Todd Boehly precipita al Chelsea en el caos
El despido del t¨¦cnico, Graham Potter, confirma la mala planificaci¨®n del estadounidense que relev¨® a Abramovich y que ha gastado cerca de 700 millones de euros en menos de un a?o
Todd Boehly anunci¨® su rendici¨®n a finales de febrero. ¡°Me vuelvo a California¡±, le dijo a uno de sus colaboradores. ¡°Los Glazer ten¨ªan raz¨®n¡±. La confidencia traspas¨® todas las paredes de los despachos de la Premier. Un a?o despu¨¦s de su aterrizaje en Londres, este empresario estadounidense experto en finanzas, cabeza visible del consorcio que adquiri¨® la propiedad del Chelsea cuando el Gobierno brit¨¢nico expropi¨® el club al magnate ruso Roman Abramovich, resolvi¨® que el f¨²tbol era un juego demasiado complejo para alguien como ¨¦l. Los Glazer, los due?os estadounidenses del Manchester United, ya le hab¨ªan advertido de que se anduviera con cuidado en un negocio tan inh¨®spito para la cultura empresarial de Estados Unidos. Boehly no les hizo caso. En seis meses se gast¨® m¨¢s de 600 millones de euros en jugadores que le decepcionaron, despidi¨® al entrenador con el que hab¨ªan ganado la Champions en 2021, y apost¨® por otro en el que dej¨® de creer. Este domingo hizo lo ¨²ltimo que quer¨ªa: destituy¨® a Graham Potter y revel¨® al mundo que se hab¨ªa equivocado por completo.
A una semana de enfrentarse al Madrid en la ida de los cuartos de la Champions, el Chelsea es un club a la deriva. El despido del entrenador refleja la desorientaci¨®n de unos gestores que se obstinaron en desmontar la estructura heredada de Abramovich para empezar de cero. Lo primero que hizo Boehly fue convencerse a s¨ª mismo de que comprender el f¨²tbol era tan sencillo como entender de b¨¦isbol. De la inmersi¨®n acelerada que sigui¨® entre julio y agosto de 2022, donde vision¨® cientos de partidos, seg¨²n fuentes del Chelsea, emergi¨® con ideas alucinantes. Ocurrencias que, en su mayor¨ªa, contradijeron todo aquello que le aconsejaron los consultores que hab¨ªan informado al club durante d¨¦cadas antes de su llegada. Entre otras cosas, que Potter era el entrenador adecuado.
Despu¨¦s de despedir a Thomas Tuchel y de entrevistarse con Pochettino, que le visit¨® por cortes¨ªa en su casa de Londres, Boehly contrat¨® a Potter. Lo hizo previo pago al Brighton de una cl¨¢usula liberatoria de 25 millones de euros. Entre la indemnizaci¨®n que le pag¨® a Tuchel y la que deber¨¢ pagarle ahora a Potter, el gasto en entrenadores se le ha disparado a unos 60 millones de euros sin haber cumplido un a?o de gesti¨®n. No tuvo m¨¢s remedio: Potter consolid¨® el tercer porcentaje de victorias m¨¢s bajo de la historia del Chelsea, 31,8% por partido. Lejos del 70% de Mourinho o el 55% de Tuchel.
¡°Mi funci¨®n es crear valor all¨ª donde hay vac¨ªos de valor¡±, proclam¨® Boehly, que es copropietario de los LA Dodgeres de la Liga Nacional de B¨¦isbol, durante una entrevista en la que defini¨® su trabajo en la industria del emprendimiento con capital privado. Su pol¨ªtica de fichajes, mezcla de iniciativas personales con apuestas avaladas por la secretar¨ªa t¨¦cnica, constituyen un rosario de contradicciones. Al fichaje de Koulibaly en el mercado estival le sucedi¨® el de Badiashile en las Navidades, que reemplaz¨® al primero, gener¨¢ndole una crisis de confianza. El mismo patr¨®n reprodujo el fichaje de Sterling, postergado luego por Mudryk; o el de Aubameyang, olvidado inmediatamente tras la cesi¨®n de Joao Felix. Entre los que quer¨ªan salir y no pod¨ªan, y los reci¨¦n llegados inmediatamente obsoletos tras la contrataci¨®n de otros que llegaban para ocupar sus puestos, el vestuario no solo se superpobl¨®. Se llen¨® de jugadores desconcertados.
