El M¨®naco amarga el debut de Ricky Rubio con el Barcelona

Euroliga jornada 27

Bar?a

67 77

Finalizado

AS Monaco

Media hora antes de que comenzara el encuentro se desvel¨® la gran inc¨®gnita, la noticia del a?o en el Palau; Ricky Rubio sal¨ªa a la pista con el 9, calentadores largos, zapatillas azules y una sonrisa de oreja a oreja, uno m¨¢s del equipo. Casi 13 a?os despu¨¦s de defender la camiseta azulgrana, el base regresaba a su otra casa -se form¨® y debut¨® en el Joventut-, de nuevo con la pelota naranja entre las manos, un viaje de ida y vuelta que por poco no termina antes de tiempo por un estr¨¦s cr¨®nico, porque perdi¨® las ganas de jugar por un problema de salud mental. Regres¨® (donde lo dej¨®) con la selecci¨®n espa?ola una semana antes -ante Letonia y B¨¦lgica- y este viernes lo hizo en la Euroliga, entregada la afici¨®n a un jugador diferencial, un ¡°mago¡± como le definen en el vestuario, un genio del bal¨®n que hizo las Am¨¦ricas para ganarse algo m¨¢s que un nombre. Hab¨ªa hinchas desperdigados con la camiseta de Ricky, tanto la antigua como la de ahora, aunque todos se pusieron a una cuando fue nombrado por la megafon¨ªa, un estruendo ensordecedor, un aliento vitam¨ªnico que el jugador devolvi¨® con un escueto aplauso para despu¨¦s se?alar al cielo y tocarse el coraz¨®n en memoria de su madre. Ricky estaba en el Palau; Ricky estaba listo para el partido¡­ Para su disgusto, el Bar?a jug¨® con la mu?eca torcida, un descalabro en el lanzamiento, una derrota dolorosa. ¡°Era un partido dif¨ªcil por emociones y sensaciones. He intentado controlarlo y que no afectara al equipo, pero contento por volver a jugar. He tenido muchas emociones, y he hecho ejercicios en la cabeza para controlarlo. Ahora un poco raro, pero se ir¨¢ ajustando. Ajustando la nave mental y f¨ªsicamente¡±, resolvi¨® Ricky al acabar el encuentro.

Era tambi¨¦n un encuentro que pod¨ªa ser de lo m¨¢s especial para Mike James -estaba a 29 puntos de convertirse en el m¨¢ximo anotador de la Euroliga y superar el registro de 4.455 de Vassilis Spanoulis-, base del M¨®naco tan excepcional como volc¨¢nico, que ya protest¨® la primera falta, aspavientos y molinillo ¨¦l. Pero Vesely abri¨® el duelo desde la l¨ªnea de tiros libres a modo de saludo, pues se hizo con el poste bajo, c¨®modo a su tiempo y como siempre con los tiros desde media distancia. Efervescencia que compart¨ªa con Laprovittola, que castig¨® al rival con dos triples seguidos para abrir brecha y tratar de explicar que este Bar?a ya no es lo que era, toda vez que el equipo ha cogido cuajo y confianza, velocidad crucero. O eso parec¨ªa... Jugaban los azulgrana a toda m¨¢quina, circulaci¨®n at¨®mica y defensa en¨¦rgica, c¨®ctel que se le indigest¨® de inicio al M¨®naco y a James, que err¨® sus cuatro primeros lanzamientos y que poco pudo hacer ante el baloncesto abrasador del Bar?a, que cerr¨® el primer cuarto bien satisfecho (21-12), solo penalizado por la tara permanente del curso, los tiros libres. La alegr¨ªa, sin embargo, dur¨® poco.

Aunque el M¨®naco estrech¨® las distancias gracias a Okobo, los aficionados miraban m¨¢s al banquillo que al parquet, deseosos de ver a su insigne fichaje. ¡°Ricky¡±, le llam¨® Grimau al tiempo que se anim¨® la grada y el base contest¨® con un t¨ªmido saludo. Quedaban 8m 43s del segundo acto y el 9 entraba en pista. ¡°?Ricky Rubio, clap-clap, clap-clap, clap!¡±, cantaba el Palau con ganas. Pero el Bar?a hab¨ªa perdido el ritmo y la finura, tambi¨¦n intensidad defensiva y presencia en el rebote, argumentos para que el M¨®naco se agrandara (23-21). Ricky replic¨® con un reverso y un salto hacia atr¨¢s, su primera canasta para deleite del pabell¨®n, ya derretido ante su nueva estrella, que repart¨ªa golosinas que los lanzadores no degustaban. Minutos agridulces para los cul¨¦s, que se desga?itaban por el equipo, sabedores de que un triunfo les arrimar¨ªa a las eliminatorias de la Euroliga, atornillado como est¨¢ en segunda posici¨®n. Pero no ser¨ªa sencillo, 35-33 al entreacto.

Sobre todo porque en la reanudaci¨®n apareci¨® la mejor versi¨®n de Motiejunas, que se marc¨® dos dianas desde el extrarradio y una m¨¢s en la botella, gigante con mano y cintura. Apenas rechistaba el Barcelona, adormilado y encasquillado, poco atinado en el lanzamiento: Kalinic y Parker no met¨ªan una; Lapro no se significaba; y solo Vesely era capaz de poner el grito en el cielo, de cuerpear y hacerse grande bajo los aros. Era el momento de que volviera a salir Ricky. Pero costaba que su baloncesto de quilates -pues dejaba a los compa?eros con opciones de tiro clara y tiempo para armar el brazo- cogiera impulso. As¨ª que tom¨® el bal¨®n y el mando, un dos m¨¢s uno para llamar a sus compa?eros a un corrillo. Insuficiente, sin embargo, para desconchar al M¨®naco, que tambi¨¦n encontraba a James, jugador que suma puntos con una facilidad pasmosa y que escanciaba el envite para los monegascos (51-60).

Pretendi¨® el Bar?a decir la suya desde la periferia, gatillazo va y gatillazo viene -4 de 27 en triples durante el envite, espeluznante el 0 de 7 de Kalinic-, del mismo modo que tampoco se pronunci¨® cerca del aro, sin respuesta ante la el¨¦ctrica defensa rival. El aro era min¨²sculo para los azulgrana y no para el M¨®naco, que a falta de la versi¨®n demoledora de James (17 puntos) se apoy¨® en Strazel, Hall, Motiejunas y Blossomgame, todos con dos d¨ªgitos. Y eso fue suficiente para que el M¨®naco, un equipo tan result¨®n como completo, supiera descifrar al Palau y llevarse el triunfo, tambi¨¦n para amargar el estreno de Ricky Rubio como azulgrana. ¡°Yo quiero venir a ayudar e iremos sumando. No quiero mermar. Ahora el t¨¦cnico no me puede hacer jugar muchos minutos, que llevo tiempo parado y el cuerpo no es tan joven¡±, cerr¨® Rubio.

Por otro lado, el Fenerbah?e pudo con el Baskonia gracias el sprint final, a un ¨²ltimo cuarto sensacional en el que metieron 33 puntos. Demasiado para el conjunto de Obradovic (111-96).

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