Haaland sigue en vuelo, De Bruyne vuelve a caer
El Manchester City abre la Premier con una solvente victoria en Burnley (0-3), pero sufre la lesi¨®n de su centrocampista cinco d¨ªas antes de cruzarse con el Sevilla en la Supercopa europea
La vida sigue igual para el Manchester City en el que Haaland marca y De Bruyne no arranca. Sustituido a los 20 minutos tras sentir molestias, el centrocampista belga, que apenas hab¨ªa podido participar en la pretemporada tras su lesi¨®n en la final de la Champions, parece que tambi¨¦n se perder¨¢ el duelo del pr¨®ximo mi¨¦rcoles contra el Sevilla por la Supercopa de Europa. No parece especialmente fino todav¨ªa el City, que ya ofreci¨® sensaciones ambivalentes en la Community Shield que se le escap¨® ante el Arsenal el pasado fin de semana, pero le sobr¨® para dejar atr¨¢s (0-3) al reci¨¦n ascendido Burnley en el estreno de la Premier League.
El campe¨®n aclar¨® el panorama en su primera incursi¨®n en el ¨¢rea rival. Marc¨® Haaland, pero durante bastantes minutos nada le result¨® sencillo al equipo de Guardiola, incomodado por un rival que ha mudado su pelaje. Aquel muy ingl¨¦s Burnley que en la d¨¦cada pasada incluso se mostr¨® brevemente en el escaparate europeo no tiene nada que ver con el actual. En Turf Moor la pelota transita por el piso desde que Vincent Kompany, gloria del Manchester City con estatua a las puertas del Etihad Stadium, lleg¨® para apadrinar el estilo que aprendi¨® en tres temporadas con Guardiola, un tiempo en el que los problemas f¨ªsicos y el ocaso de su carrera le invitaban a atender a la pizarra. ¡°Pep es alguien que me hizo querer ser entrenador¡±, confiesa. Y Guardiola lo tiene claro: ¡°El destino de Kompany es ser entrenador del City¡±.
El excentral belga por ahora lidia con el Burnley, que arras¨® la temporada pasada en la Championship y al que se aguarda con curiosidad en su regreso a la Premier. Pero cruzarse ante el City, incluso lejos de su mejor versi¨®n, es demasiado para un equipo en el que seis de sus 11 titulares no pasan de los 23 a?os.
El City golpe¨® de inicio en uno de los pocos rastros que dej¨® De Bruyne antes de pedir el cambio, un centro al ¨¢rea que control¨® Rodri y encontr¨® a Haaland en boca de gol. Y tuvo que picar piedra para sortear la presi¨®n alta de un rival que entendi¨® que iba a tener m¨¢s problemas cuanto m¨¢s cerca jugase de su propia porter¨ªa. Por muchas cosas, pero entre ellas porque por all¨ª andaba Haaland, que pasa largos minutos sin tocar bola, al que no siempre le entienden los desmarques, pero que con el bal¨®n en los pies y en la zona de la verdad no tiene igual.
Haaland no s¨®lo define, sino que lo hace con tanto estr¨¦pito que aplana al rival. Sus goles son como un tortazo y as¨ª lo sinti¨® el Burnley cuando, poco despu¨¦s de decir adi¨®s De Bruyne, el exuberante noruego sac¨® a pasear la zurda para colocar su segundo remate del partido en la escuadra.
El Burnley cre¨ªa hasta entonces. Ten¨ªa argumentos porque estaba consiguiendo que el City no fuese profundo. Lo que no aplic¨® fue un ant¨ªdoto contra la paciencia del equipo de Guardiola. Ni tampoco contra la pegada. Y no hubo relajo en el campe¨®n. As¨ª se escenific¨®, adem¨¢s, mientras los protagonistas se retiraban a la caseta en el descanso. Fue entonces cuando el t¨¦cnico catal¨¢n mantuvo un intercambio de impresiones que pareci¨® subido de tono con Haaland. Al menos, a Pep no le gust¨® que la c¨¢mara de televisi¨®n se acercase demasiado para documentarlo y la apart¨® enojado. El pist¨®n de la exigencia no se rebaj¨®.
El City regres¨® con las ideas m¨¢s claras que en la primera mitad. Al Burnley le pudo la fatiga para perseguir y apenas incomod¨® a Ederson antes de alzar la bandera blanca cuando Rodri volvi¨® a dejar claro su capacidad para llegar al ¨¢rea y marcar. Con todo sentenciado, Guardiola dosific¨® esfuerzos. Haaland se march¨® a descansar y hubo minutos para que el croata Gvardiol debutase como lateral izquierdo.
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