El Bar?a pasa de la dependencia de Messi a la de Lewandowski
La efectividad del delantero polaco sostiene a un equipo azulgrana en construcci¨®n
El Barcelona ha pasado de la dependencia de Messi a la de Lewandowski. Los ¨²ltimos goles del argentino disimularon la decadencia azulgrana mientras que los primeros tantos del polaco ayudan a vencer la angustia que siente el equipo de Xavi por competir con el Madrid en la Liga despu¨¦s de caer eliminado de la Champions. Aunque el presidente Laporta ya no habla de t¨ªtulos y el entrenador repite que est¨¢n en una fase de ¡°construcci¨®n¡±, el Bar?a necesita ganar porque el club se ha hipotecado con los fichajes, la masa salarial se ha disparado y la pr¨®xima temporada deber¨¢ jugar en Montju?c por las obras del Camp Nou. No hay tiempo que perder en la reconstrucci¨®n del Barcelona.
La garant¨ªa es de momento Lewandowski. A sus 34 a?os, el delantero juega con la ilusi¨®n de un juvenil, autor de 13 goles en 12 partidos de Liga, 18 en total desde su estreno en el Bar?a. La media en el campeonato es de 1,08 tantos por partido, el 45% del equipo, despu¨¦s de contar 25 remates entre los tres palos ¡ªel 52% de efectividad¡ª, 34 en total, de acuerdo a las cifras de Catalunya R¨¤dio. Los n¨²meros solo son comparables a los de Haaland en el Manchester City. Lewandowski solo ha dejado de marcar en tres partidos de Liga ¡ªRayo, Celta y Real Madrid¡ª de la misma manera que Ter Stegen solo ha encajado cuatro goles ¡ªtres frente al Madrid y uno en Anoeta¡ª. Las ¨¢reas avalan por ahora al Bar?a.
La actitud del equipo, de todas maneras, es todav¨ªa desconcertante porque a actuaciones disuasorias por su efectividad, como las que tuvo contra el Athletic y el Villarreal, suceden partidos dif¨ªciles de digerir como los de Mallorca y Valencia, resueltos por la m¨ªnima con un gol de Lewandowski. Xavi no para de tocar las alineaciones por necesidad ¡ªya sea por las lesiones o las rotaciones¡ª o porque pretende estabilizar el juego despu¨¦s de una amplia renovaci¨®n de la plantilla y una inversi¨®n de unos 158 millones. Hay un proceso de aprendizaje que exige paciencia cuando la presi¨®n es m¨¢xima en el Bar?a despu¨¦s de tres temporadas sin ganar la Liga y dos de penitencia en la Liga Europa.
El Bar?a necesita trazo futbol¨ªstico despu¨¦s de algunos experimentos que no resultaron, de momento, como la apuesta por dos extremos como Raphinha y Demb¨¦l¨¦. Al equipo le ha ido tambi¨¦n mucho mejor con Pedri de interior que de cuarto centrocampista, como se advirti¨® en Mestalla. El tinerfe?o fue el futbolista m¨¢s ingenioso del Bar?a. Aumenta tambi¨¦n el protagonismo de Frenkie de Jong en la medida que mengua el de Busquets. Y se contin¨²a a la espera de la mejor versi¨®n de Ansu Fati, todav¨ªa falto de chispa y punter¨ªa, m¨¢s presente en cualquier caso que Ferran Torres. El exvalencianista estuvo tan descentrado el s¨¢bado que fall¨® un gol cantado ante Mamardashvilli.
La pifia de Ferran, que le peg¨® con la derecha para que el bal¨®n rebotara en la izquierda, denunci¨® su inseguridad y la del equipo, aturdido por el 0-3 del Bayern. A falta de personalidad y de una formaci¨®n estable, el Bar?a es demasiado peque?o para ganar a los grandes, de la misma manera que es suficientemente fuerte para derrotar a los d¨¦biles, capaz de saber sufrir en la Liga a diferencia de lo ocurrido en la Champions. No puede conceder puntos para mantener su pulso con el Madrid. El miedo a perder es tan nocivo como la prisa advertida en una plantilla que necesita renovar sus liderazgos: los capitanes han perdido presencia y los j¨®venes precisan nuevos l¨ªderes, adem¨¢s de Lewandowski.
En un equipo fr¨¢gil y asustado, bloqueado psicol¨®gicamente, el car¨¢cter y el oficio del delantero polaco son agua bendita, como coinciden los estamentos del Bar?a. ¡°La diferencia para llevarnos uno o tres puntos de Valencia ha sido Lewandowski¡±, resumi¨® el director deportivo, Jordi Cruyff. El Bar?a depende hoy del 9 despu¨¦s de estar encadenado al 10 de Messi.
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