Cuando Obradovic expuls¨® a Arlauckas y luego se bebieron una botella de Chivas
Jugadores que coincidieron con el t¨¦cnico serbio en el Real Madrid, entre 1994 y 1997, recuerdan aquella etapa antes del reencuentro entre ambos en cuartos de la Euroliga
El nombre impone por s¨ª solo: Zeljko Obradovic. Pasan las d¨¦cadas y el gran druida del baloncesto europeo mantiene su aura de gran conquistador. El entrenador serbio colecciona a los 63 a?os un bot¨ªn de nueve Copas de Europa: en 1992 con el Partiz¨¢n en su primer curso en un banquillo, en 1994 con el Joventut, una temporada despu¨¦s con el Real Madrid, cinco coronas con el Panathinaikos (2000, 2002, 2007, 2009 y 2011) y un ¨²ltimo laurel con el Fenerbah?e en 2017. Gomelsky, Ferr¨¢ndiz, Maljkovic y Messina le miran desde abajo con cuatro t¨ªtulos cada uno.
Obradovic gana all¨¢ donde va, due?o de una receta que mezcla el cari?o paternal con el l¨¢tigo. Los jugadores le aman tanto como le odian y las aficiones se rinden a sus pies. Ahora el rey ha vuelto a casa, a ese Partiz¨¢n en el que comenz¨® a forjar su leyenda. Y con el que desde este martes se mide al Madrid en cuartos de la Euroliga. Obradovic dirigi¨® al conjunto blanco entre 1994 y 1997. Una Copa de Europa fue su gran tesoro, en 1995 en Zaragoza ante el Olympiacos con Arvydas Sabonis y Joe Arlauckas como figuras. As¨ª le recuerdan algunos de sus pupilos en el Madrid:
Joe Arlauckas: ¡°Totalmente loco¡±
¡°Yo ven¨ªa de un a?o muy bonito con Clifford Luyk. Hab¨ªamos ganado la Liga pero perdimos en cuartos de la Copa de Europa precisamente contra el Joventut de Zeljko. Clifford era muy bueno. Le dec¨ªamos que est¨¢bamos cansados y nos daba la ma?ana libre. ¡®Vale chicos, no pasa nada, que disfrut¨¦is¡¯, nos dec¨ªa. Con Zeljko si le dec¨ªamos eso entren¨¢bamos tres veces al d¨ªa¡±, revive hoy Joe Arlauckas, el p¨ªvot estadounidense que ese primer curso form¨® un d¨²o letal en la zona con Sabonis. ¡°Yo estaba en el mejor momento de mi carrera, era el mejor cuatro en Espa?a y seguramente de Europa, y estaba Sabonis, que simplemente era el mejor, y llega este yugoslavo, que solo ten¨ªa cinco a?os m¨¢s que yo, y nos empieza a echar broncas a los dos. ?Pero ¨¦ste qui¨¦n es? Fueron tres a?os duros. Cuando est¨¢ entre las cuatro l¨ªneas est¨¢ totalmente loco, pero sabe exactamente lo que hace en todo momento. A m¨ª me pregunt¨®: ¡®?Te crees que eres el mejor de Europa? Pues yo te voy a hacer mejor todav¨ªa¡±.
Arlauckas recuerda los 63 puntos que meti¨® ¨¦l solo al Bolonia en la Euroliga en 1996. Tambi¨¦n el peaje hasta esa cima. ¡°Hab¨ªa un chico en el equipo, Mart¨ªn Ferrer, que al principio de temporada me dijo: ¡®Lo siento mucho pero ha dicho Zeljko que en todos los entrenamientos tengo que ir a por ti, te voy a dar¡¯. ?Lo ten¨ªa en mi cara todo el d¨ªa! Obradovic es el t¨ªo m¨¢s dif¨ªcil que tuve en mi vida en una pista, pero es la persona m¨¢s justa que me he encontrado. Se le pon¨ªa la cara roja grit¨¢ndome, pero cuando termin¨¦ de jugar para ¨¦l sent¨ªa que era uno de mis mejores amigos y que hab¨ªa jugado el mejor baloncesto de mi vida. Me ense?¨® a ser mejor padre y persona. Zeljko cambi¨® mi vida¡±.
Fue un choque de trenes. Fuego contra fuego. Hasta que el maestro deton¨® la bomba. ¡°Ten¨ªamos broncas diarias. A m¨ª no me bajaba nadie. En un entrenamiento me estaba tocando los huevos todo el rato, llev¨¢bamos una hora y 40 minutos y explot¨¦: ¡®?Que te jodan, d¨¦jame en paz!¡¯. Y me expuls¨®. ¡®?T¨² me vas a echar a m¨ª, a Joe Arlauckas, est¨¢s loco o qu¨¦?¡¯, me encar¨¦... Me fui a la ducha y vino a decirme que estaba obligado a ir despu¨¦s a El Barril, el restaurante. Le mand¨¦ a la mierda. Ya me hab¨ªa llevado una bronca suya y no quer¨ªa otra de mi mujer por llegar tarde y que se pensara que estaba con mis amigos. Pero me oblig¨® y fui. Cuando llegu¨¦ a la barra estaba con dos copas con hielo y una botella de Chivas. ?Quer¨ªa que bebi¨¦ramos whisky! Y yo sin comer. Entonces me lo explic¨®: ¡®Joe, siento que estoy perdiendo a los jugadores y necesitaba demostrar que aqu¨ª yo soy el puto jefe. Te toc¨®. Eras la persona perfecta para echarte la bronca¡¯. ?Qu¨¦ hijo de puta! Nos terminamos la botella de Chivas. Llegu¨¦ a casa borracho. Imag¨ªnese a mi mujer¡±.
