Sergio de Larrea, el espartano que ha roto el molde
El base, de 19 a?os y casi dos metros, empieza a deslumbrar en el Valencia Basket y ya cuenta con la admiraci¨®n de Sergio Scariolo: ¡°Re¨²ne condiciones casi ¨²nicas¡±
Jorge, el padre de Sergio de Larrea (Valladolid, 19 a?os), cuenta que ¨¦l y la madre, Nuria Asenjo, provienen de un baloncesto ¡°prehist¨®rico¡±. El hombre, que tiene 55 a?os y trabaja como ingeniero en FASA-Renault, en Valladolid, y su esposa, que es entrenadora personal, disfrutaron en su juventud del baloncesto universitario que les enfrentaba a equipos de toda Espa?a. ?l jugaba en el CDU (Club Deportivo Universitario) y ella, en el UVa (Universidad de Valladolid). ¡°No somos muy grandes pero a los dos nos hac¨ªan jugar por dentro¡±, dice antes de rememorar que cada temporada se enfrentaba a un equipo que ten¨ªa de base a Chechu Mulero, el hombre que, ya en su etapa como director deportivo del Valencia Basket, logr¨® ganarse a Sergio, uno de los jugadores m¨¢s prometedores, y con m¨¢s pretendientes, del baloncesto espa?ol.
De Larrea, que adem¨¢s del apellido, hered¨® el apodo de su padre, Larry, ya est¨¢ asentado en el primer equipo del Valencia que dirige Pedro Mart¨ªnez, el entrenador que lo protege del foco medi¨¢tico.
Del chaval, a diferencia de sus padres, todo el mundo dice que es muy grande pese a que mide 1,98m, nada del otro mundo en el baloncesto, pero s¨ª para un base. Larry ha roto el molde: Espa?a nunca hab¨ªa tenido un director de juego de este tama?o. Por eso, y por su talento, llama mucho la atenci¨®n cada vez que Pedro Mart¨ªnez le da una oportunidad. Aunque no es ning¨²n descubrimiento: Sergio Scariolo ya lo llam¨® en verano para que ayudara en la selecci¨®n antes de los Juegos de Par¨ªs.
Larry est¨¢ en Valencia porque Chechu Mulero -actual director deportivo del Cedevita Olimpija, esloveno- fue el que mejor convenci¨® al chico y a sus padres, que descolgaban el tel¨¦fono cada semana para escuchar ofertas de universidades estadounidenses y equipos de toda Espa?a. ¡°Tuvimos bastantes ofertas, pero dio la casualidad de que Chechu estaba en Valencia, nos fue explicando el plan que ten¨ªa para ¨¦l y fue el que m¨¢s nos gust¨®. Sergio es buen estudiante y era una modalidad muy adecuada¡±, recuerda Jorge de Larrea. Chechu no se pas¨® presionando. Solo le puso un preparador f¨ªsico, Samuel Rom¨¢n, y dej¨® que siguiera jugando en su colegio, el San Agust¨ªn, en Valladolid. ¡°Yo le conoc¨ª en infantiles y no hizo falta ni firmar un acuerdo con los padres. Fue una cosa t¨¢cita¡±, recuerda Mulero.
Sergio aguant¨® hasta segundo a?o de cadete. Ah¨ª decidi¨® dar el salto a Valencia. Madur¨® r¨¢pido y no se desvi¨® en su nueva ciudad. Ahora su padre se sorprende ante la pregunta de si vive solo: ¡°Claro, Sergio ya es mayor¡±. El joven se defiende bien en casa. ¡°Le gusta mucho cocinar y tiene muy buena mano, la verdad¡±. No se extiende mucho m¨¢s en elogios y solo a?ade que es un lector voraz y que estudia Ingenier¨ªa Biom¨¦dica. ¡°Es un chico normal¡±.
La apuesta por quedarse en casa no fue desacertada. Larry es un jugador muy completo a pesar de su estatura y su juventud. Los entrenadores de San Agust¨ªn hicieron un buen trabajo con este espartano, como se conoce a los jugadores de este colegio. ¡°Cada colegio eligi¨® una especie de mascota y esta no est¨¢ mal: aqu¨ª juegan al aire libre y eso, en Valladolid, en invierno, no es cualquier cosa¡±, bromea su padre, que tiene otro hijo m¨¢s peque?o, Marco, que tambi¨¦n juega al baloncesto.
Sergio Scariolo dice que libra una lucha interna cuando le preguntan por este joven talento. ¡°Tengo que manifestar el optimismo que honestamente siento, porque le tengo mucha fe, pero no quiero cometer el error de pensar que ya es una estrella o que hay que exig¨ªrselo ya. Todav¨ªa hay mucho trabajo, picar piedra, no escuchar a los que le dicen que ya es un fen¨®meno¡ Pero yo conf¨ªo en que estamos ante un gran jugador que realmente puede ser important¨ªsimo en el baloncesto internacional¡±.
Al seleccionador nacional tambi¨¦n le llam¨® la atenci¨®n, como a todo el mundo, la primera vez que lo vio. ¡°Es un proyecto de alt¨ªsima calidad. Re¨²ne condiciones casi ¨²nicas, y no solo entre los jugadores espa?oles sino tambi¨¦n europeos. Es un jugador con inteligencia, ambicioso pero humilde, bastante autoexigente, a veces demasiado, pero es m¨¢s una cualidad que las pocas veces que se convierte en un problema. Y por supuesto tiene unas dotes t¨¦cnicas de visi¨®n de juego, de tiro, de pase, que son realmente ¨²nicas. Defensivamente tiene la ventaja de la envergadura, que le permite controlar a jugadores peque?os sin tener que acercarse demasiado, pero el punto de mejora desde luego es que sea capaz de poner presi¨®n constante hacia jugadores m¨¢s peque?os sin que se le vayan. O cuando le presionen jugadores peque?os con mucha agresividad¡±.
Uno de los pocos bases altos que ha habido en Espa?a tambi¨¦n jug¨® en Valencia. Nacho Rodilla mide 1,93 y, como analista televisivo, ve todos los partidos de Sergio de Larrea. El valenciano tambi¨¦n ha ca¨ªdo a sus pies. ¡°De primeras, al ser tan grande, pensaba que sufrir¨ªa defendiendo a bases m¨¢s peque?os, pero es muy listo y sabe estar a la distancia adecuada y sacar el brazo si van a lanzar. Me llama la atenci¨®n que es un chaval que tiene instinto para saber lo que hay que hacer en cada momento; juega con coherencia y comete pocos errores. Piensa como un base. No hay chavales con esa edad que entiendan todos los conceptos, y encima tiene la ventaja de su zancada, que es letal¡±.
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