Alcaraz y Medvedev, ¡®carpe diem¡¯ en la final de Indian Wells

¡°?Venga, sonr¨ªe de una vez, sonr¨ªe!¡±.

Desde el box, Juan Carlos Ferrero se lleva los ¨ªndices a las comisuras de los labios y dibuja felizmente la sonrisa del Joker, inst¨¢ndole a su jugador a que festeje. Carlos Alcaraz le devuelve una mirada p¨ªcara, como de quien ha hecho los deberes a ¨²ltima hora, y alza el pu?o victorioso despu¨¦s de haber pasado un muy mal rato, sabedor de que una vez abatido Jannik Sinner (7-6(4) y 6-3, tras 1h 51m), dispondr¨¢ este domingo de una oportunidad de oro: si logra batir al ruso Daniil Medvedev en la final (no antes de las 00.00, Movistar Deportes), elevar¨¢ su primer trofeo en Indian Wells y, en paralelo, recuperar¨¢ el n¨²mero uno mundial que defiende Novak Djokovic. Ser¨¢, en el m¨¢s estricto sentido de la expresi¨®n, un duelo de momentos. Carpe diem en California.

Llega el de Mosc¨² ¡ª7-5 y 7-6(4) a Frances Tiafoe en la otra semifinal¡ª a lomos de una secuencia extraordinaria, apoyado en las 19 victorias que ha encadenado durante el ¨²ltimo mes y que le han reportado tres t¨ªtulos: R¨®terdam, Doha y Dub¨¢i. Intimida el fiero Medvedev, de nuevo con apetito despu¨¦s de un largo proceso de hibernaci¨®n, e igualmente lo hace Alcaraz, al que le ha bastado un mes de competici¨®n y tres torneos (otras tantas finales) para recuperar la efervescencia. Con 13 victorias en los 14 partidos que ha disputado esta temporada, Alcaraz, un cohete, aspira a unirse en el listado hist¨®rico a Rafael Nadal (2007, 2009 y 2013), Jos¨¦ Higueras (1983) y Alex Corretja (2000), los ¨²nicos representantes espa?oles masculinos que han sido campeones en el Valle de Coachella.

Hace dos a?os hizo cumbre en el desierto californiano Paula Badosa, hoy d¨ªa rodeada de interrogantes. Y, durante un buen rato, los fantasmas tambi¨¦n rebajaron este s¨¢bado el ¨¢nimo de Alcaraz, que despu¨¦s de un arranque prometedor y de un oportuno demarraje ¡ªbreak al quinto juego¡ª, gripa de forma repentina y cede todo el terreno obtenido. En un santiam¨¦n, el murciano pierde el servicio en blanco, Sinner factura un punto tras otro (11 sucesivos) y el italiano plantea una situaci¨®n de emergencia, 5-4 y 15-30 por encima; esto es, a solo dos aciertos de adjudicarse el primer set. Ferrero, consciente de que su tenista se hab¨ªa sumergido en el fango, emplea el desfibrilador emocional.

¡°?Negativo no puedes estar!¡±, le reprende primero. ¡°?Mal¨ªsima!¡±, se recrimina el propio Alcaraz al fallar un remate clar¨ªsimo. ¡°Es momento de estar tranquilo¡±. ¡°?Piensa en c¨®mo has jugado toda la semana! Cero emociones, ?eh?¡±. ¡°H¨¢blate a ti mismo, di que quieres jugar el punto¡±, incide el preparador desde el costado, consciente de que el partido se dirime sobre una fin¨ªsima cornisa y que un cent¨ªmetro aqu¨ª o una all¨¢ puede decantarlo. A duras penas resiste el de El Palmar, a remolque, con el drive encasquillado ¡ª23 errores en este primer parcial, 20 con la derecha en el global¡ª y extra?amente diluido, presa en esos instantes de la tensi¨®n y del estr¨¦s al que le somete el despliegue lineal de Sinner, un c¨ªborg que parece no sentir ni padecer, neutro en las alegr¨ªas y las penas. Aprieta el italiano, que llega a disponer de una bola de set y no convierte. Ah¨ª ve la escapatoria su rival. De repente, Alcaraz reacciona y se salva. Igual que ha desconectado y se ha perdido, vuelve.

