?Qu¨¦ hacer ante el ogro Pogacar?

Sobre los guijarros humildes de la subida al castillo de Alcal¨¢ la Real que centellean bajo las ruedas en homenaje a Le¨®n Felipe, una cuesta dur¨ªsima, Tadej Pogacar y Enric Mas pelean en sus bicicletas. Es, en las sierras de Ja¨¦n, el final de la segunda etapa de la Ruta del Sol. Es la segunda victoria en la vuelta andaluza del esloveno, un ogro que no renuncia a intentar ganar, y gana, todas las carreras que disputa. Tres ha corrido en 2023, las tres en las serran¨ªas y cerros de Ja¨¦n, y la tres ha ganado. ¡°Pero yo no pensaba ganar en el castillo¡±, intenta disculparse Pogacar. ¡°Simplemente me atacaron y yo ten¨ªa que seguir los ataques y responder¡±.

¡°?Ja!¡±, dice Eusebio Unzue, el responsable del Movistar, el equipo de Enric Mas. ¡°Pogacar es pura ambici¨®n, no es menos insaciable que lo que fueron Eddy Merckx o Bernard Hinault. Si puede ganar no va a dejar nunca de intentarlo, y no va a dejar ganar a nadie¡±.

La constataci¨®n de Unzue, cuyo peso aumenta, y el poder del esloveno que a los 24 a?os ya lleva tres establecido en la cumbre del ciclismo mundial, porque gana siempre muy f¨¢cil ¨C¡±exageradamente f¨¢cil, sorprendentemente f¨¢cil, con la facilidad que da la superioridad¡±, precisa Unzue, que no es un reci¨¦n llegado al ciclismo, pues lleva m¨¢s de 40 a?os dirigiendo ciclistas¨C, ser¨ªa suficiente para deprimir a sus rivales, que en Andaluc¨ªa son, precisamente, los mismos con los que luch¨® el oto?o pasado en las cl¨¢sicas italianas, Enric Mas y Mikel Landa, aparte del joven Carlos Rodr¨ªguez, y los tres quieren ser tambi¨¦n sus peores enemigos en el Tour de Francia en julio.

?Qu¨¦ hacer con ¨¦l? ?C¨®mo sobrevivirle? ?Qu¨¦ hacer con el ogro Pogacar?

¡°?Qu¨¦ podemos hacer con ¨¦l? Disfrutar de ¨¦l¡­¡±, contesta Landa, que a 29 kil¨®metros de Alcal¨¢ Real, pueblo anidado entre rocas tocando ya la provincia de Granada, en plena ascensi¨®n al collado de la Hoya de Charilla acelera por delante de todos los favoritos para comprobar que en pocos metros ya tiene a su espalda a Pogacar. El esloveno se conforma con seguir su rueda 800 metros, y, despu¨¦s le da el primer relevo. Lo da tan fuerte que deja clavado al alav¨¦s, y sigue solo sin mirar atr¨¢s. No hay iron¨ªa oculta en las palabras de Landa, pronunciadas poco despu¨¦s de terminar la etapa, sino la sinceridad de un ciclista que disfruta tanto admirando a los grandes campeones del ciclismo, lo que le hacen un deporte as¨ª, como con las acciones audaces que ¨¦l mismo protagoniza. ¡°Nunca hab¨ªa visto a alguien tan superior y tan polivalente. Yo no viv¨ª la ¨¦poca de Merckx, pero creo que ser¨ªa algo parecido, o incluso m¨¢s impresionante. En un ciclismo con tantos especialistas como el de hoy me parece incre¨ªble que uno mismo est¨¦ ganando un Tour de Francia o disputando el tour de Flandes¡±.

¡°Para nada rendirse¡±, dice Unzue, que ha hablado con su corredor y le ha visto alto de moral pese a la aver¨ªa que le hizo perder un minuto el primer d¨ªa y la respuesta contundente de Pogacar a su ataque en los guijarros del castillo. ¡°Enric no se come la cabeza. Est¨¢ bien, bien, est¨¢ contento. No deja de ser este el primer d¨ªa de examen en una carrera excesivamente dura¡±. Unzue est¨¢ alto de moral porque su equipo ha empezado bien el a?o, con victorias al sprint de su fichaje colombiano Fernando Gaviria, y triunfo de etapa y en la general en el Tour de Arabia Saud¨ª (Rub¨¦n Guerreiro) y el Tour de Om¨¢n (Matteo Jorgenson). Ambas victorias tienen el valor a?adido de haberse producido en las dos carreras disputadas hasta ahora en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, precisamente el territorio en el que Unzue negocia, con optimismo, la llegada de un coesp¨®nsor que complemente los ingresos que le proporciona Telef¨®nica, la empresa con la que cree que llegar¨¢ a una renovaci¨®n hasta 2026 del patrocinio de Movistar.

La moral de Mas, recuerda Unzue, la sostiene el recuerdo de que ¨¦l fue el ¨²nico del mundo que le plant¨® cara a Pogacar en las cl¨¢sicas italianas de oto?o, que perdi¨® el Giro de Lombard¨ªa en un apretado sprint a dos y que, junto a Jonas Vingegaard en el Tour, el ¨²nico ciclista que le derrot¨® en un mano a mano, la subida a San Luca del Giro dell¡¯Emilia, y en Alcal¨¢ la Real volvieron a sentirse los dos por encima del universo.

Y la alegr¨ªa del mallorqu¨ªn, la de derrotar a aquel que nunca regala nada, el valor inmenso de esa victoria, es tambi¨¦n la esperanza de Landa. ¡°?Para nada agobiado!¡±, dice el alav¨¦s. ¡°Al igual que en el Giro de 2015 me hice grande por atacar a Contador, si un d¨ªa de estos puedo atacar a este extraterrestre todo habr¨¢ merecido la pena¡±.

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