Guardiola se mide al anti-Guardiola

¡°?No soy perfecto!¡±, dijo Guardiola, feliz y agobiado, emocionado y agotado, harto y encantado de que siempre le hagan las mismas preguntas cuando este lunes en la lluviosa Manchester lleg¨® el d¨ªa irrevocable de la previa de otra eliminatoria de Champions y el auditorio le record¨® todo aquello que no tiene, o todo aquello que perdi¨®, y nunca perdi¨® m¨¢s que cuando perdi¨® la final en 2021.

La cara de Guardiola es una sucesi¨®n de expresiones contradictorias cuando lo confrontan con los malos ¡ªlos peores¡ª recuerdos. Porque viene el Bayern a medirse a su City en una final adelantada en toda regla, y el entrenador del Bayern se llama Tuchel, y Tuchel es una sombra esquel¨¦tica proyectada como una pesadilla sobre la carrera de Guardiola. Un ectoplasma que se?ala la final de 2021, perdida contra el Chelsea de Tuchel, en un partido mundialmente c¨¦lebre porque Guardiola lo afront¨® retirando a Fernandinho de la alineaci¨®n para colocar a G¨¹ndogan de mediocentro ¡ªmedida que simboliza eso que los ingleses llaman ¡°overthinking¡± cada vez que rotulan los vicios del t¨¦cnico catal¨¢n, su inclinaci¨®n a retorcer los planes en busca de maravillas que normalmente resultan decepcionantes una vez confrontados con la realidad del coraz¨®n de los futbolistas, esa gente que cobra por jugar al juego que proyectan los entrenadores¡ª. Un partido que Tuchel asegura que supo que ganar¨ªa antes de disputarlo, al enterarse de que Fernandinho, el pilar por excelencia, hab¨ªa sido postergado por overthinking.

¡°Intentaremos ganar la Champions¡±, dijo Guardiola; ¡°como lo intentamos el a?o pasado y el anterior, y el anterior, y el anterior, y as¨ª durante l¨®s ¨²ltimos seis a?os... Pero mi sue?o no es ganar. Mi sue?o es vivirlo. Estar aqu¨ª. ?Cu¨¢ntos majors ha jugado Jack Nicklaus en sus 40 a?os de carrera? ?120? ?130? Gan¨® 18. Michael Jordan gan¨® seis anillos y jug¨® 16 temporadas. En el deporte se pierde m¨¢s que se gana. Vivo as¨ª mi profesi¨®n. No soy perfecto. El mejor reconocimiento como entrenador es estar aqu¨ª un a?o m¨¢s¡±.

Al reclamo recurrente de ganar una Champions con el City se le suma la presencia repentina de Thomas Tuchel en el banquillo rival. Un entrenador que estaba libre desde el verano, que llevaba meses apalabrando acuerdos extraoficiales con el Bar?a, el Tottenham y el PSG, por si alguno se quedaba sin entrenador, hasta que Franck Kessi¨¦ hizo el gol que decidi¨® el ¨²ltimo cl¨¢sico de Liga en el Camp Nou, el domingo 19 de marzo, en el minuto 92.

Cuentan el el Bayern que el gol de Kessie rompi¨® el v¨ªnculo moral de Tuchel con Joan Laporta. La victoria del Bar?a signific¨® la Liga y la consolidaci¨®n de Xavi Hern¨¢ndez en un banquillo que hasta este invierno tuvo en el alem¨¢n a uno de sus m¨¢s firmes aspirantes. Consciente de que sus posibilidades de fichar por el Bar?a se evaporaban, Tuchel contact¨® con la directiva azulgrana para comunicar que si les parec¨ªa bien a todos olvidaban las charlas mantenidas antes de Navidad. El agente Pini Zahavi, que en su lista de tutelas tiene a Tuchel y a Lewandowski, manej¨® los tiempos con maestr¨ªa y simult¨¢neamente envi¨® al Bayern una advertencia: su cliente estaba libre; pero la ventana para firmar un acuerdo pod¨ªa cerrarse de un momento a otro si Tuchel aceptaba las propuestas que le hab¨ªan hecho el Tottenham y el PSG.

Unli H?ness, el ide¨®logo

El mensaje prendi¨® fuego en el pajar del Bayern, que ese mismo domingo, hab¨ªa perdido en Leverkusen. Hac¨ªa meses que Uli H?ness, el presidente honorario, llamaba a Hasan Salihamidzic, el director deportivo. Le insist¨ªa, dicen en el club, en que Julian Nagelsmann, el entrenador, no pod¨ªa seguir al frente del equipo ya que no pose¨ªa las cualidades humanas necesarias para liderar un vestuario tan pesado. Tuchel era ideal. H?eness y Salihamidzic le atribu¨ªan un valor extraordinario por su campa?a en el subcampeonato de la Champions en 2020 con el PSG, y por haber conducido al Chelsea a ganar el t¨ªtulo con solo tres meses de preparaci¨®n en 2021, una obra que culmin¨® con la derrota de Guardiola. Si hab¨ªa un hombre que conoc¨ªa los secretos de Guardiola, ese era Tuchel, su admirador, su amigo, casi un disc¨ªpulo desde que en 2014 se reun¨ªan en el bar muniqu¨¦s Schumann¡¯s para discutir de t¨¢ctica.

H?ness lo sabe y Guardiola tambi¨¦n. Tuchel aprendi¨® bien. No a desarrollar un juego m¨¢s ofensivo, sino a desactivar los ataques de Guardiola. Lo hizo en el Chelsea, en donde mont¨® un sistema con tres centrales, dos pivotes y dos laterales m¨¢s cuartelarios que aventureros. ¡°Es un entrenador muy creativo¡±, le calific¨® Guardiola; ¡°pero el Bayern no es un equipo construido solo para ir a buscar empates y ver qu¨¦ pasa en la vuelta. El Bayern que yo conoc¨ª como entrenador sale a ganar, juegue en el campo que juegue. No me espero un equipo que venga aqu¨ª a cerrarse, hacer dos o tres transiciones y despu¨¦s ver qu¨¦ pasa en el Allianz Arena¡±.

H?eness y Salihamidzic no est¨¢n tan seguros de que no les valga el empate en Manchester. Sab¨ªan lo que quer¨ªan cuando sumaron a su causa al presidente, el imperturbable Oliver Kahn, que tantas veces defendi¨® a Nagelsmann. Estaban convencidos de que Tuchel era a Guardiola lo que la kryptonita a S¨²perman. A las puertas de una eliminatoria de Champions en la que se jugaban tanto, no pod¨ªan dejar pasar la oportunidad de tenerlo de su lado.

¡°Tomo decisiones porque veo a los jugadores, porque veo c¨®mo interact¨²an, porque lo siento en mi est¨®mago¡±, se defendi¨® Guardiola cuando este lunes un periodista ingl¨¦s le pregunt¨® que por qu¨¦ hab¨ªa hecho cosas tan raras en los partidos m¨¢s importantes de la Champions que hab¨ªa disputado con el City. Cosas como las que hizo en 2021 para gloria de Tuchel, que vuelve como un mal sue?o.

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