Muere Dikembe Mutombo, el gigante del tap¨®n y la caridad de la NBA
La leyenda congole?a, uno de los mejores defensores de la historia de la liga, muere a los 58 a?os a consecuencia de un tumor cerebral
Dikembe Mutombo, leyenda del baloncesto y sin¨®nimo universal de los tapones y el juego defensivo, muri¨® este lunes en Atlanta, Georgia, a los 58 a?os. El exjugador congole?o de 2,18 metros, miembro del sal¨®n de la fama Naismith, falleci¨® a causa de un tumor cerebral contra el que batallaba desde 2022. ¡°Fue una persona que simplemente desbord¨® la realidad. En la pista fue uno de los mejores taponadores y jugadores defensivos de la historia de la NBA, y fuera de la misma se dej¨® el alma y el coraz¨®n para ayudar a los dem¨¢s¡±, resum¨ªa Adam Silver, comisionado de la liga estadounidense.
Mutombo disput¨® 18 temporadas en la NBA, jugando para Denver, Atlanta, Houston, Philadelphia, Nueva York y Nueva Jersey. Ocho presencias en el All Star, cuatro premios al mejor defensor del a?o y tres elecciones al mejor quinteto de la competici¨®n atestiguan la estatura del p¨ªvot como jugador. Una imagen recurrente, sin embargo, es la que mejor define mejor su trayectoria deportiva: su ligero meneo del dedo ¨ªndice, a modo de negativa, dirigido hacia el atacante que osaba retarle bajo los aros. Se convirti¨® en una de las celebraciones m¨¢s ic¨®nicas del baloncesto, y de las pocas con una connotaci¨®n defensiva.
¡°Cuando taponaba un tiro, la gente todav¨ªa se acercaba y volv¨ªa a intentarlo. Entonces empec¨¦ a sacudir un poco la cabeza despu¨¦s de cada lanzamiento taponado. Esos tipos segu¨ªan sin escucharme, as¨ª que pens¨¦ en hacer el gesto con el dedo¡±, explic¨® en su d¨ªa sobre sus or¨ªgenes. ¡°Si te soy sincero, perd¨ª mucho dinero por ese gesto, y me pitaron un mont¨®n de t¨¦cnicas, pero ning¨²n ¨¢rbitro se atrevi¨® a expulsarme del partido¡±, a?ad¨ªa. En total, Mutombo coloc¨® 3.289 tapones a lo largo de su carrera, un registro tan solo superado por Hakeem Olajuwon, que en su d¨ªa le tild¨® de ¡°jugador peligroso¡±.
Shaquille O¡¯Neal le defendi¨® de esas acusaciones: ¡°Es limpio, pero simplemente gigante¡±. Reflexionando sobre sus logros encima de la pista, y tambi¨¦n sus pol¨¦micas, el congole?o dijo creerse propietario de la pintura. ¡°El hombre no puede volar en casa de Mutombo. Sent¨ªa que era el jefe, y nadie pod¨ªa entrar en la pintura si no llamaban primero a la puerta y ped¨ªan permiso¡±, compart¨ªa. Retirado en 2009, a los 42 a?os, promedi¨® 9,8 puntos, 10,3 rebotes y 2,8 tapones en 1.196 encuentros antes de entregarse definitivamente a la defensa de causas humanitarias.
Mutombo, que hablaba nueve idiomas, fund¨® su propia fundaci¨®n en 1997. Su activismo se centr¨® en mejorar la salud, educaci¨®n y calidad de vida en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, su pa¨ªs de origen. Hijo de un director de colegio de Kinsasa, la capital, y una ama de casa que vend¨ªa botellas de Coca-Cola cuando pod¨ªa en el estadio del Rumble in the Jungle entre Muhammad Ali y George Foreman, creci¨® so?ando con ser doctor y termin¨® jugando a baloncesto debido al empe?o de su padre y uno de sus diez hermanos. De joven hab¨ªa mostrado m¨¢s inter¨¦s por el f¨²tbol y las artes marciales, y cuando consigui¨® una beca para estudiar medicina en Georgetown ni siquiera estaba realmente interesado en desarrollar su juego. John Thompson, su primer entrenador en Estados Unidos, le convenci¨® para que se lo tomara en serio present¨¢ndole a Bill Russell, mito de los Boston Celtics.
Monte Mutombo, como le apodaron debido a su perfil imponente, jug¨® en la universidad con otra leyenda, Alonzo Mourning, y pronto destac¨® como portento defensivo. Los Nuggets apostaron por ¨¦l en la cuarta posici¨®n del Draft de 1991, y en el culmen de su trayectoria lleg¨® a promediar 4,5 tapones por encuentro. Los campeones de 2023 y los Hawks, las dos franquicias donde dej¨® mayor huella, retiraron su dorsal 55 tras su adi¨®s a las pistas. ¡°Es un d¨ªa triste, para todo el mundo y especialmente para nosotros, los africanos. M¨¢s all¨¢ de lo que logr¨® en pista, fue todav¨ªa m¨¢s grande fuera de la misma¡±, comentaba Joel Embiid, actual estrella de los 76ers, otra de sus franquicias. Masai Ujiri, presidente de los Raptors, de ra¨ªces kenianas y nigerianas, llor¨® al comentar la noticia: ¡°Este t¨ªo nos hizo ser quienes somos. Es un gigante, una persona incre¨ªble. ?D¨®nde estar¨ªamos sin Dikembe Mutombo? No ser¨ªa posible estar aqu¨ª¡±.
Mutombo se convirti¨® en el primer embajador global de la NBA y ejerci¨® en varios cargos de representaci¨®n en distintos programas de las Naciones Unidas. Adem¨¢s de apoyar durante a?os los Special Olympics y otras causas, en 2007 inaugur¨® el primer hospital construido en Kinsasa en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. La idea de construirlo surgi¨® despu¨¦s de que su madre hubiera fallecido diez a?os antes al no poder alcanzar un centro sanitario a tiempo tras sufrir un derrame cerebral. A lo largo de su trayectoria, varios entrenadores le echaron en cara su hiperactividad lejos de las canchas, aduciendo a que eso le perjudicaba en el desempe?o deportivo. ?l respondi¨® que sus cr¨ªticos sencillamente no entend¨ªan su visi¨®n. El baloncesto era solo un veh¨ªculo para alcanzar sus verdaderas metas: ayudar a otras personas.
Cuando le preguntaban por su insaciable voluntad para arrimar el hombro, el exjugador sol¨ªa citar un proverbio africano como respuesta: ¡°Cuando tomes el ascensor para llegar a la cima, por favor no olvides enviarlo de nuevo hacia abajo para que pueda subir el siguiente¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.