Alcaraz se divierte y enfila a Zverev
El espa?ol apea al inocent¨®n Arnaldi (6-3, 6-3 y 6-4, en 1h 57m) y se enfrentar¨¢ en los cuartos del mi¨¦rcoles al alem¨¢n, verdugo de Sinner (6-4, 3-6, 6-2, 4-6 y 6-3)
Sale respond¨®n el joven Matteo Arnaldi, pensando seguramente que tiene poco que perder y que ya se ha llevado el premio que buscaba desde que analiz¨® el cuadro, que no era otro que medirse con Carlos Alcaraz para cerciorarse de que esa bola que viene es tan arrolladora como se cuenta. Lo comprueba r¨¢pido. En el primer punto ya emprende una aventura en la red, pero la r¨¦plica ¨Cun pasante cruzado de derecha que le afeita el costado¨C le deja muy claro d¨®nde est¨¢ y a qui¨¦n se enfrenta. El espa?ol es todo lo que ¨¦l so?ar¨ªa ser: velocidad, control, potencia, desparpajo, autoridad. El tenista superlativo que probablemente dise?ar¨ªa hoy d¨ªa la Inteligencia Artificial. De modo que lo que acontece es entretenido, pero unidireccional. Son dos realidades distintas: 6-3, 6-3 y 6-4, en 1h 57m.
El italiano le imita. Envuelve con la derecha, tira con profundidad el rev¨¦s, carga cuando puede con osad¨ªa. Lanza globos, prueba la dejada, busca las l¨ªneas. Todo lo intenta, pero al otro lado de la red hay un adversario que pese a los vendajes de los muslos (preventivos) y a tener dos a?os menos, resuelve con el oficio de los veteranos. Pendiente siempre del espectador, Alcaraz le deja hacer y juguetea, sabiendo que tiene la situaci¨®n absolutamente controlada incluso cuando en el transcurso del tercer parcial, concede un break, la ¨²nica puerta que abre. Ni se inmuta el espa?ol. Serio, se enmienda y procede para sentenciar el acceso a los cuartos de final, estaci¨®n que ya se ha convertido en una constante y que en este luminiscente curso de la consagraci¨®n suena a mero lugar de paso.
De hecho, se debe retroceder hasta julio del a?o pasado para dar con la ¨²ltima vez que Alcaraz no franque¨® la barrera. Sucedi¨® en Wimbledon, donde Jannik Sinner le cerr¨® el paso. A partir de ah¨ª, dos dentelladas ¨CUS Open y Londres¨C y las semifinales firmadas en Roland Garros, con la ausencia de Australia como excepci¨®n. Consciente de su poder, el murciano ejerce ya de soberano y aunque los partidos puedan plantearle curvas, casi siempre sale airoso. Su libreto se enriquece y su despliegue es cada vez m¨¢s intimidatorio. Consigui¨® desestabilizarle durante un rato Daniel Evans en la ronda anterior, pero Arnaldi es poco m¨¢s que una agradable transici¨®n hacia la hora de la verdad.
¡±La intensidad ha sido muy buena de principio a fin¡±, resumir¨¢ a posteriori; ¡°ha sido un partido s¨®lido, con pocos errores [22], yendo a la red [27 aciertos en 37 aproximaciones]... La actuaci¨®n, en general, ha sido muy buena¡±.
El paliz¨®n de ¡®Sascha¡¯: 4h 40m
Desprende Alcaraz la sensaci¨®n de jugador hecho, pero con un generos¨ªsimo margen de progresi¨®n. Pese a sus 20 a?os ya ha aprendido a manejar los tiempos de los torneos, de modo que acelera o se impone la pausa seg¨²n le interese. La lesi¨®n de Dominik Koepfer le permiti¨® contemporizar en el estreno; a Lloyd Harris lo liquid¨® por la v¨ªa r¨¢pida; cuando deb¨ªa cortarle las alas al ingl¨¦s Evans sac¨® el cuchillo; y frente a Arnaldi ¨C61? del mundo, primerizo en el territorio de los Grand Slams¨C evita que la historia se dilate porque cualquier brizna de combustible ser¨¢ necesaria en la cita del mi¨¦rcoles, ya contra un rival de envergadura, el alem¨¢n Alexander Sascha Zverev.
