Sergio Busquets, la s¨ªntesis del mediocentro

El juego del Barcelona se ha edificado a partir del mediocentro desde que Johan Cruyff lleg¨® como entrenador al Barcelona en 1988 y apost¨® por un futbolista menudo para un puesto gigante cuyo nombre era Luis Milla. Los n¨²meros todav¨ªa ten¨ªan sentido en aquellos a?os en que la demarcaci¨®n qued¨® asignada al 4. La simbolog¨ªa ha cambiado mucho con el tiempo y tambi¨¦n han variado las funciones de una figura que pas¨® a ser conocida como volante central o incluso pivote hasta quedar personificada en un centrocampista que hoy viste el 5. La s¨ªntesis del mediocentro por excelencia se llama Sergio Busquets.

La situaci¨®n es tan extrema que se duda de si el capit¨¢n tiene sustituto o una soluci¨®n de continuidad en el Camp Nou. Jam¨¢s se hab¨ªa hablado tanto del doble pivote en el Bar?a desde que se murmuraba sobre la salida de Busquets. Todos los candidatos para ocupar su puesto han fracasado y La Masia ya no es aquella f¨¢brica que era incapaz de absorber a tantos mediocentros como produc¨ªa, talentos como Arteta, Cesc, Oriol Romeu o Marc Crosas. La sensaci¨®n es que ahora mismo se necesita a dos futbolistas para asumir el rol de Busquets. El modelo, o la referencia, estar¨ªa fuera del Barcelona. Hablamos por ejemplo de Rodri o Zubimendi.

El drama de Busquets es que ha sido un antih¨¦roe en un momento en que el anonimato penaliza y a los jugadores les dan ataques de importancia en un intento de ser noticia y poder figurar en las votaciones en las que se elige a los mejores de Europa. Nunca ha habido sitio para el azulgrana porque la victoria se ha asociado a Messi, a Xavi, a Iniesta, a Puyol, e incluso a V¨ªctor Vald¨¦s mientras que en la derrota se ha se?alado a Busquets, simplemente porque como capit¨¢n sal¨ªa para analizar derrotas inexplicables como la de Anfield o Roma. Ning¨²n jugador ha tenido el sentido de equipo y de club de Busquets.

Ha sido una suerte para sus compa?eros, a los que siempre ha hecho mejores futbolistas, y sobre todo para sus entrenadores, desde que fue se?alado por Cruyff en el art¨ªculo publicado en El Peri¨®dico el d¨ªa de su debut contra el Racing: ¡°T¨¦cnicamente, superior a Tour¨¦ y Keita. Posicionalmente, apariencia de veterano. Con y sin bal¨®n. Con bal¨®n hizo f¨¢cil lo dif¨ªcil: dar salida a uno/dos toques. Sin bal¨®n, otra lecci¨®n: la de estar en el sitio justo para interceptar y recuperar corriendo lo justo. Y eso siendo joven e inexperto. Los mismos pecados que su t¨¦cnico¡±. Aquel 15 de septiembre de 2008 el Barcelona empat¨® en casa con el Racing.

Un a?o despu¨¦s, el Bar?a acab¨® por ser reconocido como el mejor equipo del mundo despu¨¦s de alcanzar seis t¨ªtulos con Guardiola en el banquillo del Camp Nou. El que ahora es entrenador del Manchester City supo ver en Busquets al jugador imprescindible para equilibrar el juego del equipo, seguramente por su mezcla de futbolista de calle y de academia, criado en Bad¨ªa del Vall¨¦s y alumno aplicado despu¨¦s del modelo de La Masia. Busquets defend¨ªa con la misma determinaci¨®n la camiseta que la pelota porque sab¨ªa que el ¨¦xito depend¨ªa de la unidad, de su capacidad para compactar al grupo, de ser el metr¨®nomo del Bar?a.

Quiz¨¢ porque sab¨ªa que no era r¨¢pido, siempre supo anticiparse a la jugada, tambi¨¦n en el momento de despedirse del Barcelona. Busquets se ir¨¢ como un campe¨®n, igual que ya hicieron con anterioridad Xavi e Iniesta, sin esperar que se pronuncie Messi. Tal vez se reencuentren en Arabia Saud¨ª. El capit¨¢n azulgrana tambi¨¦n necesita tomar distancia por un tiempo despu¨¦s del desgaste que provocan 15 temporadas en el Barcelona.

Nadie del vestuario ha discutido nunca su titularidad por m¨¢s que en alg¨²n sector de la grada se haya escuchado alg¨²n pito por entender que el f¨²tbol va mucho m¨¢s r¨¢pido que Busquets. ?l aprendi¨® que la velocidad la marca la pelota y no las piernas, un asunto muy manido ¨²ltimamente en el Barcelona. No extra?a por tanto que Busquets sea a fin de cuentas el verdugo del propio Busquets. El Barcelona ha tenido desde Milla mediocentros de distinto calibre, algunos llamativos ¡ªGuardiola¡ª, tambi¨¦n defensivos ¡ªEdmilson¡ª, e incluso mitad-mitad ¡ªser¨ªa el caso de M¨¢rquez¡ª o reconvertidos ¡ªser¨ªan Xavi o Iniesta¡ª. Todos cuantos han pasado por el Camp Nou han sido finalmente metabolizados por Sergi Busquets.

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