Alcaraz reduce a Tiafoe y vuela hacia la historia
El espa?ol firma su tercer triunfo sucesivo en cinco ¡®sets¡¯ (6-7(6), 6-3, 6-1, 6-7(5) y 6-3) y se clasifica para su primera final de un Grand Slam. Si vence al noruego Casper Ruud el domingo, elevar¨¢ su primer grande y ascender¨¢ al n¨²mero uno
Brinca Carlos Alcaraz y cruza un nuevo umbral. La rebeli¨®n final de Frances Tiafoe se resquebraja y queda en agua de borrajas, como un bonito aderezo queretrasa el irremediable desenlace de una noche que contorsiona la carrera del espa?ol, a un solo manotazo ahora de atrapar el doble sue?o. La remontada (6-7(6), 6-3, 6-1, 6-7(5) y 6-3, tras 4h 19m) le gu¨ªa hacia un cara a cara el domingo (22.00, Eurosport) con el noruego Casper Ruud, que previamente hab¨ªa derrotado al ruso Karen Khachanov (7-6(5), 6-2, 5-7 y 6-2) y simboliza el ¨²ltimo candado a abrir hacia la gloria: si pone el lazo al torneo, Alcaraz elevar¨¢ su primer Grand Slam y ascender¨¢ a la cima de manera simult¨¢nea. En Nueva York, el tenis quiz¨¢ barrunta algo grande.
El murciano, 19 a?os y cuatro meses, resiste a una embestida el¨¦ctrica ¡ªtercera victoria maratoniana en seis d¨ªas, Marin Cilic y Jannik Sinner antes¡ª y se convierte en el tenista m¨¢s joven que desembarca en la final de un grande desde Rafael Nadal, 19, tambi¨¦n en la de Roland Garros 2005. Su nombre luce junto con el del mallorqu¨ªn (5), Juan Carlos Ferrero, Arantxa S¨¢nchez Vicario (2), Manolo Orantes y Santana. Distintivo ilustre, acompa?ado de otro rastro de precocidad, al situarse al lado de Pete Sampras (19 a?os y un mes en 1990) como el segundo m¨¢s precoz en la final de Flushing Meadows. La velada, de aqu¨ª para all¨¢ y de all¨¢ para aqu¨ª, lleva la r¨²brica en forma de abrazo.
¡°Ten¨ªamos que darlo todo y Frances [Tiafoe] lo ha hecho¡±, dice sobre el cemento el de El Palmar, mientras Tiafoe asiste desconsolado y luego, en la sala de conferencias, el de Maryland (24 a?os, 19? del mundo) radiograf¨ªa sin tapujos, elogiando y anticipando: ¡°Nunca he jugado contra alguien que se mueva como ¨¦l. Va a ser un problema durante mucho tiempo¡±.
Alcaraz encuentra esta vez un escenario nuevo. No hostil, porque aqu¨ª se prioriza el show y se reconoce lo bueno, pero s¨ª adverso. La grada que hasta ahora lo hab¨ªa arropado abriga ahora al rival, que pelotea con frialdad y no se inmuta lo m¨¢s m¨ªnimo ante cualquier situaci¨®n de tensi¨®n o punto cr¨ªtico. Imperturbable, con aplomo y recto, Tiafoe navega c¨®modamente por el partido y el crujido violento que produce su cordaje cada vez que impacta con la bola genera un estado de excitaci¨®n generalizado en la central. Juega Tiafoe, hay fiesta. Garant¨ªa de velocidad y vientos huracanados. Suenan Aretha Franklin y notas de rap, aplaude Michelle Obama cuando la capta la c¨¢mara y cae el estruendo. El jugador local est¨¢ en su salsa.
