Guardiola enga?a y arrasa en su quinta Premier
El t¨¦cnico persuadi¨® a los jugadores del City de que les faltaba pasi¨®n para rebelarlos y conectarlos a Haaland y ?lvarez
Pep Guardiola sab¨ªa que exageraba cuando el 19 de enero, tras asistir a la remontada del Manchester City ante el Tottenham, de 0-2 a 4-2, elev¨® el tono de un mensaje que ven¨ªa repitiendo como un ritual de aguijonazos. ¡°No hay energ¨ªa, no hay pasi¨®n¡±, dijo, se?alando a sus jugadores. ¡°Reaccionamos despu¨¦s del 0-2, solo porque perd¨ªamos. Pero no hay nada. Llevamos cuatro Premiers en cinco a?os... y veo la pasi¨®n del Arsenal y ahora mismo matan por cada bal¨®n. Nosotros jugamos bien, pero hay algo dentro que nos falta¡±.
Varios asesores del Chelsea y el Liverpool consultados por este peri¨®dico llegaron a la misma conclusi¨®n. Guardiola ¡ªinsist¨ªan¡ª estaba haciendo un trabajo de orfebre para meter ciza?a a su plantilla y situarla en un estado de m¨¢xima alerta. ¡°Si el Arsenal lider¨® la Premier durante meses no fue porque los jugadores del City estuvieran saciados despu¨¦s de ganar cuatro t¨ªtulos; pero Guardiola los enga?¨®; emple¨® la argucia psicol¨®gica porque quer¨ªa conseguir un punto m¨¢s de atenci¨®n y regularidad en las asociaciones de los jugadores con los reci¨¦n llegados Haaland y ?lvarez¡±, dice un prospector a sueldo del Arsenal. ¡°Guardiola sabe por experiencia que los jugadores siempre tienen dudas; cuando se van a la cama le dan vueltas a las palabras del entrenador y piensan: ¡®?Y si la estamos cagando?¡¯. Esto produce miedo, miedo a perder el contrato, miedo a fracasar, o a ir al banquillo, y la reacci¨®n suele ser constructiva¡±.
¡°Mi trabajo es aumentar la agresividad de los jugadores¡±, confes¨® este domingo Guardiola, tras imponerse al Chelsea 1-0 y levantar la copa de la Premier en el Etihad. ¡°Tengo que utilizar a los medios de comunicaci¨®n para lanzarles mensajes. ?Vosotros me serv¨ªs de mucho!¡±, dijo, en la conferencia de prensa.
A sus 52 a?os y tras conquistar 11 ligas en 14 temporadas en Espa?a, Alemania e Inglaterra, Guardiola agudiza como nadie el sensor que mide el agotamiento mental colectivo. El City daba s¨ªntomas de cansancio, hace un a?o. Caminaba por una cornisa cada vez m¨¢s angosta cuando el t¨¦cnico emple¨® el ¨²ltimo mercado estival para transformar al equipo. Seg¨²n discurrieron los primeros meses del campeonato, no busc¨® elevar la pasi¨®n de sus futbolistas, sino conseguir que pusieran m¨¢s atenci¨®n para acelerar el proceso de adaptaci¨®n a los instrumentos de precisi¨®n reci¨¦n introducidos en la maquinaria: Haaland y Juli¨¢n ?lvarez.
Metidos en el concierto de mediaspuntas y volantes pasadores, la capacidad de los dos fichajes para repetir desmarques de primera calidad con una frecuencia pocas veces vista desde Villa y Eto¡¯o equival¨ªa a multiplicar el dinamismo y el poder ofensivo del City en todos los ¨®rdenes. Si la manipulaci¨®n psicol¨®gica de Guardiola inyectaba adrenalina, los desmarques de Haaland y Juli¨¢n ?lvarez doblaron la dosis de est¨ªmulos y soluciones para un equipo que llevaba a?os incurriendo en episodios de atascamiento por un exceso de ret¨®rica en los pases. Solo hab¨ªa que encajar las piezas para aumentar la profundidad. Procurar que con mucho esfuerzo, De Bruyne, Grealish, Silva, Stones, Rodri o Mahrez interpretaran a sus nueves en todas las situaciones posibles. Frente a defensas cada vez m¨¢s cerradas, el aprendizaje no siempre fue sencillo en los primeros meses del campeonato, por m¨¢s que todos se mostrasen motivados. Los muchachos precisaron un poco de incertidumbre. Guardiola emple¨® las espuelas con maestr¨ªa de m¨¦dico brujo. Los asust¨®.
Al entrenador le sigui¨® un pelot¨®n de capitanejos convencidos de la necesidad de inflamaci¨®n: G¨¹ndogan, Bernardo Silva o Rub¨¦n Dias se sumaron al coaching. Algunos pronunciaron arengas. Dias repiti¨® el modelo antes de un partido: ¡°?Demostr¨¦monos ah¨ª afuera cu¨¢nto queremos ganar la Premier de nuevo! Cuando piensen que ya estamos cansados, nosotros tendremos ganas de hacerlo otra vez. ?As¨ª es como nos haremos grandes!¡±.
¡°Soy muy viejo¡±
La emoci¨®n ayud¨® a los jugadores a conectarse en el campo. La consecuencia fue un vendaval de ocasiones contra las defensas m¨¢s cerradas que ha encontrado el City jam¨¢s. Sin apenas tirar centros, los remates se reprodujeron por doquier. Ocho entre los tres palos ante la muralla del Madrid en la vuelta de las semifinales de Champions, fueron la muestra perfecta. Los 36 goles de Haaland en 34 partidos de liga son un r¨¦cord en una temporada. ¡°?Esto es irreal!¡±, repet¨ªa el noruego este domingo, tras vencer al Chelsea y levantar la copa. ¡°?Irreal...! Esperaba ganar la Premier, pero no esperaba meter tantos goles. ?Ahora vamos a festejar toda la noche!¡±.
¡°Los jugadores pueden hacer lo que quieran¡±, musit¨® Guardiola, preguntado por la celebraci¨®n en la televisi¨®n del club; ¡°yo no, porque soy muy viejo¡±.
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