La torre de Hamburgo se impone por la noche a Jannik Sinner en un extenuante debate nocturno que se ha extendido hasta las 1.39 de la madrugada, resuelto en cinco sets y que borra del torneo al italiano: 6-4, 3-6, 6-2, 4-6 y 6-3, tras 4h 40m. ¡°Estoy aqu¨ª para jugar. Ahora tengo que recuperarme bien, pero estar¨¦ listo¡±, advierte. ¡°Puedo decir que estoy de regreso. Es uno de los mejores momentos de mi carrera¡±, prolonga en relaci¨®n con la grave lesi¨®n sufrida hace un a?o en Roland Garros, ya historia. As¨ª que no se f¨ªa un pelo Alcaraz.
De noche o de d¨ªa, el de El Palmar es garant¨ªa de entretenimiento. Bajo el techo cerrado de la central y entre una atm¨®sfera plomiza alucina otra vez el baloncestista Jimmy Butler, boquiabierto cuando el murciano traza una volea deliciosa, y el p¨²blico de la Arthur Ashe disfruta de un pulso en el que el italiano ¨Cconcienzudo en la preparaci¨®n y admirador de Novak Djokovic¨C fantasea durante un par de horas en las que juega a ser como Alcaraz. Resulta que Alcaraz solo hay uno, y que ahora mismo compite en otra dimensi¨®n. La de los elegidos. Desde que lo hiciera Andre Agassi (1988-1990), ning¨²n menor de 21 a?os acced¨ªa a la antepen¨²ltima ronda del torneo en tres ediciones consecutivas. ?l es el m¨¢s precoz.
¡°Bravo Matteo, bravissimo¡±, le felicita al de San Remo como si fuera un hermano peque?o. ¡°He jugado un partido muy s¨®lido, estoy concentrado en jugar as¨ª todos los partidos¡±, valora antes de retirarse al vestuario, barruntando ya la siguiente embestida. Enfila ahora a Zverev, toda una inc¨®gnita. Lesionado de gravedad en junio del curso pasado, el alem¨¢n ¨C12? en el ranking y un trofeo esta temporada, en Hamburgo¨C ha perdido el sitio en las alturas, pero empieza a parecerse al gigant¨®n que en su d¨ªa daba miedo. No en vano, venci¨® en tres de los cinco duelos que han disputado ambos.
¡°QUIERO QUE EL TENIS LLEGUE A LA GENTE¡±
Alcaraz departió con los periodistas con la sensación del trabajo bien hecho. Dice el murciano estar contento con su rendimiento hasta ahora, aunque confía en hacer una serie de ajustes que eleven su nivel de juego.
“Siempre se puede mejorar. Pero creo que he ofrecido hasta ahora un nivel muy serio, con pocos altibajos y con el estilo que me gusta jugar. Creo he estado sólido”, introdujo, refiriéndose a continuación a la reflexión que hizo el inglés Evans dos días antes, cuando deslizó que el único déficit del español está en la selección de los golpes.
“Es algo que siempre me ha costado. Desde pequeño he tenido un gran abanico de recursos y siempre me venían como cinco o seis opciones en la misma bola, así que me costaba elegir la adecuada. Conforme han ido pasando los años he ido mejorando, pero todavía me pasa muchas veces que elijo el golpe erróneo, el que no toca en ese momento. A lo mejor hay muchas situaciones que se me escapan por eso. Estoy de acuerdo con él”, prosiguió.
Considera que ahora mismo estaría “preparado” para una hipotética final y quitó hierro a los vendajes. “Jugar un Grand Slam es realmente difícil, son partidos duros durante dos semanas, así que es normal tener algunos dolores y tienes que cuidarlos. No es nada serio, es solo por prevención. Sentí un poco de dolor en la pierna izquierda, pero como digo, nada grave. Solo cuidados”, tranquilizó.
Con 40 victorias ya en los grandes escenarios, Alcaraz reconoció que de vez en cuando echa un vistazo a las redes sociales para contemplar sus puntos. “Algunas veces sí, no voy a engañar…”, admitió a la vez que expuso su deseo de que su juego atraiga a más aficionados hacia su deporte.
“Quiero que el tenis y los puntos increíbles lleguen a gente que quizás no lo ha visto en su vida, porque a lo mejor a través de esos puntos, de esas fotos o de las redes se enganchan. Intentamos en cada partido mostrar un buen punto para que salga ahí y la gente se pueda enganchar”, zanjó.
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