La ida y vuelta de Sara Sorribes: ¡°Lloraba como una magdalena, no me lo creo¡±

Los ojos azules de Sara Sorribes brillan como dos relucientes bolas de cristal. Habla la valenciana y, remarca, se le eriza el vello porque considera poco menos que un milagro estar aqu¨ª, en Par¨ªs, y todav¨ªa m¨¢s haber superado las dos primeras rondas del torneo. ¡°Es una maravilla, no me lo creo. Este deporte me encanta y tener la posibilidad de volver a jugar de esta forma, sinti¨¦ndome competitiva, es un regalo. Estoy superfeliz. Todo este proceso de estar fuera ha sido muy duro, pero bueno, ya estamos aqu¨ª otra vez¡±, celebra ante los enviados especiales.

Acaba de vencer a Petra Martic (6-4 y 6-1) y el ¡°proceso¡± al que se refiere apunta al medio a?o que puso entre interrogantes su carrera, los seis meses que estuvo alejada de las pistas ¨Centre octubre y abril¨C a ra¨ªz de la fractura del escafoides del pie derecho que hizo papilla su ¨¢nimo y que le condujo hacia un espacio absolutamente desconocido: irreconocible incluso para ella misma, perdi¨® el apetito por entrenar, por jugar e incluso por volver. Directamente, perdi¨® la ilusi¨®n.

¡°?Qu¨¦ he aprendido todo esto? A no olvidarme de lo dif¨ªcil que ha sido todo, el volver a empezar y ponerme en forma, sentirme jugadora otra vez¡±, responde a EL PA?S. ¡°De hecho, el d¨ªa antes de irme a Bogot¨¢ [donde reapareci¨®] iba a sacar y me emocion¨¦, porque me dije: ¡®oye, que esto ya es el ¨²ltimo paso. Se acab¨®, ya estoy de nuevo aqu¨ª¡¯. Me puse a llorar como una magdalena, no hab¨ªa manera de parar¡­¡±, relata con una sonrisa inmensa la espa?ola, que accedi¨® al grande franc¨¦s gracias al ranking protegido ¨Cdestinado a los profesionales que est¨¢n en la reserva m¨¢s de medio a?o¨C y que antes de la desgracia hab¨ªa logrado ascender hasta el puesto 32? de la WTA, erigi¨¦ndose como una tenista sumamente ¨¢spera para cualquiera.

Da fe de ello, por ejemplo, la australiana Ashleigh Barty, la fuera de serie a la que rindi¨® en los Juegos de Tokio. Tambi¨¦n otra n¨²mero uno, Naomi Osaka, propietaria de cuatro grandes.

¡°Para m¨ª lo m¨¢s duro fue aceptar que iba a ser el tiempo que fue, porque yo tiendo a pensar que me voy a recuperar de todo r¨¢pido, que si hago caso se va a curar todo m¨¢s pronto, y en este caso no era as¨ª¡±, se?ala, sin olvidarse del papel fundamental de su entrenadora, Silvia Soler, y su fisioterapeuta, Blanca Bernal, amigas e impulsoras. ¡°Empec¨¦ a perder la ilusi¨®n, la motivaci¨®n, las ganas. Entonces pensaba: ostras, si no me apetece ver tenis, ni hacer nada ni entrenar, igual significa que no me va a apetecer volver... Quer¨ªa ir al gimnasio a hacer abdominales, pesas, cualquier cosa... Luchaba contra mi cuerpo hasta que lo acept¨¦¡±, reconstruye Sorribes, que de ni?a so?aba con la raqueta y conforme fue creciendo tambi¨¦n quiso ser periodista.

Prevaleci¨® finalmente el deporte y ahora se impone la voluntad. Su vuelta se produjo el 3 de abril y desde entonces ha firmado 11 victorias y cinco derrotas, pese a la falta de ritmo. En todo casi, an¨ªmicamente dice sentirse ¡°al 200%¡± y acude al choque de este s¨¢bado con Elena Rybakina, n¨²mero cuatro del mundo, sin imposiciones previas y s¨ª con muchas ganas de saborearlo, de plantar cara independientemente del resultado. ¡°Ser¨¢ un partido bonito y dif¨ªcil, para disfrutar. Ojal¨¢ sea en una pista grande y sea competido, que yo tenga mis opciones. Le preguntar¨¦ a Silvia qu¨¦ se siente al jugar en pistas de ese tipo, tan grandes, por si me cuenta alguna cosa que me pueda ayudar; tendr¨¦ que calcular un poco las distancias y adaptarme. Ser¨¢ bonito, eso seguro¡±, prev¨¦.

Nunca hab¨ªa disputado una tercera ronda de Roland Garros, su viaje m¨¢s prol¨ªfico en un gran escenario junto al que hizo en el US Open de 2021, pero hoy la historia va por otros lares: la felicidad del presente es el mejor de los t¨ªtulos.

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