La familia y la tormenta de los Pogba
Quien tiene informaci¨®n delicada sobre alguien y ¨¢nimo de difundirla, lo hace; quien la tiene y amenaza con difundirla, quiere dinero
En uno de los ¨²ltimos cap¨ªtulos de Peaky Blinders, Tommy Shelby, su protagonista, levanta el vaso y hace un particular brindis: ¡°Por la familia, refugio en la tormenta. Y a veces la propia tormenta¡±. Es un brindis que podr¨ªan hacer m¨¢s de la mitad de los millonarios del mundo, casi todos ricos por familia: su refugio primero, cuando cayeron las herencias; su tormenta despu¨¦s, cuando hubo que repartirlas.
Otro caso habitual: deportistas famosos que tienen que debatirse entre estramb¨®ticas maneras de gastar el dinero, y evitar que sus familiares no accedan a ellas. A veces sin suerte. Este Mathias Pogba, por ejemplo. Hermano de Paul Pogba, en su momento el traspaso m¨¢s caro del mundo (de la Juve al United). Mathias -en mi cabeza los Mat¨ªas no son ni siquiera Prats: son todos el abuelo de M¨¦dico de familia, y por tanto cada vez que escribo ¡®Mathias¡¯ me digo mentalmente ¡°Cheeeechu¡±- ha colgado un v¨ªdeo en redes sociales para amenazar a su hermano y a la agente de su hermano con destapar cosas b¨¢rbaras sobre ellos que har¨¢n replantearse a sus fans la opini¨®n que tienen de ¨¦l. Quien tiene informaci¨®n delicada sobre alguien y ¨¢nimo de difundirla, lo hace; quien la tiene y amenaza con difundirla, quiere dinero. Y por eso lo han denunciado su hermano y la madre de los dos: por extorsionador. A su propia familia, como si Mathias quisiese darle un vuelo aristocr¨¢tico a la estirpe Pogba. Hasta Lapo Elkann, heredero de Fiat, necesit¨® saquear dinero a su familia porque se qued¨® sin fondos con los que pagar una interminable fiesta con prostitutas y drogas, pero no amenaz¨® con contar secretos de nadie, sino que hizo algo tan noble como fingir su secuestro (con discret¨ªsimos resultados, entre otras razones porque las secuestradoras no terminaban de dar el pego).
Es todo un personaje, Mathias Pogba. Y un buen hermano, por lo que parece; la historia de las familias nos ense?a que no faltan quijadas, sobran Ca¨ªnes. Por lo dem¨¢s, Mathias Pogba es uno de esos jugadores de f¨²tbol cuyo ¨¦xito m¨¢s resonante en su carrera fue salir en El Chiringuito, donde probablemente lo hiciese mejor que en el campo. Hay muchos ejemplos de personas que se hicieron futbolistas, y llegaron a profesionales, para luego poder tener una oportunidad en El Chiringuito, que es algo parecido a lo que hizo Franco, del que dec¨ªa Torrente Ballester que para poder pasear por el centro de Ferrol vestido de general, mont¨® una Guerra Civil. Hay cerebros que, m¨¢s que inescrutables, son inexpugnables.
Mathias Pogba, que ha metido a Mbapp¨¦ en medio de sus amenazas, yo creo que para generar tr¨¢fico, como cuando hay que poner Ayuso o Shakira en el titular aunque hables de la vendimia de este a?o, dice una cosa tan interesante como miserable: que sus informaciones sobre su hermano cambiar¨¢n la percepci¨®n de la gente sobre ¨¦l. Claro. O sacas papeles que a saber c¨®mo has conseguido, o sabr¨¢s cosas que no sabe nadie, y las contar¨¢s sin el contexto de la confianza que tu hermano tiene contigo, edit¨¢ndolas t¨² mismo en un alocado trabajo que re¨²na los elementos que conduzcan a un perfil diab¨®lico. De eso los peri¨®dicos (malos) y los (malos) periodistas saben mucho; del mismo modo que se puede coger el libro de cualquiera y reducirlo a lo que se quiera eligiendo bien los p¨¢rrafos que ense?ar al p¨²blico (y la pel¨ªcula, y el discurso pol¨ªtico, y lo que a uno le apetezca manipular), tambi¨¦n las personas podemos ser mostradas a trav¨¦s de la mirada que nos puede hacer m¨¢s da?o. Que sea un hermano y amenace hacerlo por dinero pone el fiasco moral a la altura de la traici¨®n. La m¨¢s vieja del mundo, la de la sangre.
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