Carlos Alcaraz, un alborotador contra la monoton¨ªa
El tenis ecl¨¦ctico e imaginativo del murciano desaf¨ªa a la planicie actual, alivia a los rectores del circuito y engancha al aficionado, encantado con su osad¨ªa y frescura
Quiz¨¢ no haya instant¨¢nea mejor para sintetizar c¨®mo act¨²a Carlos Alcaraz que la tomada el pasado 9 de mayo. Entonces, el tenista acababa de conquistar el Masters de Madrid y dos meses atr¨¢s hab¨ªa celebrado el de Miami, y la elecci¨®n para el nuevo festejo no pod¨ªa ser otra: el balc¨®n de su casa. All¨ª, junto a su padre Carlos ¡ªcomo su abuelo, tambi¨¦n Carlos¡ª y su madre Virginia dedic¨® el t¨ªtulo a los habitantes de El Palmar, donde sigue siendo uno m¨¢s entre los 24.000 habitantes que residen en la pedan¨ªa murciana. Trofeo en mano y a grito pelado, el chico agradec¨ªa con espontaneidad a sus paisanos, que pese a los ¨¦xitos y la fulgurante ascensi¨®n hacia la cima del tenis siguen reconoci¨¦ndolo como uno m¨¢s. Es decir, Alcaraz sigue siendo hoy d¨ªa Carlitos.
¡°Un chaval bueno y noblote, sin pliegues, de aqu¨ª. Aut¨¦ntico. Lo que se ve es lo que hay. No creo que todo lo que est¨¢ sucediendo cambie demasiado su forma de ser¡±, transmite una persona de su entorno que lo conoce desde que el deportista levantaba un par de palmos del suelo, cuando ya era un culo inquieto que en la adolescencia sigui¨® igual de revoltoso y al que ahora la nueva vida, lo extraordinario de su carrera, le obliga a crecer mucho m¨¢s r¨¢pido de lo normal. ¡°Siento que soy el mismo de siempre, un chico de 19 a?os. Es lo que tiene el tenis, pero lo entiendo y lo acepto¡±, comenta ¨¦l, que en poco m¨¢s de a?o y medio en la ¨¦lite ya ha probado que no ha llegado para pasar de puntillas.
Apunta Alcaraz hacia el espacio de los elegidos, o as¨ª lo dicen los hechos. Rompe r¨¦cords de precocidad, eleva trofeos de post¨ªn y se diferencia necesariamente en medio de un paisaje estanco que se prepara para el gran cambio. Poco a poco se cierra una era, repliegan los veteranos y a los tres gigantes los sostiene la grandeza; el designio de uno (Roger Federer) es una inc¨®gnita; el de otro (Novak Djokovic) est¨¢ muy claro y pierde comba por sus convicciones; y el del tercero (Rafael Nadal) est¨¢ por ver, ya que se debate entre la dicotom¨ªa de seguir castigando su cuerpo (y ganando) o bien enfocar definitivamente en salvaguardar el bienestar de cara al d¨ªa de ma?ana.
Desde hace a?os, el tenis reclamaba un bum, un giro, un elemento subversivo que alterase el orden establecido. Y parece haberlo encontrado en el impetuoso Alcaraz, elemento revolucionario, un alborotador sin freno que se distingue entre la planicie que ofrece el registro de juego actual. Frente al pim-pam-pum de ahora, ese al que est¨¢ irremediablemente abocado el ma?ana, aparece ¨¦l y su estilo ecl¨¦ctico y din¨¢mico que tiene un poco de todo, pegada, determinaci¨®n, osad¨ªa e imaginaci¨®n, tambi¨¦n resiliencia; frente a las torres, los mazos y la resoluci¨®n del punto a tres o cuatro golpes de la mayor¨ªa de los j¨®venes que van asent¨¢ndose en el circuito o aquellos que ya se han hecho un hueco, su propuesta tiene una connotaci¨®n transgresora.
La ATP y ¡®el d¨ªa despu¨¦s de...¡¯
¡°En t¨¦rminos de creatividad es el mejor¡±, lo elogia el croata Marin Cilic. ¡°Cuando lo veo jugar se me olvida su edad. Desde que le gan¨® a Tsitsipas [el curso pasado en Nueva York] veo sus partidos. Genera mucha expectaci¨®n, y est¨¢ consiguiendo algo que no suced¨ªa desde hace mucho tiempo¡±, se suma la japonesa Naomi Osaka. ¡°Hoy por hoy es el mejor¡±, abundaba en mayo el alem¨¢n Alexander Zverev. ¡°Supone un gran est¨ªmulo para el tenis¡±, a?ade el estadounidense John McEnroe.