Incendio primero, liberaci¨®n despu¨¦s
Mientras tanto, Alcaraz luce piernas y demuestra por qu¨¦ es el correcaminos del circuito. En sus cabalgadas hay mil caballos, y en una de ellas apura tanto en la deslizada que su nariz queda a un par de cent¨ªmetros del poste de la red. Esprinta de un lado a otro y su bola encuentra las l¨ªneas con frecuencia por el exterior, a lo que Tiafoe responde con un gesto de resignaci¨®n; hasta siete puntos llegan apurando el ¨²ltimo cent¨ªmetro. Aun as¨ª, el estadounidense se mantiene zen, procur¨¢ndose r¨¦ditos con el servicio, mientras al espa?ol se le adivinan algunos signos de nerviosismo.
Se ceba Alcaraz en los segundos restos y la precipitaci¨®n le pone contra las cuerdas. No est¨¢ fino en la maniobra con el rev¨¦s, pero insiste, y Tiafoe genera el primer momento de apuro. El murciano sortea el incendio y a continuaci¨®n ara?a uno de esos puntos que pueden marcar la inflexi¨®n, con un pasante en retroceso demoledor, pero en el desempate pesa la l¨®gica: el norteamericano, un ca?¨®n si la historia va de cara, ha ganado los seis que ha disputado en el torneo hasta llegar aqu¨ª. Se le resiste el premio, aunque lo alcanza a la quinta oportunidad y supera luego el r¨¦cord de su compatriota Pete Sampras (7-0 en la edici¨®n de 2000), merced a una doble falta que escuece.
Fifth-set king @carlosalcaraz is into the #USOpen final! pic.twitter.com/CamMVDVJxw
— US Open Tennis (@usopen) September 10, 2022
Al ir a sentarse en la silla, Alcaraz castiga a su bolsa con un raquetazo. No lo ve claro y observa a preparador, y Juan Carlos Ferrero interviene: ¡°El segundo saque, cuando no lo veas claro, tira fuerte y al centro¡±. La reacci¨®n tarda en llegar, pero mediado el segundo set salta el chispazo. De repente, el espa?ol rompe el cors¨¦ y se libera. Ahora s¨ª, su tenis fluye, su pelota hace da?o y su mordisco es certero: break para 4-2, bot¨ªn que protege a buen recaudo hasta equilibrar el partido. Din¨¢micas invertidas en la Arthur Ashe, donde ¨¦l sube ¡ªreducci¨®n dr¨¢stica de errores: 16-6-1 en los tres primeros fasc¨ªculos¡ª y Tiafoe se descomprime de forma clamorosa. El adversario ha gripado. ?O no?
Contradejada y m¨¢s carrete
La solidez que hab¨ªa demostrado en su recorrido el estadounidense ¡ªsolo una manga entregada hacia la semifinal¨D se deshace y las costuras saltan por los aires. Cede una rotura en blanco, despu¨¦s otra y en la concesi¨®n del tercer parcial una tercera. Tiafoe est¨¢ literalmente ko. Cada intercambio es una tortura. La pista se ha estrechado para ¨¦l y la grada de Nueva York, m¨¢s bien tibia en esa franja de emergencia para su jugador, no hace demasiado para reanimarlo hasta que no lo ve al borde del precipicio. Entretanto, Alcaraz suma y sigue con diligencia y est¨¢ solo a falta del empuj¨®n para que el adversario caiga al vac¨ªo, pero este resucita con una contradejada que anula el match point y a?ade carrete a la resoluci¨®n. S¨ª, a Tiafoe le queda vida.
Incre¨ªble pero cierto, el norteamericano se salva y apura la especialidad del tie-break para debatir hasta el final, aunque pesa la sensaci¨®n de que, tarde o temprano, Alcaraz acabar¨¢ imponi¨¦ndose a los puntos. Despu¨¦s de un reparto de guantazos, de rotura a rotura al inicio de la quinta manga, el demarraje definitivo (break al quinto juego) agota el cr¨¦dito del jugador local y lanza al murciano, que sigue acelerando y poniendo el turbo hacia esa historia que le espera con los brazos abiertos. Dicen que un buen bocado del pastel le pertenece.
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