Jos¨¦ Miguel Ant¨²nez: ¡°El baloncesto es ajedrez¡±
Como Arlauckas, Jos¨¦ Miguel Ant¨²nez complet¨® los tres a?os de mili con Obradovic. Con la mayor exigencia, en su caso, de ser base, como lo hab¨ªa sido el jefe. ¡°Siempre me dijo que ser entrenador era su gran pasi¨®n, que no dud¨® ni un segundo en retirarse como jugador. Era su destino. En el Partiz¨¢n fue campe¨®n logrando compaginar a Danilovic y Djordjevic, que no eran amigos. Al Joventut lleg¨® como un mariscal, un toro desbocado. Estaba acostumbrado al m¨¦todo serbio de yo ordeno y mando, sin respetar el trabajo de los dem¨¢s. En el Madrid ya sab¨ªa c¨®mo funcionaba todo aqu¨ª. Un a?o con Zeljko vale por dos. Era cercano, se pon¨ªa a tirar con nosotros, pero su exigencia era m¨¢xima sobre todo con los bases. ¡®?Esto no existe en baloncesto!¡¯, repet¨ªa, como el pase por delante de la zona. Y dec¨ªa que el baloncesto es ajedrez. Es el mejor en cuanto a visi¨®n del partido. En una final siempre encontraba una soluci¨®n. Luego ten¨ªas que tener mucho car¨¢cter para poder aguantarlo, ¨¦l primaba mucho la actitud y el trabajo. El baloncesto deb¨ªa ser lo primero para ti. Recuerdo una sesi¨®n de v¨ªdeo con Cargol que fue lo m¨¢s duro que he visto en mi vida¡±.
Ant¨²nez fue titular en aquella final de la Copa de Europa de 1995 y resisti¨® la renovaci¨®n de la plantilla en los dos cursos siguientes. ¡°Con Zeljko alcanc¨¦ mi madurez. Tuve choques dur¨ªsimos reproch¨¢ndome que no hiciera lo que ¨¦l quer¨ªa. Por un lado ten¨ªa a Obradovic grit¨¢ndome, y por otro a Sabonis, a quien deb¨ªa darle los balones como ¨¦l quer¨ªa, y eso no era nada f¨¢cil. Gracias a Obradovic jug¨¢bamos como un reloj. Sus m¨¦todos funcionan, pero hay que darle el control absoluto¡±.
Juanan Morales: ¡°?Crees que est¨¢s muerto? No¡±
Juanan Morales tuvo doble dosis de Obradovic. Fue campe¨®n de Europa con el Joventut en 1994 y se reencontr¨® con el t¨¦cnico en el Madrid entre 1995 y 1997. Sus recuerdos radiograf¨ªan esa peque?a evoluci¨®n de Zeljko. ¡°En la Penya era el m¨¦todo yugoslavo a tope. Baloncesto control, poqu¨ªsimas posesiones, y a 30 segundos. En el Madrid las cargas f¨ªsicas eran m¨¢s reguladas, pero a¨²n muy altas. ¡®?Te crees que est¨¢s muerto? No, no est¨¢s muerto¡¯, nos dec¨ªa. Te llevaba al l¨ªmite absoluto a nivel f¨ªsico, a un punto agon¨ªstico. Escaleras, sprints, pesas, l¨ªneas¡ todo lo que hiciera falta. Eso s¨ª, con Zeljko corres mucho pero sabes d¨®nde vas. No es como otros entrenadores de mano dura con los que corres como pollo sin cabeza. El sistema no era agotar al jugador, sino jugar bien aunque estuvieras agotado. A m¨ª al principio me parec¨ªa correr por correr, arriesgarnos a una lesi¨®n. Luego descubr¨ª por qu¨¦ lo hac¨ªa¡±.
Morales, hoy presidente del Joventut, recuerda los ¡°castigos¡±, sobre todo ¡°hacer l¨ªneas¡±: correr de la l¨ªnea de fondo al tiro libre y volver, al medio campo y volver, al otro tiro libre y volver, a la otra l¨ªnea de fondo y volver, y otra vez... Y tiene grabada en la memoria otra fase del repertorio del sabio. ¡°Vosotros sois muy amigos porque cuando acaba el entrenamiento os vais por ah¨ª. Pero vuestro amigo no es quien con quien te tomas una cerveza, sino el que te hace bien un bloqueo¡±. Puro Obradovic.
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