Graham Potter contribuy¨® a entristecer el ambiente. En su af¨¢n por mostrarse receptivo con el hombre que le hab¨ªa hecho el contrato de su vida, el entrenador hizo muchas alineaciones para congraciarse con el p¨²blico ingl¨¦s lo mismo que por Boehly. El t¨¦cnico mezcl¨® cortes¨ªa con populismo. Privilegi¨® a los chicos de la cantera antes que a los extranjeros, y a los ¨²ltimos fichajes antes que a los pen¨²ltimos. As¨ª, hasta que no pudo m¨¢s. Le sucedi¨® con Mykhaylo Mudryk, el extremo ucranio de 22 a?os, fichado por iniciativa exclusiva de Boehly por 100 millones de euros al Shakhtar Donetsk en el ¨²ltimo mercado invernal. Hab¨ªa jugado dos partidos como titular de un total de seis en la Premier cuando en la primera semana de marzo, antes de recibir al Leeds, el entrenador le comunic¨® a Boehly que no contaba con Mudryk. El jugador m¨¢s representativo de su mandato no le serv¨ªa. En cualquier caso, Potter y Boehly acordaron que lo emplear¨ªan, de vez en cuando, cosa de evitar que se depreciara su valor. Desde entonces Mudryk fue suplente en dos ocasiones y titular en otras dos. La ¨²ltima, en la derrota contra el Villa (0-2) que precipit¨® la destituci¨®n de Potter.
Nagelsmann, Zidane, Pochettino...
Todd Boehly se comprometi¨® p¨²blicamente con Potter. Lo hizo con tanta determinaci¨®n, contra tantos cr¨ªticos, que cuando supo que se hab¨ªa equivocado no quiso reconocerlo. Los asesores que trabajan para el Chelsea llevaban meses repiti¨¦ndole que deb¨ªa despedir a Potter lo antes posible. Boehly se resisti¨® mientras buscaba alternativas espectaculares. En verano Pochettino, en oto?o Luis Enrique, y en el pasado invierno Zinedine Zidane. Boehly se afan¨® en convencer al franc¨¦s de ocupar el banquillo de su club. Le hizo una oferta formal. La m¨¢s grande que ha recibido Zidane en su carrera, seg¨²n un intermediario. No obtuvo respuestas esperanzadoras, al menos hasta ahora.
Bruno Saltor, el exjugador del Espanyol que ofici¨® de ayudante de Potter, se har¨¢ cargo provisionalmente del equipo. Mientras tanto, el atribulado Boehly buscar¨¢ soluciones desesperadas para dirigir un proyecto opulento pero condenado por los malos resultados en la Premier a no clasificarse para la pr¨®xima Champions, al menos por la v¨ªa regular. Ahora el Chelsea redoblar¨¢ sus aproximaciones a la misma terna de entrenadores que acaricia desde el verano, a la que se suma Julian Nagelsmann, el preferido del nuevo director deportivo, Christopher Vivell, y el mejor puntuado en los informes de las consultoras que trabajan para el club.
Nagelsmann todav¨ªa tiene contrato con el Bayern M¨²nich. El entrenador b¨¢varo fue destituido la semana pasada pero el Bayern, que pag¨® 20 millones de euros para ficharlo del Leipzig, no ha rescindido su contrato. Si el Chelsea le quiere deber¨¢ negociar el pago de una compensaci¨®n al Bayern.
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