E incid¨ªa estos d¨ªas en el canal Eurosport el sueco Mats Wilander: ¡°Creo que es el jugador m¨¢s r¨¢pido que he visto nunca. Es creativo, tiene derecha y rev¨¦s, y es capaz de golpear la bola con empu?adura continental [con la raqueta recta, requiere de mucha fuerza en la mu?eca]. B¨¢sicamente, lo tiene todo¡±.
Hace no mucho, los rectores de la ATP ¡ªel organismo que dirige el circuito masculino¡ª se devanaban los sesos pensando en el d¨ªa despu¨¦s de. Sin Federer, Nadal y Djokovic en la pista, el atractivo de su deporte se resentir¨¢ de forma radical y, de la mano, menguar¨¢ la capacidad para atraer patrocinios y mantener la difusi¨®n. Sin embargo, ahora respiran un poco m¨¢s tranquilos, dado que despu¨¦s de ver c¨®mo un proyecto tras otro de potenciales figuras se quedaban a medias y que no terminaban de dar el paso hacia el estrellado ¡ªfaltas de carisma en muchos casos¡ª, Alcaraz emerge como un fil¨®n en todos los sentidos: ten¨ªstico y propagand¨ªstico.
Una generaci¨®n harta
Los Medvedev, Zverev, Tsitsipas o Thiem han chocado una y otra vez contra la grandeza de los tres guardianes y, en algunos casos, est¨¢n m¨¢s bien despistados. Han ara?ado lo que ha podido (o lo que les han dejado), y no son pocas las voces que hablan de una generaci¨®n intermedia m¨¢s bien perdida. Harta y desgastada. En sentido inverso acelera el disciplinado Alcaraz, aplaudido por su juego y tambi¨¦n por su ¨¦tica de trabajo.
Para muestra, su cuerpo. En apenas a?o y medio, la transformaci¨®n f¨ªsica es m¨¢s que evidente e incluso llamativa: de Carlitos nada. Un Conan en toda regla. A diferencia de otros talentos, su actitud y sus maneras remiten constantemente al deseo de mejorar, y a sus palabras le acompa?an el apetito, la evoluci¨®n y los datos. Victorias y trofeos.
Alcaraz genera unanimidad. Los compa?eros del circuito le se?alan y el aficionado lo reconoce como un perturbador que ha llegado justo cuando se le necesitaba. Supone el espa?ol un refrescante soplo: joven, atrevido, sin vicios. Y rompedor. No ha llamado a la puerta para entrar. Triunfa de forma natural. Va con todo Carlitos, fiel a su plan: hacer que todo salte por los aires. ¡°Es una locura¡±, resume un miembro de su equipo. ¡°Si trabajo duro, creo que puedo llegar a lo m¨¢s alto. Mi sue?o es ser el n¨²mero uno y para eso entreno todos los d¨ªas al m¨¢ximo¡±, dec¨ªa ¨¦l hace un par de a?os, cuando a¨²n no hab¨ªa roto el cascar¨®n. Pero lo hizo, vaya que s¨ª lo hizo. Contra la monoton¨ªa, el mejor ant¨ªdoto: la insurrecci¨®n de Alcaraz.
LA DAVIS Y EL MASTERS, DOBLE ALICIENTE
De aquí a final de año, Alcaraz se concentrará en dos grandes objetivos: la Copa Davis y la Copa de Maestros. El murciano figura entre los convocados para disputar esta semana la fase de grupos con el equipo español, en Valencia, y si los de Bruguera logran clasificarse para la fase final, competiría del 23 al 27 de noviembre en Málaga.
Entre medias, el murciano competirá por primera vez en el Masters que reune a los ocho mejores de la temporada; será del 13 al 20 de noviembre en Turín. Cabe recordar que, por edad, le correspondería jugar el de las promesas. El año pasado, el español ya conquistó las Next Gen ATP Finals en Milán, pero entonces ya ofreció la sensación de que el evento se le quedaba pequeño a su tenis.
Al margen de estas dos citas, en su teórica hoja de ruta figuran el Astana Open (Kazajistán, del 3 al 9 de octubre), Basilea (del 24 al 30 de octubre) y el Masters 1000 de París-Bercy (del 31 de octubre al 6 de noviembre).
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