil creer que este traspaso no es un traspaso mod¨¦lico, tambi¨¦n es verdad que consolida un camino ag¨®nico incluso para los grandes, que es el de tratar de estar a la altura de clubes que tienen el dinero por castigo, y certifica los a?os de sombra de la Liga, a quien se le escapan jugadores de todas partes, descapitalizada y a expensas de que cualquiera con un poco de dinero y ninguna ambici¨®n (no me refiero al United) le levante estrellas a equipos espa?oles con m¨¢s historia y m¨¢s competitivos.
En cuanto a Casemiro, supongo que esto es un lamento odioelf¨²tbolmoderno y mi teor¨ªa es contranatura y de espaldas a las din¨¢micas del negocio actual, pero, como me ocurri¨® con Cristiano, prefiero que los jugadores del Madrid, antes de irse, pierdan primero la titularidad.
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