Por delante, el ¡°muro¡±

A la hora de la verdad, se agranda. ¡°?Toda la carne en el asador al resto! ?Tira, tira!¡±, le asesora Ferrero cuando el murciano logra la rotura y acto seguido firma el 3-0 del segundo set, incorporado al casillero despu¨¦s de un intercambio vibrante en el que ambos se han enzarzado en un cuerpo a cuerpo noble, decidido gracias a un globo. Sinner se revuelve, Sinner replica, Sinner no se inclina. La par¨¢bola sortea sus 188 cent¨ªmetros. El sentido del duelo no var¨ªa. Recuperada la calma y ahora s¨ª, disfrutando, Alcaraz cierra con 26 golpes ganadores que prevalecen sobre sus 32 errores no forzados. En una versi¨®n m¨¢s bien gris¨¢cea y con laguna de por medio, ganar adquiere un valor doble.

¡°Ha sido duro para m¨ª, no he hecho las cosas bien¡±, reconstruye Alcaraz ante los periodistas. ¡°Iba todo demasiado r¨¢pido y en esos instantes [con 4-2 a su favor, en la manga inicial] debes estar tranquilo y pensar, y no ha sido el caso. ?l ha empezado a jugar muy bien, y yo a pelearme conmigo mismo. Ha sido duro, s¨ª¡±, reconoce el n¨²mero dos, que este domingo puede convertirse en el segundo tenista menor de 20 a?os que logra conquistar tres Masters 1000 [previamente, Miami y Madrid], junto con Nadal. El balear captur¨® seis antes de cumplir la veintena y Medvedev, ninguno de los cuatro que figuran en su palmar¨¦s.

¡°?l [Alcaraz] no es el mismo jugador de entonces¡±, se refiere el moscovita (27 a?os) al ¨²nico precedente entre los dos, en 2021, en Wimbledon (6-4, 6-1 y 6-2). ¡°As¨ª que, de alguna forma, va a ser como un primer partido entre nosotros. Tiene unas habilidades incre¨ªbles y sabe utilizarlas, dif¨ªcilmente comparables. Es incre¨ªble c¨®mo le pega con la derecha; no creo que haya nadie que golpee con tanta fuerza y adem¨¢s con efecto¡±, prosigue el n¨²mero seis en el elogio; ¡°la pregunta es: ?Ganar¨¢ cinco, 10 o 23 grandes y batir¨¢ el r¨¦cord? Va a ser genial jugar contra ¨¦l. Creo que la superficie [que ¨¦l ha criticado duramente durante las dos semanas, ¡°horrible¡± y ¡°lenta¡±] le beneficia, pero tengo confianza¡±.

Entretanto, el espa?ol prev¨¦ una final ¡°muy t¨¢ctica¡± y anticipa que tendr¨¢ que hacerlo ¡°todo perfecto¡±. Recuerda que cuando ambos se midieron sobre la hierba de Londres, uno era el dos del mundo y el otro apenas hab¨ªa metido la cabeza en el circuito de la ATP. Hoy, sin embargo, la historia es bien diferente. ¡°Tengo experiencia¡±, responde. ¡°O al menos, m¨¢s experiencia que aquel d¨ªa¡±, matiza antes de radiografiar al ruso y retirarse para reponer fuerzas: ¡°Medvedev es un muro, las devuelve todas y hace tiros imposibles. Incluso peg¨¢ndole desde una esquina es capaz de hacerte el punto. Es incre¨ªble, pero s¨¦ c¨®mo jugar contra ¨¦l; ya hemos entrenado juntos un par de veces y tengo algunas pistas. Ser¨¢ un partido totalmente diferente¡±.

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