Remco Evenepoel y Egan Bernal regresan a las andadas en Argentina

No habr¨¢ quiz¨¢s como los ciclistas deportistas m¨¢s conscientes, al retirarse, de que su vida, como la de todos, no consiste m¨¢s que en pedalear sobre rodillos, una ilusi¨®n, la rueda gira, donde creen avanzar y al bajarse de la bici descubren que no han llegado a ninguna parte, y solo les queda su memoria, si la conservan, para demostrarse que han vivido, y los viejos amigos, para escapar de la desesperaci¨®n. El viento del sur, y el sol de verano, 38 grados a la sombra, la tormenta de arena que nubla las monta?as en San Juan, ah¨ª, en tierra de nadie, a 1.200 kil¨®metros de Buenos Aires, un espejismo junto a la cordillera, una carrera nacida del capricho de un gobernador, sin tradici¨®n, sin historia, no oscurece sino da sentido a las vidas cicl¨ªsticas de Egan Bernal y Remco Evenepoel, a¨²n j¨®venes, 26 y 23 a?os, respectivamente, a¨²n convencidos de que la bicicleta les llevar¨¢ lejos, a¨²n lejos del recuerdo empa?ado de viejos aficionados, a¨²n ansiosos por enfrentarse, por medirse, un par de a?os despu¨¦s de un Giro inici¨¢tico, aquel de 2021, que Egan termin¨® de rosa y Remco, abandonado y triste.

Los dos, el ciclista belga soberbio vestido de arco¨ªris y sus aires de estrella de Hollywood, y su jefe de prensa, mal guardaespaldas, herido y dolorido tratando de frenar una avalancha in¨²til de aficionados, y el colombiano maravilla de Zipaquir¨¢, y su nariz nueva, tan aparente, han madurado marcados por una ca¨ªda, un accidente, una fractura de pelvis, de cadera, de f¨¦mur. Remco la sufri¨® a los 21 a?os, antes de ganar en Lieja, de ganar la Vuelta, de ganar el Mundial, siempre solo, siempre compitiendo contra ¨¦l mismo, solo. Egan la sufri¨® despu¨¦s, har¨¢ un a?o el martes 24 de enero, despu¨¦s de ganar su Tour del 19, a los 22 a?os, despu¨¦s de ganar su Giro. Su peripecia vital los re¨²ne, hambrientos, impacientes por demostrar que la voluntad estar¨¢ siempre por encima del destino, en una carrera que no tendr¨ªa sentido sin ellos, la Vuelta a San Juan, seis etapas de sprint, una de monta?a, del domingo 22 al domingo 29 (Eurosport).

Cuando se cruzaron en el Giro del 21, Egan era dios; Remco, tan ni?o, un aspirante, el elegido. Se dudaba de su recuperaci¨®n tras la ca¨ªda en Lombard¨ªa como se duda ahora de la capacidad del colombiano para volver a ser el mejor escalador del mundo. Ahora, en un cinco estrellas, piscina y landa bajo el sol que abrasa, Remco, siempre tan joven, habla como un veterano. ¡°Nos hemos visto en el buffet del hotel y hemos hablado cinco minutos¡±, dice el belga, convertido en un ejemplo, una demostraci¨®n para Egan de que es posible volver, y se r¨ªe, porque le hace gracia, y se lo cree, que en Argentina le llamen ¡°el Messi del ciclismo¡±, porque ¨¦l, como Leo, es campe¨®n del mundo, y como Leo tambi¨¦n fue futbolista, jugaba en el Anderlecht juvenil y se cortaba el pelo como Lucas Biglia, estrella argentina en B¨¦lgica en sus a?os. ¡°Me ha dado tiempo a decirle a Egan que me alegraba de verle de vuelta y ¨¦l, ambici¨®n pura, me ha advertido que no me confiara, que quiere volver a ser el Bernal de 2019, cuando gan¨® el Tour. Y yo le he dicho que eso esperaba y deseaba, que ten¨ªa ganas de enfrentarle en las grandes vueltas¡±.

