Verstappen despliega sus alas; a Sainz se las cortan

En el fin de semana m¨¢s triste de la historia de Red Bull como compa?¨ªa, Max Verstappen despleg¨® esas alas de dibujos animados que popularizaron la bebida energ¨¦tica en televisi¨®n para rendir homenaje a Dietrich Mateschitz, el fundador del imperio, que falleci¨® la noche del s¨¢bado, antes de la sesi¨®n cronometrada del Gran Premio de Estados Unidos. En Austin, dos semanas despu¨¦s de coronarse bicampe¨®n en Suzuka, Verstappen se llev¨® su 13? victoria del curso, una cifra que le permite igualar el r¨¦cord de Michael Schumacher (2004) y Sebastian Vettel (2013), los m¨¢s productivos de siempre en un mismo a?o. Este triunfo, por lo dem¨¢s, es el octavo consecutivo del equipo de referencia y el que le otorga el t¨ªtulo de constructores.

Colocado el segundo en la parrilla, la velocidad de reacci¨®n de Mad Max fue ligeramente superior a la de Carlos Sainz, el autor de la pole, que no pudo hacer nada para evitar que el neerland¨¦s le adelantara al llegar a la primera curva y le dejara expuesto ante el pelot¨®n. El m¨¢s desaforado de todos fue George Russell, que clav¨® los frenos de su Mercedes sin poder evitar llevarse puesto al espa?ol. A pesar de reincorporarse a la pista tras el trompo, el madrile?o sum¨® su s¨¦ptimo abandono en lo que llevamos de calendario. Con el camino completamente despejado, Verstappen se dio un paseo el Circuito de las Am¨¦ricas hasta que su tropa cometi¨® el primer error en los talleres, en el segundo cambio de gomas. A pesar de ello, la voracidad del muchacho de Hasselt y la velocidad de su coche le permitieron corregir el fallo y rebasar en pista a Lewis Hamilton y a Charles Leclerc, quienes completaron el podio junto a ¨¦l. Fernando Alonso, por su parte, se las apa?¨® para cruzar la meta el s¨¦ptimo a pesar de sufrir un aparatoso accidente al salir proyectado al encimar, por detr¨¢s, el Aston Martin de Lance Stroll, su futuro compa?ero.

Red Bull desembarc¨® en Texas con la duda de si iba a salir trasquilado y se fue de all¨ª de la misma forma, sin saber a qu¨¦ atenerse al haber sido declarado culpable de superar el l¨ªmite presupuestario introducido la temporada pasada y que ascend¨ªa a 145 millones de d¨®lares (unos 130 millones de euros entonces). Tras la auditor¨ªa realizada, la Administraci¨®n de Contenci¨®n de Gastos de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) decret¨® que el equipo de Milton Keynes (Gran Breta?a) cometi¨® una falta considerada ¡°menor¡±, al sobrepasar ese techo establecido, pero en menos de un 5%. A pesar de que los n¨²meros no se han hecho p¨²blicos, se estima que la cantidad que excede la barrera normativa no llega a los dos millones de euros. Seg¨²n parece, parte de ese dinero procede de partidas como, por ejemplo, los servicios de catering o los recambios que no se llegan a incorporar en los monoplazas.

La resoluci¨®n que debe hacer p¨²blica la FIA se est¨¢ demorando m¨¢s de lo esperado, y eso no es el mejor indicativo si atendemos a la importancia del asunto y a la transparencia que requiere. Este fin de semana Christian Horner, director de Red Bull, se sent¨® con el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem para discutir la cuesti¨®n, que, llegados a este punto, tiene dos formas de resolverse. Si aceptan su culpabilidad, la sanci¨®n ser¨¢ considerablemente menor a la que deber¨¢ afrontar si no lo hace y presenta un recurso. El conflicto deber¨ªa haberse resuelto ya, pero la muerte de Mateschitz ha hecho que las conversaciones se pospongan unos d¨ªas.

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