Djokovic y su aura esperan a Alcaraz
El serbio cede su primer set en el torneo, pero termina abrasando a Khachanov: 4-6, 7-6(0), 6-2 y 6-4, en 3h 38m. Se medir¨¢ en la semifinal del viernes con el murciano
¡°?Saldr¨¢ de esta?¡±, se escucha en la grada de la Chatrier. Y la respuesta, como casi siempre, es afirmativa. Rara vez no escapa Novak Djokovic del barullo, conocedor como pocos de la zona l¨ªmite de los partidos. Disfruta Nole en la adversidad, en el arte de encontrar soluciones y en encontrar la llave para salir de la caja mientras sube lentamente el agua. Sucede este martes en el que Karen Khachanov le planta cara en el inicio y le arrebata el primer parcial. Un espejismo, otra trampa, nuevamente una ilusi¨®n. El ruso, que arrastraba la losa de los precedentes, 1-8 en contra, termina claudicando (4-6, 7-6(0), 6-2 y 6-4, en 3h 38m) porque el serbio ha decidido que la concesi¨®n hecha es m¨¢s que suficiente y porque desea retar a Carlos Alcaraz en las semifinales. A falta de que cumpla el espa?ol, que lo hace luego ante el griego Stefanos Tsitsipas, ¨¦l ya ha hecho su parte. De menos a m¨¢s, asoman el viernes Djokovic y su gigantesca aura.
¡°Trat¨¦ de ser un poco impredecible para ¨¦l, con cambios de ritmo¡ Y al final, funcion¨®. Han sido dos partidos en uno, he controlado los nervios en el segundo set y el tie-break ha sido perfecto¡±, resuelve el ganador, autor de su 90? victoria en Roland Garros, a solo ya un bocado del r¨¦cord de presencias de Roger Federer en la pen¨²ltima ronda de los grandes escenarios, 46 el suizo por las 45 de ¨¦l, trilero profesional.
Sigue jugando al p¨®quer el balc¨¢nico, que aterriz¨® en el Bois de Boulogne entre dudas y ha ido despej¨¢ndolas conforme el terreno ha ido inclin¨¢ndose. Firme hasta este ¨²ltimo compromiso, jer¨¢rquico en los episodios anteriores frente a Kovacevic, Fucsovics, Davidovich y Varillas, el campe¨®n de 22 grandes vuelve a hacer una de las suyas ante el gigant¨®n Khachanov, un ruso espa?olizado que no desde?a el siempre exigente registro de la arcilla. Pega duro, pero no hace ascos al peloteo ni a la batalla estrat¨¦gica; piensa, propone y rebate con paciencia, y durante un buen rato pilota el encuentro ante un rival que va perdi¨¦ndose en una cifra inusual de errores; con 17 cierra la primera manga Djokovic, err¨¢tico y desdibujado, en otro de esos d¨ªas en los que amaga con romper motor.
Est¨¢ empapado por el bochorno, se pone hielo en la nuca y en la tripa, y mientras tanto el moscovita va acumulando opciones de rotura hasta que definitivamente la ara?a. Con aplomo y buen hacer, Khachanov (27 a?os y und¨¦cimo del mundo) baila sobre la Chatrier, fino de movimientos y da?ino desde ambos perfiles; por el contrario, Djokovic (36 a?os y tercero ahora de la ATP) renquea y empieza a tirar una dejada tras otra, obcecaci¨®n, en su caso, de lo m¨¢s sintom¨¢tica: no est¨¢ nada a gusto, algo falla. Esquiva las tres primeras intentonas del adversario, pero a la cuarta cede el set y en la central flota en el ambiente la duda eterna, nadie aprende (aprendemos): ?Realidad o ficci¨®n? ?Habr¨¢ gripado el serbio? ?De verdad va a privar a todo el mundo de la esperada colisi¨®n con Alcaraz, siempre y cuando el murciano haga los deberes luego, como as¨ª sucede por la noche?
Adi¨®s a la piel de cordero
Desde la grada, Carlos G¨®mez Herrera, un tenista del pelot¨®n que hace las veces de sparring de Nole en Marbella y amigo ¨ªntimo del campeon¨ªsimo, se desga?ita mientras el preparador oficial, Goran Ivanisevic, el hombre que naci¨® con una zurda en forma de martillo pil¨®n, observa impert¨¦rrito el desarrollo desfavorable, sin inmutarse; seguramente, sabe c¨®mo suele gast¨¢rselas Djokovic cuando va a remolque y, por si las moscas, prefiere guardar silencio. Ya se arreglar¨¢ el solito. Viejo zorro, Goran. As¨ª es. Cuesta, se resiste, pero ah¨ª llega la reacci¨®n. Dos horas y cuarto hasta que logra la primera oportunidad de break, pero llegado ese instante, avanza el tornado aplastante. Alcanzado el ment¨®n del ruso, la secuencia es salvaje: 7-0 en el desempate y rotura en la apertura del tercer parcial. La tir¨¢nica ley del competidor del mill¨®n de vidas.
A partir de ah¨ª, el Djokovic fastuoso que aborda por tierra, mar y aire, con esa cadencia casi imposible de seguir, rob¨®tica y matem¨¢tica, como si lo hubieran programado y en su mente trabajara un sofisticado software en el que espacio, tiempo y ejecuci¨®n est¨¢n perfectamente sincronizados. 31 errores en los dos primeros sets; uno en el tercero. Se afila y ense?a las garras el de Belgrado en direcci¨®n a las semifinales, situado ya a solo dos pelda?os de su vigesimotercer grande. Disfruta del enga?o y del juego, de hacer creer y del trampantojo. Lleg¨® con piel de cordero y emerge con ese halo devorador. Cuando le llama la historia, Nole rara vez falla. En cualquier caso, dos pasos que dar todav¨ªa. Todo un desierto por delante.
¡°?ALCARAZ?ES MUY INTENSO, ME RECUERDA A UN ZURDO DE SU PA?S...¡±
Pese a su pobre rendimiento en la fase inicial del duelo, Djokovic hizo una lectura positiva y aseguró que el haber sufrido y el haber sabido darle la vuelta puede beneficiarle de cara al choque del viernes con Alcaraz.
“Todo iba bien al saltar a la pista, pero probablemente una parte de mí se haya quedado en el vestuario. Así es cómo me sentí, cómo he jugado al principio. He cometido muchísimos errores, ha sido terrible. Pero todo el mérito para Karen, que ha jugado de manera increíble. No es el primer partido que me las he arreglado para solucionar las cosas. Este tipo de situaciones te dan impulso anímico y físico; es importante saber remontar, y más en las rondas finales de un Grand Slam, cuando juegas contra grandes rivales”, afirmó.
Respecto al español, destacó que “se desenvuelve muy bien” y que “es muy bien tipo tanto dentro como fuera de la pista”. Sobre su juego, bromeó: “Es muy intenso. Me recuerda a alguien de su país que es zurdo [Nadal]”. Definió al murciano como un jugador muy completo” y admitió que ahora mismo “es el mayor desafío para él”, de modo que está “deseando” conseguirlo.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.