El Real no pierde de vista al Bar?a
Los blancos, a cinco puntos del l¨ªder, se sacuden al desasosegado Valencia de estos d¨ªas con un gran gol de Asensio y otro de Vinicius, pero caen lesionados Milit?o y Benzema
Cerrada la primera vuelta, el Madrid no pierde de vista al Bar?a, ese cohete que encabeza la Liga. Parti¨® a ocho puntos del l¨ªder, pero los redujo a cinco tras sacudirse al desasosegado Valencia de estos d¨ªas. Un golazo de Asensio y otro de Vinicius mandaron al garete al equipo de ese eterno interino que es Voro. Un Valencia angustiado que apenas tuvo dictado en el Bernab¨¦u. Demasiada plaza para un club que atiza y atiza su propia hoguera. Para el Real Madrid, una victoria con costes, las inquietantes lesiones de Milit?o y Benzema.
El Valencia, tanto tiempo en combusti¨®n institucional, social y deportiva, lleg¨® tr¨¦mulo a Chamart¨ªn. De cortafuegos, un cl¨¢sico entre los cl¨¢sicos: Voro. El equipo respondi¨® un trecho con cierta firmeza ante un Madrid discontinuo de entrada, consecuencia de su aire m¨¢s bien contemplativo para interferir si quiera a un adversario tembl¨®n y quebradizo.
Ancelotti dispuso a Kroos y Modric con Ceballos en el ancla. La actividad del andaluz, al que nunca le falt¨® clase y hoy suma pico y pala, le mereci¨® la ovaci¨®n general del Bernab¨¦u. El f¨²tbol tiene ida y vuelta, gira en cualquier momento. Pero de inicio, el aplomo de Ceballos no era suficiente para impedir en algunas fases que los de Voro trastearan con la pelota sin minas. Tampoco Benzema, Vinicius y Asensio son centuriones sin el bal¨®n. Emigrado Casemiro, a¨²n no plet¨®rico Tchouameni y Camavinga forzado como lateral ortop¨¦dico, al Madrid le faltaba colmillo. Modric y Kroos, eterna placenta del equipo, ya no se apa?an del todo para el tajo pleno.
No daba avisos el Valencia ante Courtois. S¨ª el Madrid ante Mamardashvili, pero de forma entrecortada. Chispazos. Por ejemplo, de Asensio, que, tras un mensaje de gol de Modric, se precipit¨® ante el portero georgiano, perspicaz para reba?ar el remate del balear con la derecha. El propio Asensio flirte¨® de nuevo con el gol tras la mejor jugada de la noche. Milit?o calz¨® la pelota de banda a banda a los pies de Vinicius, embrollado hasta entonces. El extremo cit¨® a Benzema, cuyo taconazo con etiqueta remat¨® Asensio. Gabriel Paulista se interpuso.
Entre alerta y alerta local, el cuadro de Voro se complac¨ªa sin enredos en la zaga, cierta soltura en el eje y un ataque hueco. El preparador ali¨® en la vanguardia a Cavani con el veloz Musah, centrocampista para Gattuso. Pero cada estir¨®n visitante remit¨ªa lejos de Courtois, de miranda casi toda la jornada. Puro fogueo de los chicos de Voro.
El partido se alter¨® para el Real con la lesi¨®n de Milit?o, con un pinchazo en el muslo derecho tras intentar un taconazo ante Lino. Entr¨® Carvajal y Nacho, multiusos, se plant¨® como central. Para entonces, por el costado derecho de Nacho ya hac¨ªa algunos minutos que Asensio, en su faceta m¨¢s productiva, se alejaba del costado para infiltrarse como volante avanzado. La banda estruja al balear. En la otra orilla, Foulquier, con el socorro de Castillejo, todav¨ªa ten¨ªa arrestado a Vinicius.
En el primer acto, el ¨²ltimo fogonazo blanco lleg¨® a un paso del descanso. R¨¹diger cabece¨® a gol un c¨®rner lanzado por Modric. Una confidencia del VAR hizo que el ¨¢rbitro revisara la jugada por un forcejeo de Benzema con Musah. Nada de gol. Una jeremiada arbitral. De crear jurisprudencia habr¨ªa que verificar cada saque de esquina, cada peloteo al ¨¢rea, donde siempre hay cocodrilos por los dos bandos. Un foll¨®n. Cabe que se dieran simult¨¢neamente veinte faltas de unos y veinte de otros.
La condena a Benzema dej¨® contrariado al Madrid, pero no tard¨® en desatar uno de esos vendavales que le distinguen. Al frente, Asensio. Futbolista irregular con un sello goleador de lo m¨¢s regular. El gol de Asensio. Una tradici¨®n. En el v¨¦rtice derecho del ¨¢rea, apunta con la zurda y ?zas! Pocos jugadores tienen su golpeo. Y sus variedades. Suele dar comba a la pelota, o, como esta vez, soltar una bomba de racimo, un tiro seco y sonoro.
El 2-0 no se demor¨®. El Madrid en estampida. Y para ello nadie como Vinicius, que solt¨® las amarras de Foulquier, abri¨® las turbinas y se plant¨® ante Mamardashvili como un rayo. Sin remedio para el Valencia, porque Vinicius, ya expansivo, cada d¨ªa regatea menos al gol.
El Madrid ten¨ªa el partido atado cuando cay¨® Benzema, que reclam¨® el cambio. Mal asunto para el Real, con Liga, Mundialito, Copa y Champions muy a la vista. Ancelotti dio carrete a Rodrygo y, a la hora, dio un respiro a Kroos y Modric. Era ya el momento de las piernas de Tchouameni y Valverde. El encuentro ya no daba para m¨¢s cuando a Gabriel se le pelaron los cables. Sin venir a cuento larg¨® una patada pendenciera a Vinicius. Una roja muy roja. S¨ªntoma de este Valencia fuera de s¨ª. No son pocos los desvelos que le esperan a ese empleado ejemplar que es Voro. Y tambi¨¦n estar¨¢ en vela Ancelotti con Benzema y Milit?o.
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