No ser¨¢ este 2023 cuando se vean y se desaf¨ªen m¨¢s all¨¢ de en peque?as carreras. Remco, tras ganar la Vuelta, disputar¨¢ el Giro, y Egan solo piensa en el Tour, en decirles a Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar que no se crean que est¨¢n solos en la cima, que ¨¦l les va a ganar. ¡°Estoy superansioso por volver al Tour, la carrera que lo es todo¡±, dice. ¡°La ambici¨®n con la que vaya depender¨¢ de c¨®mo est¨¦ seg¨²n me acerque m¨¢s, pero por ahora todo pinta muy bueno. La carrera m¨¢s importante de mi vida es volver¡±. Y esa ambici¨®n, ese deseo, dice su gente, sus jefes en el Ineos, es el ¨²nico motor que le ha impulsado los 12 meses pasados desde el 24 de enero de 2022, cuando choc¨® con su bici de contrarreloj a 60 por hora contra la parte trasera de una autob¨²s detenido en la autopista. M¨²ltiples huesos rotos, varias operaciones, reeducaci¨®n, un ni?o que aprende a andar, a lavarse los dientes, a ser aut¨®nomo again, a ser campe¨®n siempre, aun con hierros en el cuerpo.

A vencer el miedo, a no preguntarse m¨¢s veces qu¨¦ sentido arriesgarse en una bici cuando en casa le esperaban los que le aman. ¡°Y cuando volv¨ª a correr en el pelot¨®n, en septiembre pasado, tuve miedo, s¨ª. Cuando me pon¨ªa a 60 por hora, la velocidad a la que choqu¨¦ contra el bus, me daba miedo, pero ya no¡±, dice. ¡°Yo nac¨ª para ser ciclista. No imagino la vida sin una bicicleta¡±.

Y a ser como Remco, claro, que volvi¨®, y no como Chris Froome, quien no volvi¨® a ser el mejor despu¨¦s de otra ca¨ªda pavorosa. ¡°La forma en la que ha regresado Remco, c¨®mo ha vuelto a ganar, c¨®mo ha superado la presi¨®n de que lo comparen con Eddy Merckx, demuestra lo grande que es¡±, dice. ¡°Es una inspiraci¨®n no solo para m¨ª, tambi¨¦n para todas las personas¡±.

Remco gan¨® la Vuelta a San Juan en 2020, reci¨¦n cumplidos los 20 ¨Cnaci¨® un 25 de enero; Egan volvi¨® a nacer un 24 de enero--, una carrera que dej¨® de celebrarse un par de a?os por la pandemia. ¡°Y en estos tres a?os han pasado tantas cosas, pas¨® la ca¨ªda, pasaron varios meses sin saber si volver¨ªa a correr¡±, dice el belga. ¡°Todo me cambi¨® y me hizo un ciclista nuevo, una persona nueva¡±. Tambi¨¦n Egan se siente una persona nueva despu¨¦s, dice, del a?o de su vida en el que m¨¢s ha aprendido. Lo dice ¨¦l, lo dice su gente, que lo oye hablar y piensa que no es un jovencito quien habla, sino un o de 30 a?os por lo menos, y lo dicen qui¨¦nes le miran y le ven tan cambiado, su nueva nariz, su nuevo rostro, una operaci¨®n reciente para aliviar una obstrucci¨®n nasal, que, llevada a cabo por el doctor Gustavo Miery, se convirti¨® tambi¨¦n en una cirug¨ªa est¨¦tica, y su amigo ?scar Sevilla, el corredor de Ossa de Montiel que a los 45 a?os, y ya 12 viviendo en Bogot¨¢, sigue siendo uno de los mejores del pelot¨®n colombiano, se r¨ªe y cuenta que fue ¨¦l quien se lo recomend¨® y quien ahora le toma el pelo pues, dice Sevilla, Egan se ha convertido en un gomelo, ese acento insufrible, que es como llaman en Bogot¨¢ a los pijos, y tambi¨¦n el nuevo Egan, tan fuerte. ¡°Jajaja, este es ?scar¡±, se r¨ªe Egan, quien se ve m¨¢s guapo, dice, cuando se mira en el espejo por las ma?anas, y se reconoce, y se gusta, el nuevo Egan, brotado del Egan de siempre.

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