Vingegaard gana la cuarta etapa de la Itzulia y afianza su liderato
Landa, que repite como segundo, se despeg¨® junto al dan¨¦s del resto de favoritos en la subida a la Asturiana
Un dan¨¦s, un vasco y la Asturiana, la colina en plena zona minera, cerca de Muskiz, que rompi¨® la etapa que finalizaba a nivel del mar, a unos metros de los muelles del puerto pesquero de Santurtzi. El dan¨¦s era el de siempre, Jonas Vingegaard, uno de esos ciclistas de aspecto fam¨¦lico pero apetito voraz; el vasco, Mikel Landa, el grano que le ha salido en el trasero al dan¨¦s, que se pega a su rueda con Loctite, aunque le falte la chispa para rematar en la meta. Los dos se consolidan como favoritos, aunque el ganador del Tour lo es m¨¢s, y su ambici¨®n no mengua.
Claro que Vingegaard y Landa est¨¢n bajo vigilancia, porque rondan Gaudu, Mas e Izagirre en un horizonte muy cercano. Todo se controla al dedillo entre los favoritos, como en general en el ciclismo moderno. En la Itzulia, sin ir m¨¢s lejos, tambi¨¦n hay un ojo que todo lo ve, el VAR del ciclismo. En una furgoneta blanca con los emblemas de la Uni¨®n Ciclista Internacional con los cristales tintados, Juan Mart¨ªn, un vallisoletano, juez ¨¢rbitro, se sienta frente a varias pantallas que emiten las im¨¢genes que la producci¨®n televisiva env¨ªa desde el cami¨®n que est¨¢ justo al lado.
Sentado en su sill¨®n de gamer, Martin observa lo que ocurre en cada instante; si percibe algo irregular, rebobina, graba el corte y se lo env¨ªa a Catherine Gastou, la presidenta del jurado t¨¦cnico, para que decida si la maniobra es sancionable. Ni un fuera de juego pasa desapercibido, ni una tarjeta roja, como la de Filip Maciejuk en Flandes por derribar a medio pelot¨®n en una maniobra peligrosa.
Despu¨¦s de pasar Muskiz trabaj¨® el VAR, en la ca¨ªda que se produjo en el pelot¨®n, pero fue una acci¨®n fortuita. Sigan, sigan.
Ataca @j_vingegaard | @JumboVismaRoad
— Itzulia Basque Country (@ehitzulia) April 6, 2023
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Lo trascendente lleg¨® m¨¢s tarde. En el oasis de la Itzulia se cuecen las etapas a fuego lento, en carreteras cortadas para los ciclistas, mientras a unos kil¨®metros, las autov¨ªas por las que tratan de llegar a Cantabria los turistas, est¨¢n colapsadas. Pululan los helic¨®pteros, los de la carrera y los de Tr¨¢fico, mientras despu¨¦s del territorio quebrado por varias ascensiones, se presentan los corredores en la Asturiana, carretera estrecha, entre ¨¢rboles. Poco antes, en el sprint especial de Larigada, Enric Mas intentaba restar segundos con la bonificaci¨®n, pero los cogi¨® Vingegaard, insaciable, que segu¨ªa caliente en las Pe?as Negras, pocos kil¨®metros despu¨¦s. Trabaj¨® el Ineos, tens¨® Carapaz la cuerda, y entonces el l¨ªder se puso en cabeza, estir¨® al grupo, y solo Landa le sigui¨®. ¡°Fue algo improvisado¡±, confesaba despu¨¦s. Ped¨ªa relevos el dan¨¦s, pero el vasco parec¨ªa al l¨ªmite siguiendo su ritmo. En un par de kil¨®metros, la diferencia era ya de medio minuto con Gaudu, Izagirre, Mas e Higuita, que no se entend¨ªan.
En la cima de la Asturiana es cuando Landa dio el primer relevo, cuesta abajo en una bajada muy t¨¦cnica, donde no mengu¨® la distancia, aunque el grupo perseguidor cada vez era m¨¢s nutrido y la diferencia se redujo subiendo hacia Portugalete, mientras la atravesaban y enfilaban la calle que une la villa jarrillera con Santurtzi. Llegaban por detr¨¢s los perseguidores, ¡°aunque hubiera preferido mantener los 30 segundos¡±, dec¨ªa Vingegaard, cuando Landa, poco ducho en las llegadas, le cedi¨® la parte interior de la curva al insaciable dan¨¦s, y con ello, la victoria de etapa. ¡°Me gustar¨ªa mejorar en las llegadas¡±, reconoc¨ªa el ganador. Qu¨¦ dir¨¢n los dem¨¢s, despu¨¦s de su sexta victoria de la temporada.
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