Bale se despide del f¨²tbol

Steven Cherundolo celebr¨® el ¨²ltimo gol de la tarde con una confesi¨®n brutalmente honesta. ¡°Ahora ya todos sabemos que puede correr¡±, dijo, se?alando a Gareth Bale, autor del 1-4 ante el Real Salt Lake, despu¨¦s de un sprint que sorprendi¨® a propios y extra?os. Sobre todo a propios, ya que la plantilla del Los Angeles FC no estaba muy segura de que aquel viejo tren de mercanc¨ªas pudiera poner en marcha la maquinaria que ¡ªcuentan¡ª correspondi¨® a un tren bala. En los entrenamientos, sus compa?eros solo hab¨ªan visto al gal¨¦s desplazarse con la pesada lentitud que se?ala el ocaso. Pero aquella tarde de agosto de 2022, a comienzos del torneo regular en la Major League Soccer, ante los 20.000 aficionados del estadio de la ciudad del Gran Lago Salado, la leyenda que conquist¨® cinco Copas de Europa ¡ªsolo 18 jugadores en la historia lo han logrado y uno de ellos es Nacho¡ª exigi¨® a su carrocer¨ªa un esfuerzo supremo que result¨® el pen¨²ltimo.

Bale no volvi¨® a marcar nunca m¨¢s en la liga regular de Estados Unidos ¡ªtampoco volvi¨® a jugar con asiduidad, ya que apenas disput¨® dos partidos de doce como titular¡ª y reserv¨® su aparici¨®n postrera para meter el gol que asegurar¨ªa la tanda de penaltis en la final, ganada ante el Philadelphia Union en v¨ªsperas del Mundial.

Cumplido el ritual de la Copa del Mundo de Qatar, estaci¨®n termini de 17 temporadas de profesionalismo, Bale hizo lo que ten¨ªa pensado hacer desde hace a?os, seg¨²n indican fuentes de su agencia de representaci¨®n. Este lunes el gal¨¦s de 33 a?os emple¨® Twitter para comunicar lo que todos sus amigos esperaban que hiciera de un momento a otro. ¡°Despu¨¦s de una cuidadosa y sopesada consideraci¨®n, anuncio mi retirada inmediata¡±, declar¨®.

Hab¨ªan transcurrido cuatro a?os y medio desde que Florentino P¨¦rez, presidente del Real Madrid, le entreg¨® el cetro de Cristiano Ronaldo. Tras la final de la Champions conquistada en Kiev, el club resolvi¨® dejar marchar al portugu¨¦s para poner en su sitio a Bale. La transici¨®n se inici¨® en 2016, con un contrato que preve¨ªa el cobro de un salario al que se consolidar¨ªan los premios por t¨ªtulos: en total, m¨¢s de 20 millones de euros netos por temporada. La directiva del Madrid crey¨® que lo merec¨ªa. Si aquel muchacho esbelto y dolicoc¨¦falo hab¨ªa metido goles en tres de las cuatro finales de Champions ganadas por el club desde 2014, no pod¨ªa ser por casualidad, por m¨¢s que Zidane no dejara de insistir en que le traspasaran. Cuando por fin Bale se hizo con la bandera del equipo, en junio de 2018, el que dimiti¨® fue Zidane.

Despejados los obst¨¢culos que se interpon¨ªan ante su ambici¨®n, comenz¨® su calvario. Obligado a ejercer de referente, su espl¨¦ndida zancada de vallista, su agilidad de decatleta y su pegada industrial, pasaron de ser una herramienta ¨²til en el orden sostenido por Benzema, Modric, Kroos y Cristiano, a convertirse en un poder insuficiente. Sin la actividad cognitiva que caracteriza a los futbolistas consistentes, sometido a la m¨¢xima exigencia sus aptitudes se disiparon. Le falt¨® regularidad y vocaci¨®n. Como dijo Zidane cuando le despidi¨® en 2020: ¡°Tengo a 25 jugadores y lo m¨¢s importante es que compitan¡±.

Claustrofobia

Los pronunciamientos p¨²blicos del f¨²tbol de primer nivel no permiten m¨¢s claridad. Bale no compet¨ªa como quer¨ªa Zidane. Lo primero que hizo el entrenador franc¨¦s cuando el club le pidi¨® que regresara, en 2019, fue sugerir a la directiva que lo mejor que pod¨ªa hacer Bale era cambiar de aires. Por entonces, el jugador no estaba bien. Ven¨ªa de acumular 22 ausencias en la Liga 18-19. Los m¨¦dicos se?alaron que sus m¨²sculos ¡ªespecialmente los s¨®leos y los gemelos¡ª se romp¨ªan porque estaban estresados tras a?os de largas caminatas diarias por los campos de golf madrile?os. ¡°Mentalmente siempre ha sido el sitio donde alejarme de la burbuja del f¨²tbol¡±, confes¨®, cuando le preguntaron por el golf, su verdadera pasi¨®n. Para Bale, el f¨²tbol tuvo connotaciones claustrof¨®bicas.

Cedido en el Tottenham, comprendi¨® que su pesado cuerpo de m¨¢s de 80 kilos, tantos meses parado, ya no ser¨ªa f¨¢cil de poner a punto. Ten¨ªa 31 a?os y los preparadores del Tottenham tardaron seis meses en lograrlo. Cuando en enero de 2021 volvi¨® a repetir sprints con cierta soltura no fue por mucho tiempo. Las molestias f¨ªsicas se reproduc¨ªan con cadencia incontrolable. Nominalmente, segu¨ªa siendo futbolista. Biol¨®gicamente, no.

Lleg¨® al Madrid en 2013 previo pago de 100 millones de euros al Tottenham. La condici¨®n de jugador m¨¢s caro de la historia le pes¨® casi siempre, nunca en las finales. Levant¨® la ¨²ltima Champions sin disputar un minuto en Par¨ªs. Concluido su contrato fich¨® por Los Angeles FC con la intenci¨®n nunca confesada de prepararse para el Mundial. Jug¨®, meti¨® un gol de penalti, empat¨® un partido y perdi¨® tres, el ¨²ltimo, un Gales-Inglaterra.

¡°Seguir¨¦ jugando mientras pueda¡±, anunci¨®, con la boca peque?a, antes de abandonar Doha. Acababa de conducir a Gales a su primera Copa del Mundo desde 1958. Era un h¨¦roe nacional. No volver¨ªa a ponerse las botas nunca m¨¢s.

¡°Paso p¨¢gina con ganas de ver el pr¨®ximo cap¨ªtulo de mi vida¡±, sentenci¨® en el comunicado de su despedida, impregnado de un insoslayable tono de felicidad.

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