El Giro de Italia traiciona su ser y modera su recorrido en 2024

El Giro del 2024 se ha presentado en Trento. Saldr¨¢ de Tur¨ªn el 4 de mayo ¡ªd¨ªa que marca el 75? aniversario de la tragedia del Gran Torino: el avi¨®n que transporta al equipo de Valentino Mazzola se estrella al pie de la bas¨ªlica de Superga, 31 muertos, 18 de ellos, los futbolistas del Torino¡ª y terminar¨¢ en Roma el 26. Seis llegadas en alto ¨COropa, Prati di Tivo, Cusano Mutri, Mottolino, Monte Pana y Brocon¡ªy dos etapas m¨¢s de monta?a, Sappada y Bassano del Grappa. Un total de 3.321 kil¨®metros en 21 etapas, con 70 kil¨®metros de contrarreloj.

El desnivel positivo total ser¨¢ de solo 42.900 metros, casi 9.000 metros menos que en 2023 y 8.000 menos que en 2022.

En el Giro del 22, el de Jai Hindley, solo hubo movimiento, y limitado, el ¨²ltimo d¨ªa, en la Marmolada; el del 23 de Roglic no tuvo ni eso: solo hubo diferencias, y no tantas, en la terrible cronoescalada del ¨²ltimo d¨ªa al monte Lussari. En un mundo cicl¨ªstico de el¨¦ctrico nerviosismo, y figuras como Vingegaard, Pogacar, Van Aert, Roglic, Evenepoel o Van der Poel a las que les encanta convertir la carretera y los puertos en un ring de boxeo todos los d¨ªas, el Giro permanec¨ªa inc¨®lume, una roca, anclado en historias del siglo pasado, ciclismo de paciencia y espera, superados los ciclistas por sus paisajes desbordantes, por sus Dolomitas p¨¢lidos y hermosos, por cualquiera de sus cuestas en los Abruzos, por sus muros en las Marcas. Era un consuelo para los aficionados maduros, un desconcierto para los j¨®venes que, seguramente, aplaudir¨¢n felices el dise?o del Giro de 2024, que nace como una traici¨®n a tradiciones que se dec¨ªa intocables.

Los organizadores comprueban el descenso de audiencias televisivas y se declaran tambi¨¦n hartos de Giros bloqueados hasta el ¨²ltimo d¨ªa que los ciclistas ¡ªtan amantes del hoy no ataco, ma?ana s¨ª, quedan muchos d¨ªas duros por delante¡ª justificaban diciendo que hab¨ªa tanta dureza concentrada en la ¨²ltima semana que gastar fuerzas antes ser¨ªa de est¨²pidos.

En el del 24, creen sus dibujantes, no ocurrir¨¢ eso. Prohibido el c¨¢lculo. Como si fuera una Vuelta cualquiera o un Tour de los ¨²ltimos a?os, el segundo d¨ªa ya tendr¨¢ una dura llegada en alto, la del Santuario de Oropa del sufrimiento de Indurain en el 93, del ¨¦xtasis de Pantani en el 99. Y como si fuera cualquier carrera, la ¨²ltima semana no ser¨¢ la del m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s brutos, todav¨ªa, acumulaci¨®n y desborde, sino algo tranquilito. Solo tres de sus seis d¨ªas ser¨¢n monta?osos, ma non troppo, y sin nombres que espeluznen: un Monte Pana el martes, con paso por el Stelvio de salida; un Brocon doble el mi¨¦rcoles y una doble raci¨®n del Monte Grappa el s¨¢bado antes de tomar un vuelo ch¨¢rter para Roma en Treviso. Como gui?o al futuro, una etapa toscana con sterrato tipo Strade Bianche (la sexta, Viareggio-Rapolano Terme). Como animaci¨®n, una gran etapa en los Abruzos (la octava, con final en Prati di Tivo); como reliquia del pasado, la 15?, los 220 kil¨®metros, siete horas sobre la bici por los Alpes hasta Livigno, en la frontera con Suiza, los 18 kil¨®metros de la interminable Forcola di Livigno, con paso por la aduana, y el final loco de 1.800 metros en la pista de esqu¨ª del Mottolino y sus rampas al 18%: 5.200 metros de desnivel positivo para el cuerpo.

Para salpimentar el todo, 70 kil¨®metros de contrarreloj divididos en dos tomas: 38 kil¨®metros rompepiernas en Perugia el s¨¦ptimo d¨ªa, y 32 llan¨ªsimos por el Lago Garda el 14?.

No ser¨ªa mal plan si tuviera buena pareja. La soluci¨®n al segundo gran problema del Giro, su pobre participaci¨®n, no parece estar en las manos de los organizadores, que se encuentran con que los mejores corredores ¨Clos cuatro magn¨ªficos: Vingegaard, Roglic, Pogacar y Evenepoel¡ª solo piensan en el Tour y consideran imposible ganar las dos carreras el mismo a?o, separadas como est¨¢n por solo cuatro semanas.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.